Dar la bienvenida al buen tiempo es taaaan fácil... Lo recibimos con los brazos abiertos tras un invierno que, aunque cada año es menos frío, se nos hace bastante largo. Por eso, cuando los termómetros empiezan a subir nos damos cuenta de que sí, de que realmente echamos de menos el sol, el terraceo y sobre todo, esos días que se alargan cada vez más. Estos 70 dormitorios te inspirarán para darle al tuyo un estilo fresco, acogedor y, sobre todo, ¡muy veraniego! 

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1.

Un look mediterráneo

Dormitorio de verano con cojines de rayas marineros y cuadro de madera en pared.

Banqueta, de Taller de las Indias.

El Mueble

El uso de blanco, madera y fibra consiguen la dosis perfecta de relax y armonía que necesita un dormitorio de verano. La interiorista Blanca Tey se ha encargado de equiparlo con un cabecero de obra y piezas de anticuario, como las originales mesillas de noche en azul cielo o la antigua cubierta de puerta que decora la pared y hace de cabecero. En la ropa de cama no podía faltar el guiño marinero, azul y con rayas, que aporta frescor.

2.

Dormitorio de verano conectado con el exterior

Dormitorio de verano decorado en tonos neutros.

Cabecero realizado a medida por Pétit Côté Decó en madera de roble y lino blanco. Cómoda a modo de mesilla, de Blanc d'Ivoire. Lámpara, de Q&Q. Ropa de cama, de Vent du Sud.

El Mueble

La clave de este dormitorio es la conexión con el exterior. Tiene acceso directo al jardín y goza de grandes puertas que dan luz natural a la estancia y permiten que las vistas panorámicas sean parte de la decoración. La brisa y los sonidos relajantes del entorno se filtran en el dormitorio y ponen su granito de arena a la hora de crear una experiencia relajante y revitalizante en la estancia.

3.

Romántico y fresco

Dormitorio de verano con vigas de madera y revestimiento en arco en zona de cabecero.

Cama, de Mestre Paco. Lámpara de techo, de Tot Interiors. Banqueta, de Stand del Mueble. 

El Mueble

Si tienes una casa de campo, deberías respetar las tradiciones arquitectónicas de la zona ¡incluso en el dormitorio! Mira este cuánta personalidad transmite con su arco de piedra marés (típica de Baleares) que, integrado en la pared, hace las veces de cabecero, enmarca la cama y le da frescor. Las vigas de madera, el uso de lino en textiles, los tonos verdes y la cama con dosel, elegida por las interioristas Marta Jaúdenes y Olivia Reina, del Estudio LF91, refrescan la estancia y le dan un aire romántico.

4.

El compañero ideal para las noches de verano

Dormitorio de verano moderno con cabecero en hornacina y ventilador de techo.

Proyecto de ST Interiorismo. Lámpara de techo, de Gonu Iluminación. Banco, de Omnibus. Funda nórdica y plaid, de Caravane, en Filocolore. Cojines y plaid de lino, de Le Monde Sauvage. 

El Mueble

Un ventilador de techo blanco se convierte en una pieza clave en este encantador dormitorio para mantener una sensación de frescura durante las calurosas noches de verano. Su diseño elegante y minimalista se integra perfectamente con la decoración, aportando un toque de funcionalidad y estilo. Los textiles, tanto en la ropa de cama como en las cortinas y los cojines, se han elegido en tonos blancos y rosas que contribuyen a crear una atmósfera suave y delicada.

5.

Con las mejores vistas

Dormitorio de verano con techo de vigas de madera y acceso al jardin

Cómoda, de Tikamoon. Alfombra, de Can Garanya. Butaca Grignoon, de Kave Home. Proyecto de Cel-Ras Arquitectura.

El Mueble

Este dormitorio, con techos altos, vigas vistas de madera y la cama estratégicamente ubicada para aprovechar al máximo las vistas exteriores y sentir la brisa, es un refugio perfecto para disfrutar de la temporada estival. Con muebles de madera, textiles en color beige y discretos estampados florales en tonos azules, el espacio transmite una sensación de frescura, serenidad y conexión con la naturaleza. Es un lugar ideal para relajarse, recargar energías y disfrutar al máximo de los días de verano.

6.

Fibra, el material del verano

Dormitorio de verano con cabecero de fibra y ropa de cama blanca y ocre.

El cabecero es una alfombra de Zara Home. Mesita de noche, de Jordi Quintana en Imo. Cortinas confeccionadas con tela de La Maison. 

El Mueble

Introduce en tu dormitorio alguna pieza de fibra natural y lograrás que se instale en él el verano, como por arte de magia. La interiorista Júlia Casals optó por colocar un cabecero, diseñado por ella, a partir de una alfombra de ratán y lo acompañó de una alfombra del mismo material. El resultado fue este dormitorio fresco y súper alegre.

7.

Verano en un entorno rústico y encantador

Dormitorio de verano rústico con muebles de madera pintada.

Proyecto de Carolina Sánchez Vadillo. Cabecero antiguo. Ropa de cama, de Zara Home. Mesita y alfombra, de La Casa de Los Tomillares. Apliques de latón, de La Jaula del Grillo.

El Mueble

Con un techo con viguería vista pintado en blanco, muebles clásicos pintados en colores claros y carpintería de madera oscura, en este dormitorio se ha creado una atmósfera serena, fresca y natural. Delicados arreglos con flores silvestres y el verde de los árboles que se cuela por la ventana realzan esa sensación.

8.

Ambiente playero

Dormitorio de verano con banco al pie de la cama.

