Habitaciones infantiles

Es un color 100% vital pero también delicado. Utilízalo en una pared concreta y matizado para "apagarlo" un poco, ya sea con pintura o papel, ya que un amarillo muy vibrante puede volverse en tu contra y generarle nerviosismo.

La interiorista Natalia Gómez Angelats ha diseñado una litera de obra distribuida en perpendicular que hace posible contar con una zona de juegos en la parte de arriba. También puede usarse como cama extra, si viene alguna amiga a dormir. Unas hornacinas hacen las veces de mesillas de noche y una red protege de posibles caídas. El hueco libre que queda debajo se puede aprovechar como rincón de lectura. 

Las camas evolutivas se adaptan a la edad de las niñas, según van creciendo. La interiorista Lucía Mariñas colocó en esta habitación compartida dos camas extensibles de hierro forjado en color blanco. Las hermanas también comparten una lámpara de pie con repisa que hace de mesilla de noche y la mesa junto a la ventana, a modo de escritorio. 

Coloca el escritorio lo más cerca posible de la ventana para que disponga de suficiente luz natural. La interiorista Marta Prats así lo ha hecho en este dormitorio infantil con cabecero integrado en la cama, a modo de mesilla. Sobre él se ha fijado en la pared una divertida composición de fotos en forma de guirnalda.

Si creías que los cabeceros tapizados son solo para dormitorios de adultos, estás muy equivocada. La interiorista Asun Antó ha colocado un modelo alto en capitoné en esta habitación infantil y, la verdad, es que queda fenomenal junto con la cama nido y la mesilla de noche. Las guirnaldas decorativas y la alfombra bicolor rebajan la aparente seriedad del cuarto. Descubre otras alfombras infantiles para cuartos très chic. 

Otro de los colores que tiene gran aceptación entre las jóvenes preadolescentes es el verde menta. Si a tu hija le apasiona, elígelo en la ropa de cama como ha hecho aquí el interiorista Daniel Lizarriturry. Combínalo con madera y fibra para darle un aspecto súper fresco a la habitación. ¿Otro truco? Integra un mueble de diseño, ahora que empieza a ser más selectiva. Por cierto, ¿te has fijado en los poyetes a modo de asientos en la ventana? 

A partir de los 12 años tu hija te pedirá cambios en su habitación ¡y no solo de color! También querrá eliminar esos detalles de bebé por otros más de jovencita. Puedes costumizar su cabecero, pintar las sillas o sustituir objetos decorativos por otros más estilosos, como letras de madera o lámparas de luz. Incluso puede que te pida mantener algún elemento de antaño, como esa pizarra donde aprendió a sumar y restar, por ejemplo.

Si quieres que la transición de la cuna a la cama sea placentera, haz que ambas compartan espacio en el dormitorio infantil. Así, tu hija se acostumbrará a verla y no le resultará extraño un día levantarse en ella. ¡Hasta puede que te pida dormir en la cama de mayor! Elige un modelo extensible que le dure muchos años, como ha hecho Pía Capdevila en el dormitorio de su niña.

Si después de pasar por la fiebre del rosa, ahora está en plena fase del lila, deja sus muebles en blanco y pinta la pared del cabecero en ese color. La interiorista Gloria Borrás ha combinado pintura con un panelado blanco de madera que hace de cabecero. Además, sirve de apoyo al banco corrido que llega hasta el escritorio y desemboca en el armario ropero.

Si te preocupa dónde guardar libros, ropa de cama, juguetes... en la habitación que tus hijas comparten, fíjate en este dormitorio diseñado por Sandra Dachs. Estantes abiertos, estanterías, cajones y cestas son los encargados de poner orden en ella. ¡Hasta cuentan con un banco —con cajones, por supuesto— para sentarse o tumbarse a descansar cuando finalizan la tarea! 

Hay dormitorios cuyas dimensiones o distribución impiden colocar una mesilla de noche. Mira cómo lo ha solucionado aquí la interiorista Jeanette Trensig: ha llevado la madera del pavimento hasta el marco de la ventana realizando un murete con repisa. De esta forma ha ganado una superficie y ha multiplicado la calidez de la estancia gracias al buen uso de la madera. Material que se repite también en el techo de vigas, muebles y en determinados objetos de decoración.

Haz caso a sus aficiones. ¿Le gustan los robots, los animales o los aviones? Decora su habitación con accesorios que hagan referencia a ellos ¡y verás qué contenta se pone! Láminas, objetos deco, cojines estampados... ¡todo vale! La interiorista Esther Mercé ha optado en este dormitorio por una cama con cajones en blanco y nórdico a juego con los cojines de suelo.

Una sencilla litera en blanco con quitamiedos incluido es el tipo de cama que ha elegido la interiorista Sylvia Preslar en este dormitorio infantil. La ropa de cama en rosa hace juego con las cortinas. ¿Te has fijado en la escalera? Uno de sus peldaños es más amplio para que pueda utilizarse como mesilla de noche. ¡Qué buena idea!

