Habitaciones infantiles

Una solución oculta que ayuda al orden y es muy práctica es la de ubicar una cama extra debajo del colchón de uso habitual en una habitación juvenil o infantil. Por supuesto, se puede sustituir por cajones si prefieres espacio para guardar. En este caso, la estructura a medida incorpora también un módulo cabecero que puede tener una tapa abatible para guardar almohadas y cojines.

Si quieres que la zona de estudio de tu hijo dure en el tiempo, una de dos elige muebles evolutivos que crezcan al mismo tiempo que el niño o clásicos atemporales, que permanezcan intactos pasados los años. Natalia Zubizarreta ha optado en este dormitorio juvenil por un escritorio en blanco y madera que ha pegado a la pared. Las sillas también son importantes. Decántate por modelos con ruedas, fáciles de trasladar, y regulables en altura para que duren y duren.

A veces las dimensiones de las habitaciones de los niños son difíciles de amueblar con modelos estándar. Ahí vienen en tu ayuda los muebles a medida capaces de aprovechar al milímetro el espacio. En este dormitorio juvenil, Grup Escrivá Interiors ha optado por colocar un arrimadero alistonado en la pared, a modo de cabecero. La mesilla es a la vez cajonera porque el sobre se prolonga en una amplia mesa de escritorio que hace esquina. Su forma curvada aporta dinamismo al cuarto y la apuesta en gris de toda la estructura demuestra que este color va ganando puestos.

En este dormitorio blanco, la interiorista Cristina Pérez ha prolongado el cabecero de la cama nido hasta convertirlo en un tablero rematado con una cajonera en la parte inferior. En la pared ha dispuesto una estantería para colocar cuentos y peluches. Todo ello descansa sobre una pared revestida con un papel pintado estampado con arbolitos en un suave color rosa. La decoración romántica no es exclusiva de los dormitorios de adultos, empieza en nuestra más tierna infancia.

¿Y qué ocurre cuando tu hija te dice que quiere su dormitorio en blanco y negro? Pues que aceptas su decisión, al fin y al cabo, es su habitación y debe reflejar su personalidad. La interiorista Paula Duarte eligió para la zona de estudio de su hija un papel estampado con pequeños topos negros, a gusto de la jovencita. Dispuso dos estanterías cerradas, blancas e idénticas separadas por una mesa de escritorio. Completan el rincón una cajonera y una mítica silla Eames en gris con un mullido cojín en el respaldo.

El arrimadero gris que sirve de cabecero en esta cama juvenil, además de proteger la pared, sirve de apoyo a la mesilla volada y al escritorio. La interiorista Gloria Borrás ha dispuesto la mesa de estudio a un nivel más alto porque no es lo mismo estar sentada que tumbada. Un estante flotante, donde colocar libros y trofeos, recorre toda la pared. Se ha pintado en un blanco roto y se ha decorado con una guirnalda de tela.

Colocar la cama detrás del escritorio evita que tus hijos caigan en la tentación de estudiar tumbados. Si no la ven, no existe. En este dormitorio juvenil, Asun Antó ha dispuesto la amplia zona de estudio bajo la ventana. Va de pared a pared y rematada con dos cajoneras. Lacada en gris, hace juego con el cabecero con hornacinas que hacen de mesilla y estantería, un todo en uno muy completo.

El greige, la combinación de gris y beis, es otra de las paletas estrella en los dormitorios juveniles. Prueba de ello es este cuarto, decorado por Jeanette Trensig, donde las paredes se presentan tostadas y el escritorio —un tablero con caballetes— comparte con la cajonera el tono gris industrial. Las borriquetas dispuestas a distintas alturas permiten adaptarse a la altura de tus hijos, según vayan creciendo.

Además de ganar en luz natural, otra de las ventajas de disponer la zona de estudio bajo las ventanas es tener perspectiva. Asun Antó así lo ha hecho en este dormitorio que comparten dos hermanos. De vez en cuando, a los niños les vendrá bien levantar la cabeza del libro o el ordenador y mirar al frente para descansar la vista. ¡No hay nada como repetir la regla del 20-20-20! Levantar la vista cada 20 minutos durante unos 20 segundos y enfocarla en algún punto que se encuentre a unos 6 metros de distancia (20 pies).