Banqueta, de Cosydar. Colcha, almohadas y funda, de Filocolore. Ventilador, de Faro. Alfombra y cojines a rayas, de Calma House, Cortinas de lino, de Yutes.

El Mueble

El banco de obra que recorre la pared que queda frente a la cama pone un toque rústico y auténtico en este dormitorio, creando una sensación de serenidad y conexión con la naturaleza. La paleta de colores predominante es el blanco y el azul, inspirados en el paisaje costero mediterráneo.

9.

Madre tierra

Dormitorio de verano con techos abuhardillados y ropa de cama beige.

Baúl y cortinas, de Giulana B. Arte y Decoración. Cama de hierro, de Cándida Taylor.

El Mueble

Los colores serenos y naturales, como la gama de los tierra, son perfectos para crear ambientes relajados. Y si no mira bien este dormitorio ¿a qué desprende altas dosis de tranquilidad? Y esas palmeras que se divisan por la ventana ¡qué fresquito desprenderán por la noche!

10.

Duerme en la playa

Dormitorio de verano abierto a la terraza decorado en blanco y ropa de cama azul.

Cama con dosel, alfombra y ventilador de techo, en Cassai Home & Fashion.

El Mueble

Es lo que sentirás tumbada en esta amplia cama con dosel de estilo colonial. El dormitorio se ha ubicado frente al mar, junto a la terraza, con unas cristaleras que se abren y cierran al gusto. ¡En una estancia así solo te apetecerá desconectar, presenciar cada uno de los atardeceres al fresco y dejarse mecer por el vaivén de las olas! En definitiva, disfrutar del verano.

11.

Veraniego y con un look boho chic

Dormitorio de verano con ropa de cama blanca y cojines y plaids en tonos tierra y verdes.

Butaca y lámpara de Miv Interiores.

El Mueble

Este dormitorio transmite sensación de verano. Por su decoración minimalista y con un aire boho chic tan característico de Formentera, y por sus hipnóticas vistas al jardín, que colorean e inundan de frescor la habitación. 

12.

Decoración de verano en tonos apagados

Dormitorio de verano con cabecero tapizado en blanco.

Proyecto de Synne Brendmoe. Cabecero y mesita de noche, de Sandon. Papel pintado de rafia, de Élitis.

El Mueble

Con la combinación de tonos blancos y rosas, en este dormitorio se ha creado un oasis de tranquilidad y frescura ideal para descansar durante los cálidos días de verano. Los detalles en madera clara añaden un toque de calidez y naturalidad al espacio y la rafia que decora la pared del cabecero, no solo suma textura y estilo, sino que también potencia la sensación de calma y relax que se respira en la habitación. Por último, una lámina con la escena de una playa captura la esencia del océano y se convierte en punto focal de la decoración.

13.

Apuesta clásica

Dormitorio de verano elegante de estilo clásico.

Proyecto de La Albaida. Mesita y lámpara, de Pantay. Cuadros, de Fernando Moreno. Banco, de Mandrágora. Alfombra, de Teklassic.

El Mueble

En este elegante dormitorio de estilo clásico, se ha logrado una combinación perfecta entre la serenidad del ambiente y el toque refrescante del azul de una piscina de verano, que se cuela sutilmente en la decoración.

14.

Todo (o casi todo) al blanco

Dormitorio de verano moderno en blanco y negro.

Proyecto de Pablo Villarroel.

El Mueble

Con muebles de líneas limpias, el blanco como color protagonista y pinceladas de contraste en negro que ponen ese punto moderno y sofisticado en la decoración, este dormitorio es un espacio contemporáneo y luminoso. La disposición de la cama frente a las puertas acristaladas permite disfrutar de las vistas y la luz natural del verano.

15.

Esas siestas de verano…

Dormitorio de verano con visillos y estor de color crudo.

Proyecto de Marta Bosch.

El Mueble

En este acogedor dormitorio de verano, los visillos juegan un papel fundamental al filtrar suavemente la luz solar, creando una atmósfera relajante y propicia para el descanso. Durante las horas de mayor calor o cuando se busca un ambiente más íntimo, basta con cerrar las persianas de madera que también visten la ventana.

16.

100% mediterráneo

Dormitorio de verano decorado en tonos neutros y suaves

Colcha y cuadrante a rayas, de Libeco. Lámpara de techo, de Aquitania. Mesita, de Ethnicraft. Cortinas de Yutes.

El Mueble

En la decoración de este dormitorio se apostó por recrear la esencia del verano mediterráneo. El color blanco de paredes y techo brinda luminosidad y amplitud al espacio, mientras que los detalles en azul aportan frescura y vitalidad. Los estampados a rayas, un elemento distintivo de este estilo, aportan el toque náutico.

17.

Un dormitorio de verano con una terraza privada y vistas al mar

Dormitorio de verano con cama con dosel y ropa de cama azul.

Cama con dosel de Aquitania. 

El Mueble

Este dormitorio es una postal de verano. En blanco, con una terraza privada para disfrutar de los atardeceres al fresco y con vistas despejadas al mediterráneo. El blanco, que se impone en paredes, cortinas y la cama con dosel, contribuye a refrescar el espacio. 

18.

Con un refrescante papel pintado de motivos étnicos

Dormitorio de verano con papel pintado azul y verde en el cabecero y ropa de cama blanca.

Papel pintado de Gasto´n y Daniela. Cabecero de TC Collection. Ropa de cama de Lo de Manuela. Mesillas y co´moda de Crisal.

El Mueble

La decoradora Natalia Zubizarreta apostó por el papel pintado para decorar este dormitorio y ponerle esa nota de frescura y de mar que este espacio, a un paso de la playa, pedía. La ropa de cama blanca y los cojines decorativos en verde y azul, a juego con el papel, completan un look veraniego y estiloso. 

