Cuando pensamos en una casa de verano, se nos viene a la mente un piso frente al mar, con un interior de paredes de colores mediterráneos, plantas y muebles y accesorios de fibras naturales. Lo cierto es que un hogar así es toda una inspiración, pero no es el único patrón a seguir. De hecho, es inevitable asociar el color azul a una vivienda de este estilo, pero, como dice la interiorista Natalia Zubizarreta, "no siempre gusta a todo el mundo y no todas las casas de verano están cerca del mar, a veces están en un pueblo del interior".

Hemos hablado con ella precisamente para eso, para que nos afirme cuál es ese color que nunca falla ni puede faltar en nuestros interiores si queremos que cada uno de ellos inspire frescura y esa sensación de estar en la mejor temporada del año (o la más bonita, al menos). Para la interiorista, no es ni el azul, ni el verde, ni siquiera el amarillo. El secreto está en un color tan sencillo como atemporal, ¡que gusta a todos!

Un salón que se funde con el exterior
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PREGUNTA: ¿Cuál dirías que es el color que siempre funciona en una casa de verano, sin importar las tendencias?

El blanco roto o blanco cálido es, sin duda, el color que siempre funciona en una casa de verano. Es atemporal, versátil y capaz de adaptarse a cualquier estilo decorativo, desde lo más clásico hasta lo más contemporáneo. Además, aporta un aire mediterráneo que evoca vacaciones, calma y conexión con la naturaleza. Ante las manchas y resistencia, como embajadora de la marca de pinturas premium de Jotun, sugiero elegir la Majestic Beauty And Resist de Jotun, una pintura muy resistente y realmente fácil de limpiar. Es una Maravilla y deja las paredes como terciopelo.

 

P: ¿Por qué este color se adapta tan bien a los espacios estivales?

Porque potencia la luz natural, tan abundante en verano, y la distribuye de manera uniforme por toda la estancia, haciendo que los espacios se vean más amplios y ventilados. El blanco roto genera una sensación de frescor inmediata y funciona como base para que los detalles en madera, fibras naturales o pequeños toques de color se luzcan sin competir entre sí. Es un color que refleja el espíritu ligero y desenfadado del verano, y lo que necesitamos en verano es relajarnos, aflojar...

Salón en blanco roto con vigas y abierto al jardín
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P: ¿En qué estancias o elementos recomiendas aplicarlo para que destaque sin saturar?

Es ideal en paredes y techos para crear un lienzo luminoso que haga brillar cualquier espacio, especialmente en salones, comedores y dormitorios. También en carpinterías como puertas, ventanas o vigas vistas para realzar la arquitectura de la vivienda sin recargarla. En textiles como cortinas, cojines o fundas de sofá, aporta un look fresco y limpio. La clave está en equilibrarlo con accesorios y materiales que aporten textura y calidez para evitar que resulte frío o monótono. La madera, los tejidos naturales (lino, algodón, las fibras y piedras naturales aportarán calidez siempre.

 

P: ¿Cómo influye este color en la sensación térmica o lumínica de la vivienda?

El blanco roto tiene la capacidad de reflejar la luz natural, aumentando la claridad en el interior y haciendo que la vivienda se sienta más abierta y aireada. A nivel térmico, ayuda a reducir la sensación de calor al absorber menos radiación solar que los tonos oscuros, lo que se traduce en un ambiente más fresco y confortable durante los días más cálidos. Además, amplifica la luminosidad incluso en estancias con poca luz natural.

salon en blanco roto con detalles en azul 00544936

Salón con sofás, modelo Park, de Joquer, en La Oca Selezione. Butaca, tapizada con tela Romina de K.A. International. Mesa de centro, de Deco&Living. Cómoda, en Rue Vintage 74. 

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P: ¿Con qué materiales, texturas o colores complementarios combina mejor?

Combina de maravilla con maderas claras o envejecidas que aporten calidez, con fibras vegetales como el lino, el algodón, el yute, el ratán o el mimbre, que refuerzan esa sensación de verano relajado. En cuanto a colores, va perfecto, con tonos neutros como beiges y grises suaves, pero siempre grises con un poco de ocre para que no resulten fríos  y también con colores empolvados como azules, verdes, terracota o rosas que aportan un toque sutil de alegría. ¡Que sean poco saturados! Para un punto de sofisticación, se pueden introducir detalles en negro mate o hierro forjado que creen contraste y personalidad.

 

P: ¿Es un color que también puede funcionar en otras estaciones, o es exclusivo del verano?

Es un color que trasciende el verano y se adapta perfectamente a cualquier estación del año. En otoño e invierno, se puede acompañar de alfombras mullidas, mantas de lana, cojines en tonos tierra, ocres o burdeos, y piezas en madera más oscura para aportar calidez y crear un ambiente acogedor. En primavera, se revitaliza con flores frescas y textiles ligeros en colores pastel. Es un comodín que se transforma con los complementos, manteniendo siempre la luz y la sensación de amplitud.

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