Plantas en el salón: 19 ideas geniales para decorar con ellas

Centra una estantería ligera en una pared del salón y coloca, a ambos lados, una planta de interior XL para darle simetría. Los ficus Adbijan son ideales porque son resistentes y necesitan pocos cuidados. ¿Sabías que son una de las cinco especies que recomienda la NASA para purificar el aire? En esta propuesta tan fresca de las interioristas Leticia y Gracia de Amescua las cortinas y las fundas de los cojines en verde armonizan con ellos. 

Una planta trepadora resulta una buena opción si la colocas en un mueble alto, tipo consola. Para decorar el salón, Asun Antó ha dispuesto un ejemplar en esta de madera dejando que sus hojas jugueteen con el resto de objetos: la vela y la lámpara de mesa. Y sobre la repisa de la chimenea, como es estrecha, ha optado mejor por plantas mini.

Si las macetas de tus plantas no son especialmente bonitas, camúflalas en cestas de mimbre. Darán al salón un aspecto cálido y relajado. En este se han elegido dos especies distintas, una kentia y una platanera, de diferentes tamaños y se han colocado en el suelo en cestas similares. Procura sacarlas del contorno de la alfombra para que no queden marcas.

¿Te gustan las especies de gran altura, kentias o árboles frutales, pero no sabes donde ponerlas para que no dificulten el paso? Prueba en una esquina o detrás del sofá. Además si las sitúas cerca de la ventana, tendrán toda la luz que necesitan. El sofá verde de terciopelo de este salón enfatiza su carácter eco.

¿Quieres llevar el jardín exterior al interior de tu salón? Coloca una planta alta, tipo palmera, junto a la zona de lectura, como ha hecho aquí la interiorista Aurora Monasterio. Su imponente presencia compite en protagonismo con la chaise longue. Ambas derrochan tanta personalidad que no necesitas de más elementos decorativos.

Si quieres que el continente tenga tanto éxito como el contenido, elige unos maceteros originales que le den carácter a las plantas y a la estancia. Monsteras, helechos o sansevierias quedarán estupendas si las colocas en maceteros altos a diferentes alturas. Así le darás dinamismo al salón. Estos de la imagen son de madera.

¿Tienes un mueble bajo en el salón? Además de aprovechar su interior para almacenar y su superficie como asiento, puedes decorar esta con plantas de tamaño mediano. Potos y ficus te vendrán de perlas. Son las elegidas por Pía Capdevila en este salón. ¡Cómo disfrutarás de sus vistas sentada en el sofá!

Tres formas diferentes de presentar las plantas en un aparador de madera: en maceta de mimbre, en tubitos de ensayo de cristal pensados para esquejes o en una urna de cristal donde agrupar un conjunto de mini crasas. Por separado o todas juntas, como ha hecho aquí Solange Van Dorssen, la verdad es que quedan la mar de bien.

Que una planta decora es indiscutible pero ¿te has parado a pensar que puede tener otras misiones? Aquí, por ejemplo hace de elemento separador entre dos ambientes: salón y comedor o salón y cocina. Imprescindible que sea una planta alta, como esta palmera elegida por Marta Jaúdenes en este espacio compartido.

¿Te gustan los bonsáis? Hazte con uno, por ejemplo, un árbol frutal y colócalo sobre la cómoda del salón. El secreto para que estas plantitas en miniatura duren y duren es no moverlos del lugar donde los situemos. Puedes acompañarlos de otras especies como helechos presentados en macetas de cerámica o preservados en urnas de cristal. ¡Qué bien queda esta composición en esta cómoda customizada!

Mira qué idea tan fantástica para decorar el hueco libre que queda entre dos sofás en forma de L: colocar una planta de altura y depositarla en un bonito contenedor de fibra natural. Si la acompañas de una cesta para guardar mantas, cerrarás el círculo de la zona social. La palmera de la imagen se situó detrás de la puerta de la terraza porque no es amiga de las corrientes de aire.

Libros, bandejas de madera, velas... y plantas. Son un must para decorar las mesas de centro. En el caso de las plantas puedes optar por poner un solo ejemplar o una composición de diferentes estilos de cactus, como la de la imagen. Procura que sean bajitas para que no entorpezcan la conversación. Presta atención a las macetas, elígelas con estilo y un nexo en común. Estas son de cerámica en verde y beis.

Pequeños setos tipo boj de formas redondeadas son ideales para colocar sobre la repisa de la chimenea. En esta de la imagen, al ser un modelo decorativo, se ha optado por una hiedra trepadora cuyas ramas se deslizan en cascada. ¿Te has fijado lo bien que armonizan el verde de las plantas y el dorado del espejo? Se han añadido macetas de helechos en la mesa de centro, similares a los expuestos en la terraza. 

¿Hay una zona en tu salón que es especialmente luminosa? Agrupa en él todas tus plantas y crea un maravilloso rincón para deleitarte la vista. En este de la imagen, monsteras, cintas, hiedras y aspidistras presumen de lozanía junto a la ventana. Se han colocado en el suelo depositadas en cestas de fibra y sobre la consola de madera, en portamacetas de cerámica blanca. El objetivo es el mismo: purificar el aire.

Si tu salón es pequeño y has optado por poner baldas tras el sofá para que ocupen menos espacio, alterna su decoración con libros y plantas. Coloca estas en los estantes superiores para darles absoluto protagonismo. También puedes acompañarlas, como aquí ha hecho la interiorista Cristina Pérez, con cuadros de motivos botánicos que logran el mismo efecto de frescor. 

Una zona muy habitual para colocar plantas en el salón —y la cocina— es el alféizar de las ventanas. En este de la imagen, se ha dispuesto un ejemplar de brezo silvestre. La maceta en cerámica azul comparte color con el sofá, la pantalla de la lámpara, el jarrón con mimosa y ¡hasta con las tapas de los libros! Con ello, la interiorista Carmen Figueras ha conseguido un efecto hipnotizante en el salón, donde se palpa un ambiente sereno.

Al igual que las plantas visten las mesas de centro, también arropan las mesas auxiliares. Estas como son pequeñas solo admiten en su superficie una única planta. Fíjate en el truco que ha empleado Paula Duarte aquí: ha utilizado unos libros para alzar la maceta; así queda proporcional en altura a la lámpara de sobremesa. Un cojín estampado con motivos botánicos en el sofá y el salón quedará redondo.

Este salón comedor exterior se usaba poco por la climatología del lugar. Natalia Zubizarreta lo cerró con un techo acristalado que se abre y se cierra para aprovecharlo todo el año. Lo amuebló y lo decoró con múltiples plantas, grandes y pequeñas, a modo de invernadero. Al estar más protegidas, esta solución permite optar por especies tropicales. 

El jardín exterior se integra perfectamente en este salón gracias a su amplio ventanal. La interiorista Blanca Figueras ha elegido plantas aromáticas sobre la mesa de centro, aloe vera en la repisa de la cristalera y, como colofón, un gracioso poto colgado del estor. Todas ellas, junto a la presencia de fibra, llenan de frescura y desenfado la estancia.