19.

Un dormitorio en suite fresco, natural y veraniego

Dormitorio de verano con ropa de cama blanca y elementos en madera.

Cabecero, mesita de noche, lámpara de techo y ropa de cama, en Catalina House. 

El Mueble

Este dormitorio respira un aire zen. Y la decoración minimalista y sobria y la pátina de color arena que unifica el dormitorio y el baño son en gran medida responsable de ello. Un gran ventanal diluye las barreras in & out y abre este espacio a su maravilloso exterior. En este dormitorio, proyectado por GCA Architects, siempre es verano. 

20.

Romántico y veraniego, con una cama con dosel

Dormitorio de verano con cama con dosel y ropa de cama de color verde.

Cama con dosel realizada a medida por Barr Baleares, cabecero con tela de lino de Designers Guild y mesita de noche de Graham & Green. 

El Mueble

El equipo de LDFL Studio vistió este dormitorio romántico con una cama con dosel, que "llena" el espacio y crea esa atmósfera femenina, delicada y relajante. Las caídas en lino decoran y sirven de improvisadas mosquiteras en verano. 

21.

Un dormitorio campestre con ventanas al jardín

Dormitorio de verano de estilo campestre con ropa de cama de tonos tierra.

Cabecero de forja, en Serrallería Mase. Mesita de noche, en Aquitania y banqueta, en CHM Studio. 

El Mueble

En este dormitorio, decorado por Chari Manzano, el jardín parece colarse dentro de casa gracias a su hilera de ventanales. En este verde provenzal dan un aire fresco y natural de este espacio. Las fibras naturales, de la alfombra, la banqueta, la butaca o las lámparas, suman ligereza y refuerzan este sabor natural. 

22.

Con un cabecero murete que separa el dormitorio del baño

Dormitorio de verano con ropa de cama azul y blanca.

Cama de Carpintería Sampietro. Lámpara de sobremesa de Rialto Living y banqueta de Let's Pause. 

El Mueble

Este dormitorio respira un aire campestre actualizado. Su techo de vigas de madera y la selección de piezas de aire artesanal, como la escalera o la banqueta de madera, dan ese toque natural, mientras que el suelo de microcemento aporta una pátina más actual. El murete, que no llega hasta el techo para sumar luz, sirve de maxi cabecero y separa la zona de cama del baño en suite. 

23.

Decorado con piezas recuperadas y de anticuario

Dormitorio de verano de estilo clásico con alfombra kilim y estructura de cama de madera oscura.

Cama y co´moda de anticuario. La´mparas y cortinas de El Corte Ingle´s. Mesilla de Crisal Decoracio´n. Color de la carpintería Skylight de Farrow & Ball.

El Mueble

La decoración de este dormitorio, que pertenece a un cortijo del sur, combina una base tradicional con piezas escogidas de herencia y de anticuario, como la cama de madera, la cómoda y la mesilla. Aunque se impone una base en blanco, se han buscado toques de color, con las puertas y porticones de este suave azul cielo, o la alfombra multicolor. 

24.

Un dormitorio de verano pequeño con vistas al mar

Dormitorio de verano con vistas al mar, ventilador de techo y ropa de cama blanca y beige.

Apliques y cojines de Maisons du Monde. Ventilador de techo de Leroy Merlin. 

El Mueble

Cuando desde la cama ves el mar, como en este dormitorio decorado por Ángeles Rodés, nada debe competir con las vistas. La decoradora apostó por una decoración muy neutra y minimalista, que además de ceder el protagonismo al mar, aligera un dormitorio pequeñito. El blanco de paredes y estores y una ropa de cama en un suave beige refrescan una atmósfera que invita al descanso. 

25.

Un dormitorio de aire rústico con una refrescante pared en verde

Dormitorio de verano con pared del cabecero en verde, cabecero de madera y ropa de cama blanca.

Cabecero hecho por un artesano almeriense en marqueteri´a de olmo, el color de la pared es el Gris Jungla de Valentine y el mueble bajo la ventana es un diseño realizado a medida por la decoradora. 

El Mueble

Este dormitorio, decorado por Bàrbara Serra, respira un aire rústico pero urbano. El precioso techo tipo volta catalana le da carácter sin restar luz, gracias al entrevigado en blanco, y el verde con el que la decoradora ha pintado la pared del cabecero evoca la naturaleza y crea un refrescante efecto envolvente. 

26.

Estiloso y con un total look en blanco

Dormitorio de verano con ropa de cama blanca y lámpara grande de tela.

Lámpara de techo de Ay Illuminate y alfombra de Zara Home. 

El Mueble

Pocos colores dan tanta sensación de frescor como el blanco. Con la ventaja de ser una opción muy versátil, ya que basta vestir el espacio con textiles abrigados para caldearlo de inmediato. Aquí, la decoradora Isabel Otero ha optado por un total look en blanco, que crea una atmósfera sosegada, fresca y serena, y lo ha vestido con toques de estilo, como los azulejos artesanos junto al cabecero, que dan un toque delicado y chic con sus brillos.

27.

Con un original papel pintado de cuarterones

Dormitorio de verano de estilo clásico con papel pintado en la pared del cabecero y ropa de cama azul y blanca.

Banqueta de Better & Best, apliques de Maisons du Monde, galán de noche de De Natura y alfombra de KP.

El Mueble

Este dormitorio, decorado por Isabel Flores y Nuria Almansa, es una invitación al descanso. Blanco, con pinceladas clásicas, como la banqueta a pie de cama o el galán de noche, y toques de estilo, como el original papel pintado de la pared del cabecero que simula cuarterones, es fresco, ligero y muy veraniego. 

