Cocinas impecables

Cómo limpiar la cocina a fondo: el paso a paso que te ayudará a dejarla impecable

La cocina se lleva buena parte de tu tiempo de limpieza semanal. Pero si organizas bien las tareas y les dedicas el tiempo justo puedes tenerla perfecta, sin agobiarte y con menos esfuerzo. ¿La clave? Una buena planificación

La profesional del orden y la limpieza Paula Seiton nos da las claves para mantener la cocina limpia siempre. Toma nota y ponte manos a la obra.

Los trucos para limpiar la cocina de Paula Seiton

Pensar en ponerse a limpiar la cocina a fondo es como imaginarse escalar el Everest: una tarea muy exigente para la que no siempre nos sentimos preparadas. Te proponemos un método rápido e infalible así como varios trucos para limpiar la cocina y conseguir un espacio en orden e impoluto durante más tiempo. Ten en cuenta que una buena organización hará que tardes menos tiempo en hacer la limpieza general de la cocina.

¿Cada cuánto tiempo hay que limpiar la cocina?

Además de realizar un mantenimiento diario y semanal de ciertos elementos, como el suelo o el cubo de basura, será necesario hacer una limpieza general de la cocina, al menos, dos veces al año.

Qué preparar antes de limpiar la cocina

Antes de ponerte a limpiar la cocina, revisa que tienes todos los productos de limpieza que suelas utilizar: desde quitagrasas a friegasuelos, teniendo en cuenta los materiales de los muebles, suelos y paredes de tu cocina. El vinagre, por ejemplo, es una buena opción para desengrasar la cocina y desinfectarla y suele ser adecuado para casi todo tipo de superficies. No deben faltarte tampoco unos guantes para protegerte.

Cesto metálico con utensilios de limpieza

Cómo limpiar la cocina: paso a paso

Empieza recogiendo todo

Despeja la encimera y friega cualquier utensilio que esté sucio. Tener todo limpio dejará las superficies preparadas para que puedas apoyar las cosas que tienes en el interior de los armarios y poder limpiar cómodamente.

Empieza de arriba a abajo: los muebles

El siguiente paso será limpiar el interior de los muebles. Empieza por un lateral de la cocina y vacía su interior. Coloca la vajilla, cristalería o cazuelas sobre la encimera, pero alejado de la zona en la que estás, así evitarás que se manche.

Para limpiar el interior de los armarios, puedes utilizar un desengrasante o emplear vinagre, un producto barato y tan eficaz como cualquier limpiador específico. Si las manchas de grasa no se van, prueba a limpiarlas con jabón de lavavajillas y un estropajo. Después, pasa un bayeta para retirar los restos de jabón. Seca el interior y pasa también los frentes, de la misma forma que el interior.

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Guarda los utensilios y aprovecha este momento para revisar si puedes tirar algo o hay algún elemento que está roto o no uses. Haz lo mismo con el resto de los armarios y, cuando termines los de la parte superior, haz lo propio con los de la parte inferior.

Haz lo mismo con el armario de la despensa, retirando los productos caducados y limpiando el interior como te hemos explicado.

Limpia los electrodomésticos

Tendrás que limpiar tanto su interior, como su exterior. Empieza por la campana: puedes retirar las rejillas y meterlas en el lavavajillas para que se limpien correctamente. Otra opción es dejarlas en remojo con un poco de vinagre y jabón de lavavajillas.

Mientras están en remojo, continúa limpiando la nevera, para lo cual tendrás que vaciarla. Revisa si tienes algún producto caducado, tíralo, y limpia el interior de la nevera con una mezcla de vinagre y bicarbonato, eliminará los malos olores y la desinfectará.

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El horno y el microondas también merecen una atención especial. Empieza por el horno, ya que tendrás que dejar que la mezcla actúe durante unos 15-20 minutos. Puedes utilizar un limpiador específico, sal, limón, bicarbonato... hay muchos productos para limpiar y desinfectar el horno. La manera más sencilla es hacerlo con sal: mezcla 1/2 litro de agua con 250 gr de sal. Haz una pasta. Aplícala por las paredes del horno y deja que actúe durante 15-20 minutos. Después, retira los restos con una bayeta. Si el horno está muy sucio, deberás utilizar otras fórmulas, como una mezcla de vinagre y bicarbonato.

Mientras la mezcla hace efecto en el horno, puedes limpiar el microondas. Mete un vaso con un poco de zumo de limón y, programa el aparato a máxima potencia, durante un par de minutos. Esto hará que la grasa y suciedad incrustada se ablanden, de manera que será más fácil limpiarlos. Pásalos también por el exterior. Y, si no está encastrado, muévelo para limpiar la superficie donde lo tengas apoyado.

Cuando hayas terminado con estos electrodomésticos, limpia la campana extractora. Puedes colocar una olla en el fuego con agua para que el vapor ayude a que la grasa de ablande. Utiliza una bayeta con vinagre para retirar los restos. Después, repasa las rejillas y colócalas. También deberás limpiar la vitrocerámica o la placa de gas. Utiliza un limpiador específico o una mezcla de bicarbonato y vinagre a partes iguales. Haz una mezcla, extiéndela por la superficie y deja que actúe unos minutos. Después retira los restos con una bayeta.

Limpia las paredes

Si las paredes de tu cocina son de azulejo, será fácil limpiarlas. Tan solo tendrás que pasar una bayeta con vinagre para eliminar la grasa. Si están muy sucias, te recomendamos que te ayudes de un estropajo y jabón de lavavajillas. Aprovecha para limpiar también los interruptores y enchufes.