Unas literas de obra logran dar un toque rústico a esta habitación compartida, diseñada por Natalia y Dulo Roma. Blanco, gris y verde menta son los colores elegidos para decorarla. Ellos y los complementos de fibra natural imprimen un soplo de aire fresco muy de agradecer.

La etapa de todo al rosa es todo un clásico, pero tranquila porque todo pasa. Si están en ella, elige complementos en este color que son más fáciles de sustituir con el tiempo. Y los muebles mejor en un blanco atemporal. La interiorista Ana Galofré eligió un revestimiento de madera, a modo de arrimadero, una ropa de cama con estampado floral muy coqueta y accesorios de fibra que le dan calidez.

Si quieres ahorrar espacio en la habitación de tus hijas, las literas son la mejor solución. Deja que sean ellas quienes elijan en qué cama duermen aunque deberán tener en cuenta la edad, si se levantan por la noche y quién de las dos madruga más. La decoradora Elena Eyre ha elegido esta estructura en blanco con zona de almacenaje arriba y abajo.

En este dormitorio infantil compartido por tres hermanas, la interiorista Carla Catalán dispuso un amplio escritorio, frente a las camas dispuestas en U invertida, donde las hermanas hacen los deberes. ¿Y en el altillo? Un lugar donde jugar, ocultarse o tener intimidad. ¡Es lo bueno que tienen los dormitorios abuhardillados! 

¿Quieres que la zona de descanso esté separada de la de estudio? Rubén de Matea lo ha solucionado colocando un medio tabique con cerramiento de cristal que no reste luminosidad al espacio. Un cabecero de obra acoge las camas en paralelo donde duermen las dos hermanas.

La madera es un material cálido y acogedor. Utilízalo tanto en la estructura de la cama como en los revestimientos, como ha hecho aquí la decoradora Angie Escur Pujol. Las literas distribuidas en perpendicular resultan fenomenal porque no restan espacio ni luz a quien duerme abajo. Además, la parte inferior se puede aprovechar para colocar cajones u otra cama extra.

¿La habitación de tu hija es pequeña? Aprovechar al máximo el espacio es la solución. La interiorista Asun Antó lo logró en este dormitorio con muebles a medida: una cama alta con otra extra, cajones para guardar y una estructura puente con baldas y mesilla integrada. Al otro lado se colocó el escritorio.

Las habitaciones infantiles deben ser divertidas. En esta de la imagen, Begoña Susaeta ha elegido una estructura de cama y una estantería en forma de casita que le hará imaginar mil y una aventuras. En el centro, una buena alfombra para sentarse a jugar en el suelo. 

El provenzal azul grisáceo de las puertas es el que ha marcado la decoración de este dormitorio, donde el mobiliario en blanco se ha coloreado con un papel pintado floral que reviste la pared del cabecero sin recargar el espacio. 

Puedes clasificar por niño o por uso, poniendo más a mano lo de los más pequeños. ​

Guarda por talla 'en modo tienda' y por categoría. Si la ordenas por estación, podrás sacar todo lo de verano o lo de invierno de una sola vez. 

Los bebés crecen tan deprisa que hay que tener bien localizado lo que vayan necesitando. La solución es clasificar por categoría y edad, tanto ropa como accesorios. 

¿Tus hijos ya han abandonado el nido? Si es que sí, ¿para qué quieres una cama nido en cada dormitorio? Quítala y, en su lugar, coloca cajones para el almacenaje. 

Los hay que rodean la cama, que tienen cajones extraíbles e, incluso, que cuentan con una estantería con cajones de poco fondo, como esta. Con esta solución se puede prescindir de las mesillas sin renunciar a la comodidad que ofrecen. Y es que este cabecero ofrece el espacio necesario para apoyar un libro, las gafas o el móvil, pero también cuenta con un montón de almacenaje.   

Y eso han hecho en este dormitorio infantil en el que se han planificado todos los muebles con almacenaje. Desde la cama nido, pasando por las escaleras para acceder a ella y hasta el banco. Así los peques pueden tener todos sus juguetes a mano y en un lugar muy accesible.  

A tu hija preadolescente le encantaría invitar a su best friend a pasar la noche en casa y hacer una pijama party pero su dormitorio es el que es: un espacio no demasiado grande con una cama de 90 cm, un armario y un escritorio. Antes de cambiarle la habitación, te empeñabas en mirar camas nido para darle gusto. ¡Ayyyy, cómo somos las madres! Menos mal que tu pareja puso razón en tanto despropósito. "¡Pero si no cabe!" —te decía— al ver que tú erre que erre. ¡Un saco sobre la alfombra y problema solucionado!

A tus hijos les encantará el gustoso y cálido tacto de las alfombras de pelo largo. Y es que suben la temperatura a nivel visual, pero también protegen la pisada. Colócala en su cuarto a los pies de la cama. ¡Verás que gustito cuando se levanten! 

