No compres más decoración: 10 plantas de interior de gran tamaño que decoran tu salón por sí solas

La Monstera deliciosa es una planta muy peculiar que se ha convertido en toda una estrella del interiorismo actual, gracias a su presencia en redes sociales. Está en toda casa que se precie de una decoración top y no es extraño, ya que derrocha belleza y originalidad. El motivo son sus grandes hojas agujereadas o, más bien, con perforaciones alargadas que le dan un aire de lo más especial. Son la razón por la que se le conoce también como costilla de Adán.

Es una planta grande, originaria de América Central, que puede alcanzar hasta tres metros de altura. De hecho, conviene ponerle un tutor según vaya creciendo para que los tallos puedan sostenerse mejor. 

Pon tu monstera en un lugar luminoso y cálido, sin sol directo. A la hora de regarla debes tener en cuenta que necesita un riego generoso, si quieres que crezca adecuadamente. Eso sí, protégela de los encharcamientos del sustrato, que no le vienen nada bien. Proporciónale un poco de abono durante la primavera y el verano (con un aporte cada 15 días será suficiente) y la planta crecerá perfecta y bellísima.

Se trata de una planta grande, muy llamativa, que tiene forma de pequeña palmera, con hojas alargadas y grandes. La areca (Dypsis lutescens) es una opción perfecta para decorar el salón, gracias a su presencia imponente y a su tamaño, ya que puede alcanzar los dos metros de altura.

Para tenerla preciosa procura que reciba luz, pero siempre indirecta. A la hora de regarla necesitará dos o tres aportes a la semana, mientras que en invierno bastará con un riego cada 10 días. Procura que el sustrato esté bien drenado. También le vendrá bien que la pulverices de vez en cuando. Durante el verano, abónala con un fertilizante líquido para plantas verdes siguiendo las instrucciones del fabricante en cuanto a la dosis y la frecuencia.

Nada más contemplar la alocasia (Alocasia odora) sabrás por qué se la conoce también como 'oreja de elefante', ya que sus hojas tienen la forma de los pabellones auditivos de estos paquidermos. Precisamente por eso, por la forma y las nervaduras de sus hojas, la alocasia es una planta tan especial. Tiene su origen en las zonas tropicales de Asia, y para que pueda desarrollarse en todo su esplendor necesitará que la trasplantes a una maceta grande en la que sus raíces no queden aprisionadas. 

A la hora de cuidarla, riégala de forma abundante y frecuente, de forma que el sustrato se mantenga húmedo, pero sin encharcamientos. En invierno tendrás que reducir la pauta de riego. Para que la alocasia esté fuerte le vendrá bien un aporte de abono quincenal en primavera y verano.

Por su resistencia y escaso mantenimiento, la drácena (Dracaena marginata) es una planta ideal para principiantes que, además, resulta muy decorativa gracias a su belleza y a su gran tamaño. Posee un tronco fino, un follaje con diferentes matices de verde y un porte elegante. La drácena es originaria de las zonas tropicales de África, aunque se adapta bien a los ambientes de interior, porque no tolera el frío ni las bajas temperaturas. A la hora de regar, la drácena necesita poco agua por lo que es conveniente que dejes secar completamente el sustrato entre riego y riego.

¿Quieres una planta grande, decorativa y fácil de cultivar? Apuesta por el anturio rojo (Anthurium), cuyo encanto reside en sus grandes hojas acorazonadas de ese color alegre y brillante. El anturio necesita mucha luminosidad para crecer, aunque siempre indirecta porque los rayos del sol podrían quemar sus hojas si le dan directamente. Riégala con moderación, procurando que el sustrato se mantenga húmedo, La pauta de riego podría ser una vez a la semana en invierno y dos o tres veces en verano. También le gusta que la pulverices con agua durante las semanas de más calor.