28.

Un dormitorio campestre en blanco que respeta la tradición

Dormitorio de verano con techos abuhardillados blancos, ventilador de techo y textiles en color mostaza.

Butaca, escritorio, la´mparas y sillas de Segunda E´poca. Ropa de cama de Zara Home.

El Mueble

El blanco es impone en este dormitorio, presente en las paredes, las vigas del techo y las contraventanas de madera maciza, logrando un look relajante, tradicional y una base perfecta para el resto de elementos, como la butaca o la silla de aire francés o el precioso suelo tradicional de barro cocido. 

29.

Un dormitorio campestre de sabor provenzal

Dormitorio de verano de estilo campestre con vestidor tras el cabecero y ropa de cama blanca y terracota.

Cabecero y cortinas de Gla Empordà. Butaca de Crearte Colecctions y banqueta de Tine K Home. 

El Mueble

Este dormitorio, decorado por Marta Xucla` y Blanca Berenguer, respira un sabor provenzal. Para lograr este aire campestre ligero y luminoso se ha partido de una paleta croma´tica dominada por el blanco en todos sus matices ca´lidos, creando una base serena y acogedora. Pocas piezas y sencillas para no recargar un espacio de por si´ bello. Y las notas de color (beiges y rosas empolvados) sutiles y sin contrastes marcados.

30.

Equilibrio cromático

Dormitorio de verano con ventilador de techo y ropa de cama azul y blanca.

Mesita y silla de mimbre, de Mestizo Store. Lámpara de pie, de IKEA.

El Mueble

Si te gustan los tonos oscuros para vestir la cama por el contraste que se produce con el blanco de las paredes, pero temes que quede un dormitorio demasiado serio, equilibra. ¿Cómo? Elige muebles y complementos de materiales frescos que aporten calidez, como madera y fibra natural, y algún toque mostaza que dinamice. ¡Nos encanta el ventilador de techo vintage, a juego en color con el banco a pie de cama y ese sobre de cuero entrelazado! 

31.

Para relajarte mejor

Dormitorio de verano con paredes de piedra blancas y ropa de cama en blanco y tonos pastel.

Mesita de noche, de Becara y aplique, de Naluz.

El Mueble

El dormitorio es la estancia de descanso por excelencia. Necesita una deco en la que predominen colores suaves que inviten a la relajación, pero sin caer en el aburrimiento. Fíjate en esta estancia de paredes imperfectas pintadas de blanco acompañadas de textiles en tonos azul turquesa, gris y coral. ¡Irresistible!

32.

Abierto al mar

Dormitorio de verano con ropa de cama en blanco y aguamarina con ventilador de techo.

Cabecero tapizado, mesitas de noche y lámpara turquesa, en el Estudio Del Pino del Valle. Alfombra, de KP. Telas de las cortinas, de Dedar. 

El Mueble

Tener como vecino de enfrente al mar es toda una ventaja en un dormitorio de verano. Para decorarlo qué mejor que optar por una base neutra y pequeñas pinceladas de turquesa, en detalles. Es lo que ha hecho en este de la imagen la interiorista Cristina del Valle, garantizando la luminosidad y el frescor, a partes iguales.

33.

Con salida al jardín

Dormitorio de verano con papel pintado geométrico en la pared de cabecero y ropa de cama blanca y mostaza.

Cabecero de lino modelo Recto, de Casa y Campo. Papel pintado, aplique Birdy y alfombra de sisal, en Proyecto 3 Interiorismo. 

El Mueble

Si te gusta el dibujo capitoné pero ya tienes tu cabecero recién tapizado de lino, llévalo a tu dormitorio de verano de manera original. Forrando un asiento o revistiendo la pared del cabecero, como han hecho aquí las interioristas Cristina Afán de Ribera y Loreto Valbuena. Para ello han elegido un papel pintado geométrico que simula el trazado capitoné. Además de fibra y madera han utilizado piezas de metal que aligeran el cuarto.

34.

Navy actualizado

Dormitorio de verano con ventilador de techo y ropa de cama étnica en blanco y gris.

Papel pintado, de Phillip Jeffries. Estantería con cajones, de The Room Studio.

El Mueble

Las clásicas rayas azul marino —que tan bien definen el sentir vacacional— han dado paso en este dormitorio abierto al jardín a otras en gris que lo actualizan. Las vemos en la ropa de cama y también en la original pared del cabecero revestida con papel textil de algodón. El ambiente sosegado y refrescante que se respira es obra de The Room Studio que, como en toda la casa, buscaba "darle un punto de sofisticación a cada estancia". El resto de la casa se reformó para disfrutar de las vistas.

35.

Con vistas espectaculares a la costa

Dormitorio de verano con vistas al mar y ropa de cama rosa.

Mesita de noche, de Maisons du Monde. 

El Mueble

Despertarte cada mañana y ver en primer término la isla de Portitxol en Jávea es todo un lujo. Más que un dormitorio de verano parece un balcón al mar. El interiorista Pablo González enfrentó la cama a la ventana para que sus dueños pudieran disfrutar de unas vistas  de postal. Ropa de cama en color coral y piezas de fibra lo completan.

36.

Con el verde del jardín integrado

Dormitorio de verano con acceso al jardín, cabecero de capitoné blanco y ropa de cama verde y blanca.

Cabecero, cama, cortinas de lino y mesita de noche, de Freer Living. Banqueta, de Tine K Home. 