Aunque en IKEA puedes encontrar alfombras infantiles, las grandes, como esta, son ideales para cubrir casi todo el suelo y evitar tropiezos. Así lo hizo la interiorista Lucía Mariñas en este dormitorio infantil, consiguiendo un espacio seguro, acogedor y muy cálido.   

BEATRIZ GANCEDO: Si no hay mucho espacio, el estor queda pegado a la pared e invade menos.

Unificar el color y acabado de las paredes con el del armario es una solución muy útil para camuflarlo e integrarlo visualmente en la decoración. En este caso se ha llevado el armario hasta el techo para aprovechar mejor el espacio.

Las literas tipo tren son un recurso muy útil en habitaciones infantiles porque aúnas en una sola pieza varias funciones. En este caso la decoradora Meritxell Ribé aprovechó la estructura con un armario corredero con vocación de vestidor, porque los niños pueden entrar dentro. Y lo cerró con una corredera pintada con acabado de pizarra.

Es posible que bajo su cama ya almacenes cajas con libros y juguetes pero al fondo cerca de la pared hay todavía muchos huecos libres. ¡Aprovéchalos para guardar allí los regalos de Navidad! Y si la curiosidad les hace descubrir tu escondite, envuelve los regalos en cajas de tamaños y formas que les hagan pensar ¿qué podrá ser eso? Por ejemplo, envuelve un CD de música en una caja de zapatos o una pulsera, en una caja de CD. ¡Jugar al despiste será muy divertido!

Es la novedad decorativa en tu salón: aquel trineo de juguete que tus hijos ya no utilizan te ha servido este año para realzar la deco navideña. Lo has puesto al lado del árbol y queda súper bonito. Lo has adornado con ramas de abeto, algún peluche y unas cajas un tanto sospechosas. Según tú están vacías pero lo que no saben es que hay una o dos —las que están abajo del todo— que contienen algo que había en la carta a los Reyes Magos. ¿Qué será?

¿Quieres ser un verdadero ayudante de Papá Nöel? Entonces tendrás que hacerte con un saco de yute al más puro estilo de Laponia. Puedes ocultar los regalos en un trastero o en el coche e introducirlos en el saco mágico la noche del 24, en cuanto los peques se duerman. ¡Menuda ilusión cuando se levanten al día siguiente! ¿Quieres más magia? Hazte con unas huellas de zapatos (puedes descargar las plantillas de Internet) o tramita una carta personalizada a tus hijos del mismísimo Santa Claus. 

Si cada año piensas en distintas soluciones decorativas para la chimenea y este año no estás demasiado inspirada, deja a los peques que te ayuden. En este dormitorio infantil han sido las niñas las artífices de la deco (con la ayuda de la decoradora Olga Gimeno). Unos pompones enormes de lana cuelgan del techo y en la chimenea, que ocupa toda una pared, se han dispuesto casitas iluminadas, muñecos de trapo, palabras decorativas en madera y un enorme corazón de cartulina realizado por las niñas. Tampoco podían faltar los calcetines para los regalos.

Poner el escritorio bajo la ventana es un acierto no solo porque tendrán más luz natural sino porque pueden concentrarse en un punto concreto —el árbol ese que tiene el tronco torcido, por ejemplo— y repetir la lección de pe a pa. Si el rincón de estudio hace esquina, como la de la imagen, hará falta una mesa a medida con formas onduladas y huecos para ordenar libros y carpetas.

La ropa de los bebés es tan pequeñita que cabe en cualquier sitio. No hace falta, de momento, grandes armarios. Con una sencilla cómoda bastará, pero si los modelos que ves son demasiado anchos y tú querías ponerla justo bajo la ventana, tendrás que encargarla a medida. Cuando el bebé crezca solo tienes que cambiarle los pomos ¡y parecerá otra!

Una escalera con tableros anchos como peldaños es el divertido mueble de doble uso que la interiorista Pía Capdevila ha elegido para esta habitación infantil. Sus baldas son perfectas para colocar bien ordenados en cestas los juguetes y peluches de la pequeña Inés. Conviene que fijes la escalera en la pared para evitar accidentes.

Sofá y zona de juegos por el día y lugar de descanso por la noche pero en versión infantil. Así es como han proyectado los interioristas Natalia y Dulo Roma estas literas donde dos hermanos van a compartir lecturas, juegos y sueños.

Las habitaciones de los niños se reorganizaron para que reajustar los espacios, porque tenían tamaños dispares, y junto con Asun decidieron uniformizarlas para que en todas cupieran tres camas. Esta es la habitación de juegos, por eso se equipó con una divertida litera en forma de casita que, además, sirve de "juguete". El espíritu navideño también impregna su decoración, con coronas, alas de hada y detalles de bayas, en sintonía con el resto de la casa. 

Aunque se trata de una habitación de juegos, la decoradora aprovechó para organizarla pensando en el futuro. Por eso la equipó con una zona de estudio, con un escritorio a medida en "L", y una zona de armarios y baldas.