Si está pintada, lo normal es que la pintura sea plástica, de manera que valdrá con pasar una bayeta. Si son de papel pintado, será resistente también a la humedad, por lo que te servirá la misma solución.

Cómo limpiar la encimera según el tipo

Ya tienes casi todo limpio, con los electrodomésticos, armarios y paredes limpias, así como la encimera recogida, llega el momento de limpiarla. Sigue estas instrucciones según el material:

  • Mármol: utiliza un jabón neutro y una esponja que no raye. Y evita a toda costa el limón: sus ácidos lo dañarían
  • Granito: es sufrido y muy fácil de mantener: límpialo con agua y jabón, pero nunca con estropajos muy duros.
  • Madera: elimina las manchas de inmediato, cuanto más esperes más difícil será quitarlas. Límpiala con jabón neutro y evita mojarla mucho, un exceso de agua la deterioraría. De manera regular, aplícale un aceite especial para hidratarla.
  • Acero inoxidable: ojo con las rayaduras: limpia la encimera siempre con un paño suave y jabón neutro. Para darle brillo, basta con aplicarle unas gotas de aceite.
  • Sintética: no dejes recipientes calientes, es fácil que la dañen. Usa jabón neutro y aclara la encimera con una bayeta humedecida en agua caliente.

Barrer y limpiar el suelo: el último paso

El último paso en la limpieza de la cocina serán los suelos. Empieza barriendo y, aprovecha cuando tires los restos, para limpiar los cubos de la basura. Finalmente, utiliza un limpiador específico o vinagre para limpiar los suelos.

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Planning de limpieza de la cocina: cada cuanto limpiar cada cosa

En cualquier caso, el paso a paso que te ofrecemos es para una limpieza general de la cocina, pero puedes hacer un planning de limpieza con las zonas que deberías repasar a diario, semanalmente, cada mes, cada tres meses y cada seis. Así tendrás la cocina impecable dedicándole menos tiempo del que te imaginas.

A diario, con 15 minutos es suficiente

  • Cocina recogida. Conviene hacerlo antes de que acabe
 el día. Limpia la encimera y no dejes nada por lavar en el fregadero, lo que hoy son un par de tazas, en unos días serán una montaña de cacharos.
  • Revisa el horno. Si lo has usado, déjalo entreabierto para que se airee. Lava con un poco de bicarbonato la bandeja o los laterales del horno si han quedado restos a la hora de cocinar. Serán más fáciles de quitar si lo haces cuando el horno aún está caliente.
  • Barre y friega el suelo, si es necesario. Una opción natural que asegura la desinfección y el brillo a la hora de fregar es añadir al agua un chorrito de vinagre. ¡Y olvídate de los desinfectantes industriales!

El fin de semana

  • El turno de la nevera. Si el sábado sueles hacer la compra semanal, es el momento de pasar revista a la nevera. Aprovecha que está medio vacía para repasar los estantes y las paredes con agua impregnada en un poco de zumo de limón. Y si las gomas de la nevera acumulan suciedad, quítala con un bastoncito de algodón.
  • Sin grasa. Después de cocinar, limpia la campana y la placa de cocción a fondo con un producto antigrasa. Si es de gas, pon los quemadores en agua muy caliente, vinagre y un par de cucharadas de bicarbonato durante 1 h. Luego, friégalos con detergente. Repasa con agua jabonosa los frentes de los armarios y también los tiradores (son de lo que más se ensucia en la cocina).
  • El cubo de la basura. Merece una atención especial. Para desinfectarlo, hierve un poco de vinagre y cuando aún esté caliente frota el cubo, por dentro y por fuera. Deja actuar unos minutos y enjuaga con agua. Un truco para que no coja olor es poner un poco de bicarbonato en el fondo.

Una vez al mes

  • Horno y
 microondas, a fondo. Un truco muy sencillo que funciona para eliminar la suciedad sin apenas esfuerzo es calentar dentro del horno o del microondas un bol con vinagre y un chorrito de zumo de limón. Basta con unos minutos, así reblandece la suciedad, que será más fácil de quitar.
  • Griferías, como el primer día. La cal y los gérmenos son dos de los grandes enemigos de las griferías. Conviene desinfectarlas de manera regular limpiándolas con un poco de vinagre y, para que brillen, frótalas con un algodón impregnado de alcohol.
  • Revisar la despensa. Vacíala del todo y limpia las baldas y los botes, que también se ensucian, con agua jabonosa. Aprovecha para reordenar los productos colocando delante los que caducan antes.
Cajón de cocina abierto con botes de especias

Cada 3 meses

  • Baldosas y juntas. ¿Las baldosas han perdido su brillo original? Tiene fácil solución: pásales un paño con agua y zumo de limón. Las juntas suelen acumular más suciedad: frótalas con un cepillo de dientes con agua y jabón y, si hace falta, "píntalas" con un lápiz blanqueador.

Dos veces al año

  • Las zonas ocultas también existen. No solemos hacerle caso, pero la parte de atrás de la nevera también merece nuestra atención. Suele llenarse de polvo y al menos un par de veces al año conviene limpiarla. Muévela para acceder a ella y usa un paño atrapapolvo o un trapo mojado para que el polvo no se levante. Aprovecha para repasar las baldosas que quedaban ocultas.
  • Puesta a punto a los armarios. Tan importante es que estén limpios por dentro como por fuera. Vacíalos y limpia el interior con agua jabonosa y haz lo mismo con los frentes. Si son de cristal usa vinagre.

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