El Mueble

Si tu dormitorio da a zonas ajardinadas, lleva ese ambiente fresco a su interior. Es lo que hizo en este cuarto de tonos neutros la interiorista Paula Rombys al escoger la colcha en el mismo tono verde que los árboles del exterior. ¡Qué manera tan sencilla de conectar con la naturaleza! Una butaca de lectura y un banco a los pies de la cama refrescan la estancia.

37.

Flores y azul, la combinación más estival

Dormitorio infantil de verano con papel pintado floral azul y blanco.

Mesitas de noche, de Hanbel. Papel pintado, de Cole & Son. Cojines y plaid, de Deco & Living. Colcha de Zara Home. Edredón y almohadas, de Sandra Marques.

El Mueble

¿Quieres prolongar el verano en tu dormitorio? Integra flores naturales o como principal motivo en ropa de cama o revestimientos. Elige un color fresco y el resultado saldrá reforzado. Las interioristas Marta y Marieta Yanguas y Marta Gómez de la Serna optaron en este dormitorio infantil por cubrir la pared del cabecero con un papel de florecillas azul provenzal. Color que también eligieron en la puerta de entrada y los textiles.

38.

En verano, mucha calma

Dormitorio de verano en tonos rosados.

Mesitas de noche, de Sacum.

El Mueble

El rosa es un color alegre que transmite mucha calma por lo que llevarlo a tu habitación será una gran idea. La interiorista Marta Tobella ha utilizado un tono asalmonado en el cuadro que decora la pared y va in crescendo en la ropa de cama. Junto a él, el gris pone la nota de contraste.

39.

Un dormitorio de playa

Dormitorio de verano con vistas a la playa y cojines a rayas azules y blancas.

Funda nórdica, de Filocolore. Cojines de rayas y con tela camisera, de Sira. Mantas, de Zara Home. Lámpara aplique, de Sacum.

El Mueble

La vista de la playa bajo la terraza se refleja en la cama de este dormitorio de verano decorado por la interiorista Marta Tobella en azul y beis, los colores del mar y la arena. Exterior e interior se aúnan en un mismo escenario.

40.

Blanco con notas marineras

Dormitorio de verano en blanco con butaca, banco y silla de fibras.

Cabecero realizado a medida por Cusó Tapissers con tela de Güell-Lamadrid. Banqueta, de Tine K Home. Alfombra, de Zara Home.

El Mueble

Los colores elegidos en la ropa de cama son capaces de transformar un dormitorio de invierno en uno de verano. Los tonos terrosos que hace meses vestían de calidez la cama ahora se han sustituido por azules lisos y rayados que le dan un aire marinero. La presencia de piezas de fibra ponen la nota refrescante y el orden rebaja la temperatura.

 

41.

Lleno de vida

Dormitorio de verano en tonos mostaza.

Cabecero, de Decolur Sofá. Butaca, de Tabu. Lámpara de pie, en Bazar Decoración. Alfombra, de Gancedo. 

El Mueble

El sol radiante de los días de verano cobra vida en este dormitorio gracias a los tonos mostaza que visten la cama. Los tonos arena del pavimento de madera, la pantalla de la lámpara y la butaca le hacen súper acogedor. Para equilibrar tanto chute de luz, la interiorista Sandra Vergara cubrió el suelo con una alfombra de motivos geométricos en azul.

42.

Beige en verano, marrón en invierno

Dormitorio de verano de estilo clásico y con vigas de madera en tonos arena.

Proyecto de la interiorista Paula Rombys.

El Mueble

En zonas de sierra y montaña, las noches de verano suelen ser frescas. En este dormitorio clásico, la interiorista Paula Rombys juega con los tonos terrosos de la estructura de la cama para combinar las mantas, según la temporada. En verano, la manta beis suaviza y refresca el ambiente, a juego con las vigas, el suelo y las contraventanas. En invierno, cede su puesto a la manta más oscura que es la que queda a la vista.

43.

Un paseo por el campo

Dormitorio de verano en tonos rosas con banco mirador.

Escritorio y silla, de El Rastro. Manta y cortinas, de Ikea. Estor, de Aki. Cuadro, de Marta Gómez de la Serna.

El Mueble

¡Cuánto nos gusta el uso del rosa empolvado en los dormitorios de verano! Da una sensación de paz que te hace sentir súper a gusto. En este dormitorio rústico, las interioristas Marta y Marieta Yanguas y Marta Gómez de la Serna llevaron ese color a los textiles que cubren la cama y al banco mirador con vistas al campo.

44.

Rodeados de agua

Dormitorio de verano con cama de dosel y textiles en tonos blancos y azules.

Mueble bajolavabo, de Mi Casa. Cojines y plaids, de La Maison. Dosel similar, en Guell-Lamadrid.

El Mueble

¿Hay algo más refrescante que despertarse por la mañana y que la primera visión sea un jardín con piscina? Es lo que ocurre en este dormitorio en suite vestido de azul, en el que además se han integrado la bañera y el lavabo como un guiño a la proximidad del mar. ¡Todo un paraíso hecho a medida! 

45.

Aires de campo

Dormitorio de verano con techo y ventana de madera y textiles de tonos claros.

Cabecero a medida, diseñado por la decoradora. Banqueta y flexo, de Sacum.

El Mueble

Madera, fibra y rayas es la combinación súper refrescante de este dormitorio propiedad de la interiorista Marta Tobella. Eso sí, en esta ocasión el tradicional azul da paso al gris y al negro para poner el contrapunto al luminoso blanco.

 

46.

Disfruta de La Edad de Piedra

Dormitorio de verano con pared de piedra y ropa de cama de lino beige.

Mesitas, lámparas y alfombra, en Dadá Interiors. Banco, de Filocolore.

El Mueble

Resistente, duradera y sostenible, la piedra es además el mejor aislante natural tanto térmico como acústico, con lo que restaurar o instalar este material en fachadas e interiores equivale a tener frescor y tranquilidad garantizados. En este dormitorio de techos altos, se ha respetado dejándola a la vista en una de las paredes. ¡Menudas siestas al fresco se avecinan en él! 

47.

Ventilado y fresquito

Dormitorio de verano con cabecero de madera y ropa de cama azul y blanca.

Cabecero de roble, restaurado por Tocat pel Vent. Apliques Olaf de Faro Barcelona. Alfombra, de Tejidos Noel. Mesitas de noche, en Matèria. 

El Mueble

El azul grisáceo de textiles y carpintería envuelven de frescor a este dormitorio que destaca por su anchura, su impresionante cabecero de madera y las antiguas contraventanas lacadas en azul apoyadas en una pared. Fíjate cómo los rayos de sol frenan su presencia justo a los pies de la cama, como si al llegar a la colcha los repeliera. 

48.

Un trocito de mar

Dormitorio de verano con ropa de cama en azules y blancos.

Cabecero, ventilador y escalera, en Sacum.

El Mueble

Azul bebé, turquesa, índigo... No hay nada como mezclar varios tonos de azul para bajar los grados a una estancia. Es lo que se ha hecho en este dormitorio al vestirlo con ropa de cama que salta del azul al verde y viceversa. El cabecero y la escalera de madera, más la presencia de fibra, aportan naturalidad a un ambiente ya de por sí sencillo.

49.

Y la pared mitigó el calor

Dormitorio de verano con pared empapelada y ropa de cama gris claro y blanco.

Dormitorio revestido de madera.

El Mueble

Los papeles pintados también juegan un papel primordial a la hora de refrescar y renovar una estancia. Opta por tonos verdes, azules o neutros y estampados ligeros a base de motivos botánicos, marineros o florales, como el de este dormitorio tan delicado. Si empapelas solo una pared, por ejemplo la del cabecero, evitarás saturar el ambiente.

50.

Florido, hermoso y fresco

Dormitorio con papel pintado en paredes y techos con estampado de flores azules.

Cómoda y papel pintado, de Laura Ashley en Federica & Co.

El Mueble

El amarillo del sol y el azul del mar forman un buen equipo ¡y si no mira lo bien que armonizan en este dormitorio tan fresh! ¿Qué te abruma ver el papel pintado también en el techo? Déjalo en blanco ¡y listo!

51.

Todo al blanco

Dormitorio de verano con cama con dosel y muebles y ropa de cama blanca.

Dormitorio blanco con pared curva.

El Mueble

Ya sabemos que te encantan los dormitorios blancos llenos de luz pero ¡ojo! porque abusar de este no color puede saturar tu retina y darte un "flashazo" nada agradable. Lo mejor es introducir en él pequeños toques cromáticos en azul o verde —depende de lo que veas a través de la ventana, el mar o un jardín—. Con este tip, lograrás minimizar tanta luminosidad y reducir unos grados la temperatura focal. Por cierto ¿te has fijado en las formas sinuosas del dosel? 

52.

Muy cerquita de la playa

Dormitorio de verano con cabecero de madera natural y lámpara de fibras.

Cabecero de madera de teca, banco y lámpara, de Sacum. Lámpara de techo en Ladies and Gentleman. Cortinas y alfombra, de Filocolore.

El Mueble

La proximidad de la arena y el mar se dejan notar en este dormitorio que ha adoptado la madera natural en su cabecero y los tonos aguamarina en la ropa de cama. Permanecer en él y cerrar los ojos será una sensación muy parecida a pasear por la orilla de la playa sintiendo el roce de las olas sobre los pies.

 

53.

Minimalismo en estado puro

Dormitorio infantil de verano  en blanco con camas de obra.

Camas diseñadas por ND Disseny Interiors. Lámparas flexo y de techo, en Maisons du Monde.

El Mueble

Cuantos menos accesorios tenga un dormitorio, mejor. La abundancia de objetos, sobre todo en entornos infantiles, crea desorden y eleva la temperatura. Unas camas básicas, como estas literas de obra, sobre un colchón firme y una ropa de cama de algodón en tonos sosegados serán suficientes para vestirlas y refrescarlas. El curioso diseño de las literas espaciadas evitará que los niños se sientan encajonados uno sobre otro. Una caja boca abajo servirá de mesilla y unas cestas bajo la cama almacenarán juguetes y libros.

 

54.

Abierto a la terraza

Dormitorio con cama con dosel de madera y ropa de cama blanca y mostaza.

Dormitorio con dosel de madera y textiles blancos.

El Mueble

Tarima, cabecero y dosel de madera en una sola pieza. Cortinas blancas, frescas y livianas que dejan pasar la luz lo justo y ropa de cama en tonos beis y mostaza para dinamizar el dormitorio, abierto a una amplia terraza. ¿Quién no querría dormir aquí y enmarcar sus sueños?

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Salpicada de azul

Dormitorio de verano con todo en blanco y plaid en azul.

Plaid azul, de Filocolore. Cojines de rayas, de India & Pacific y Siri. Alfombra de fibras, similar en Made.com

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Divisar el faro o una luz lejana perteneciente a un barco mercante es una gozada. En este dormitorio, decorado en beis y azul, lo tienen fácil mientras se relajan plácidamente tomando la última copa en la terraza o tumbados dispuestos para dormir mientras se oye a lo lejos una sirena. El proyecto es de Alto Interiorismo/Grupo Integra. ¿Quieres conocer el resto del apartamento de verano?

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Para espíritus marineros

Dormitorio de verano de estilo marinero.

Papel pintado, de La Maison. Lámpara de sobremesa, de Pardo. Sábanas y cojines, de Lexington. Cesto, de Let's Pause.

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Si tienes alma de marinero/a, este dormitorio te enamorará. Su estilo navy no solo se deja entrever en la ropa de cama y en las cortinas a rayas azules y blancas, sino que se ha enfatizado aún más con un precioso papel con barquitos veleros navegando por el cabecero. ¿Puede haber algo más fresco?

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Un dormitorio con zona chill out

Dormitorio de verano con cortinas estampadas y ropa de cama blanca.

Cortinas con telas de Designers Guild y plaid de La Maison. 

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El blanco se siente muy bien acompañado en este dormitorio por malvas, lilas y azules, que decoran tanto los textiles de la cama y la puerta como la carpintería de la ventana. Colores frescos que evocan la isla de Formentera, donde está ubicada la casa. Si así de bohemio es el dormitorio, ¡no te pierdas el resto de la casa! ¡Todo un canto a la libertad!

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El mar (y la luz) como inspiración

Dormitorio de verano con cabecero a medida de madera y ropa de cama azul y blanca.

Cabecero diseñado por Grup Escrivá. Colchas de La Maison, espejo y banqueta de Velafusta.

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Cuando el mar se cuela por tu ventana ¿qué mejor manera de vestir la cama que con sus colores? Aquí se han combinado las sábanas de lino en color azul con una colcha y unos cuadrantes blancos. Y así quedan ¡tan frescos!

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Entre mediterráneo y tropical

Dormitorio de verano con papel pintado con flores verdes en la pared del cabecero.

Papel de Lara Cosfafreda, en Coordonné. Banco restaurado por Ruedeco. Plaid verde, en Deco & Living. Lámpara de techo, de Natura Casa.

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Los motivos botánicos son perfectos para refrescar cualquier ambiente, y en el dormitorio quedan perfectos. Prueba de ello son los magníficos helechos que salpican la pared de este cabecero. ¿No te parecen ideales? También se llevan palmeras, hojas de monstera y ramas de algodón, que causan el mismo efecto. Y como fiel compañero cromático, al verde le acompaña un alegre amarillo en su versión más apagada, el mostaza. Lo vemos en la ropa de cama que transmite la vitalidad precisa para mantener una actividad relajada. Y en cuanto a los materiales, fibra y lino son los elegidos. ¿Te gustaría hacer una escapada a esta casita rústica de Cádiz?

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Aquí se descansa

Dormitorio de verano con techos de madera pintados en blanco, igual que la ropa de cama.

Ropa de cama y plaid de lino, de Filocolore. Banco y bandeja encima, en La Maison. Mesita, de Coco-Mat y jarrones, de Sacum.

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Si el exterior de tu dormitorio está rodeado de árboles tiene muchas papeletas de ser un lugar fresco. Como este de la imagen, que estrena look con vigas reformadas, vestidor y abierto al baño. Se vistió de lino en colores crudos lo que aumenta aún más la sensación de paz que lo envuelve y la invitación al descanso. El proyecto de Lizarriturry Tuneu es digno de ver. 

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Verde que te quiero verde

Dormitorio de verano con pared de madera en el cabecero.

Dormitorio con pared del cebacero revestida en madera.

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La calidez de la madera se equilibra con la frescura de los textiles en un color verde. El resultado es este dormitorio acogedor que impregna de serenidad el ambiente. ¿No te parece perfecto?

 

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Tonos empolvados

Dormitorio infantil de verano con dosel y ropa de cama blanca.

Baúl, en Home Makers.

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El rosa, el lila o incluso el beis de la ropa de cama y los cojines tienen un punto empolvado que los hace cálidos y frescos a la vez. La puerta pintada de azul es todo un acierto porque lo asocias inmediatamente a esos pueblos marineros que pueblan el Mediterráneo. ¿Te has fijado en el divertido dosel en forma de carpa?

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Bendito verano

Dormitorio de verano con ropa de cama beige y papel pintado de rayas.

Papeles pintados, de Clarke & Clarke.

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¿Te gustaría que tu dormitorio transmitiera vivir en un eterno verano? ¡Este lo hace! Con el mar que se cuela por la ventana, el azul se ha trasladado a los papeles pintados y a la colcha de Toile de Jouy, a juego. Un resultado muy romántico ¿no te parece?

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Colorear el blanco

Dormitorio de verano de estilo clásico con todo blanco.

Dormitorio blanco con toques de color rosa.

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Este dormitorio presume de blanco en suelo, paredes, cortinas, mobiliario y ropa de cama. No es de extrañar que transmita luz, frescor y una apacible sensación de paz. La colcha en beis y rosa, a juego con los cojines, da la dosis de vitalidad necesaria, sin caldear el ambiente.

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Motivos vegetales

Dormitorio de verano con paredes, techos y ropa de cama blancos y plaid verde.

Mesita de noche, de Muuto, diseñada por Jens Gafer. Alfombra, de Calma House y armarios diseño de Influenza.

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¿Qué tendrá el color verde que nada más verlo logra rebajar la temperatura de un plumazo? El plaid y los cojines que visten esta cama lo consiguen y además traslada este dormitorio de blanco sublime en medio de la naturaleza.

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Ligero y vaporoso

Dormitorio de verano con cama con dosel con cortinas.

Cama, de Becara y cortinas, de Jardin d'Ulysse.

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El blanco y azul es, sin duda, la combinación ganadora del verano. Si eliges un tono de azul intenso, mejor resérvalo para los complementos, como se ha hecho aquí con el plaid y un cojín. El dosel metálico de la cama aporta ligereza a este dormitorio de marcado estilo rústico. ¿No te parece escuchar fuera el trinar de los pájaros?

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Flower power

Dormitorio de verano con cama con dosel y ropa de cama floral.

Dormitorio con dosel vestido con textiles de Designers Guild.

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Flores y más flores. En el edredón, de Designers Guild, y en los cojines, que combinan diferentes estampados pero todos ellos florales. Al entrar en un dormitorio tan ideal como este, creerás estar paseando en medio del campo.

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Los colores del paisaje, en los textiles

Dormitorio de verano con dosel y cortinas y ropa de cama azul y blanca.

Cama y banqueta, en Rialto Living.

El Mueble

El azul del cielo y del mar, el blanco de las nubes y el verde del paisaje. Este dormitorio, con unas inmejorables vistas de Mallorca, transmite frescor a raudales. El dosel le da un aire romántico y la mosquitera se hace necesaria para protegerse de mosquitos y preservar la intimidad.

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Verano azul

Dormitorio de verano con dosel de madera y pared en azul.

Cama, de Art & Co. con dosel y banqueta en Teak Kayú. Cómoda y espejo, de NF Asian. Lámpara de sobremesa, de India & Pacific. Alfombra, de Gra y pintura azul, de Bruguer.

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¿Sabías que el color azul relaja y refresca al mismo tiempo? Por eso es uno de nuestros favoritos en dormitorios de verano. Y no solo en los textiles, sino también en las paredes, combinados siempre con el toque de luz excepcional del blanco.

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Nuevo rústico

Dormitorio de verano con ropa de cama de lino.

Banqueta y silla, de Carina Casanovas. Lámpara y colcha, de Catalina House.

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Madera decapada, mucho blanco y esos pequeños detalles de estilo rústico, como la silla verde o el ventilador de aspas, hacen que la estancia tenga ese algo especial. ¡No hay duda! Este dormitorio grita ¡vacaciones! por todos sus costados.

Pero por la noche no queremos sudar en demasía ¡y menos dormir con las sábanas pegadas! Eso tiene fácil solución (sin recurrir al aire acondicionado o al ventilador): debemos preparar el dormitorio para el calor. Y no basta con quitarle capas a la cama, como si de una cebolla se tratara, sino de elegir los textiles más adecuados que permitan mantenernos frescos durante las noches cálidas.

Ropa de cama de verano: fresca y transpirable

¿Estás pensando en renovar la ropa de cama para inmunizar tu dormitorio contra el calor? Te damos algunos tips.

Materiales

"Linos, sedas, gasas... son materias primas que no pueden faltar en la ropa de cama de un dormitorio de verano" —afirma el interiorista José Arroyo. Todo sobre una base de un revestimiento continuo: arcilloso, mate y en tonos ocres".

El algodón o el lino son los materiales más frescos para vestir la cama en verano. Son muy ligeros, de textura lisa y tacto muy agradable, importante en verano, ya que nuestra piel suele estar más en contacto con las sábanas.

Un factor clave a tener en cuenta a la hora de comprar la ropa de cama y los textiles es asegurarse de que los materiales sean transpirables y faciliten una buena ventilación. En este sentido, las fibras 100% naturales siempre son un acierto, sin embargo, son más delicadas que las que incorporan mezcla de poliéster, y en muchos casos es necesario plancharlas.

Colores

Si el material es clave para asegurarnos un descanso fresco, también tiene su importancia el color. Y es que los colores son un buen regulador de la temperatura y la calidez o frescor de un ambiente. Así, durante los meses más calurosos, apuesta por colores claros y empolvados y evita los más cálidos en sus tonos más intensos, como el rojo, ya que "elevan" la temperatura visual del dormitorio. Azules, grises, verdes, lilas, rosas en sus tonos pasteles y más pálidos, y por supuesto el blanco, son un acierto seguro. Descubre más sobre los efectos del color en la decoración y tu salud.

Estampados

Si quieres trasladar el buen tiempo a tu cama, elige un plaid o unas sábanas con pequeños estampados florales, siempre tienen menos peso visual que los grandes motivos. Con el fondo en blanco se verán más luminosos y frescos. Motivos marinos, sobre todo si estás en la costa, nunca fallan para refrescar la cama.

Alfombras: ¡no son solo para el invierno!

Verano y alfombras no son términos incompatibles. Cuando el calor aprieta parece que apetezcan menos, pero las alfombras pueden dar un toque de color al dormitorio o intensificar la sensación de frescor. Basta con acertar con el material. Si apuestas por las de algodón, elígelas de pelo corto y de colores claros, siempre darán mayor sensación de frescor. Otra buena opción son las de fibras naturales (sisal, yute, cáñamo...): visten el suelo, transpiran y ayudan a regular la humedad ambiental.

Pequeños grandes detalles

  • Cojines versátiles: Son un aliado para repartir frescor en el dormitorio. Basta con renovar las fundas por unas de tejidos más finos y de colores claros. Si la ropa de cama es lisa, puedes valorar apostar por estampados, le darás más vitalidad y dinamismo al conjunto.
  • Ramos frescos: Un arreglo floral en la cómoda o un mini buqué junto a la mesilla de noche darán un toque natural y fresco al dormitorio.
  • Complementos cuidados: Un jarrón de cristal, una bandeja metálica, un cesto de fibras naturales... Los pequeños detalles también cuentan a la hora de refrescar el dormitorio.

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