En habitaciones compartidas, casi todo es común. Tres hermanas conviven en armonía en este dormitorio juvenil, donde además de coincidir en el descanso lo hacen también en la zona lúdica y de estudio. La interiorista Sandra Dachs ha optado por ubicar bajo las ventanas un amplio escritorio en línea con espacio para tres plazas. Completan la zona tres estantes flotantes —uno por hermana— y armarios roperos con sorpresa incluida, sus laterales son librerías abiertas.

Si quieres acertar a la hora de decorar un dormitorio juvenil, opta por el blanco en paredes y muebles. ¡Nunca falla! Los toques de color vienen dados por los complementos. Para esta zona de estudio, la interiorista Sylvia Preslar ha elegido un escritorio de líneas clásicas, como la silla. La lámpara de lágrimas y las cortinas en rosa ponen la nota romántica. 

Cualquier espacio por mínimo que te parezca puede ser la solución para ubicar la zona de estudio. La interiorista Begoña Susaeta ha aprovechado el retranqueo que hace la cama hacia la ventana para colocar en él la original mesa de escritorio. Es en realidad un tablero volado unido a una mini cajonera que se ha pintado de azul, a juego con el cabecero. ¿Te has fijado en el papel pintado? Sus motivos caninos se repiten también en el estor. Señal que a su pequeño dueño le chiflan los perros.

Separar la zona de descanso de la de estudio es vital para poner distancia a la hora de realizar ambas actividades. En este dormitorio juvenil, la interiorista Marta Tobella diseñó un mueble con armarios bajos, estanterías y escritorio volado sin fondo que divide ambas áreas. Al otro lado, ubicó el vestidor junto a la ventana, metros que hacen posible que desde el escritorio haya suficiente perspectiva.

Decorar un dormitorio infantil es todo un reto. En este abuhardillado, la interiorista Carla Catalán ha ubicado en la parte inferior un escritorio con un sencillo tablero volado y dos sillas. En el frente empapelado en gris pueden colgar los horarios, las fechas de exámenes... Mientras, en su altillo ha creado una zona de juegos a la que se accede por una escalera ¡qué divertido! Eso sí, solo cuando se finalizan las tareas.

Colocar la zona de estudio de cara a la pared puede venir bien para facilitar la concentración en aquellos jovencitos que se evaden con dos de pipas. Aunque si quieres darle sensación de profundidad, pon en marcha estos trucos: coloca en la pared del escritorio un papel pintado con un paisaje sugerente o apoya sobre la mesa un espejo, como ha hecho aquí la interiorista Asun Antó. Esta opción tiene un plus: le valdrá también como tocador.

Ubicar la mesa de estudio paralela a la cama es una opción muy utilizada por las interioristas, sobre todo si la habitación es rectangular. En esta, la interiorista Marta Prats ha dispuesto un escritorio en blanco super práctico con cajones y cajonera a un lado. En la pared un estante para depositar libros y un organizador de madera para tener presentes fechas importantes. Guiños en rosa y gris rompen la monotonía cromática.

Ocultar el radiador y aprovechar el espacio son motivos más que suficientes para colocar el escritorio bajo la ventana. En este dormitorio juvenil, la interiorista Pía Capdevila ha elegido un modelo con curvas, que ocupa la otra pared. Como su dueña es muy coqueta, se ha dividido la amplia mesa en dos partes: una se dedica al estudio y la otra se ha convertido en un tocador gracias al espejo de camerino colgado en la pared. ¡Aquí hay sitio para todo!

La decoración de los dormitorios juveniles debe ser desenfadada y práctica. Revestir la pared del escritorio con lamas de madera blanca es una buena opción para decorarla y protegerla. Es lo que ha hecho la interiorista Asun Antó en este cuarto donde el revestimiento se apoya en la estantería. La presencia de madera natural en el sobre y las baldas aportan calidez a la habitación. 

Una de las maneras más fáciles de aprovechar bien el espacio del dormitorio infantil es colocar la zona de estudio bajo la ventana, así te asegurarás la mejor iluminación natural. Es lo que han hecho en este cuarto las interioristas Isabel Flores y Nuria Almansa. Han empapelado exclusivamente la pared del escritorio y del cabecero con un papel vinílico —de fácil limpieza— en un delicado verde agua. Una mesa con cajones de estilo nórdico y una butaca de fibra con respaldo alto lo completan.

En este caso para los peques de la casa. Deben poner en orden su cuarto tras un día de uso, estudio y juegos. Es importante que se acostumbren a hacerlo antes de acostarse. Ellos deben preparar también su mochila para el día siguiente.

''Vuelven las flores, tanto los estampados liberty como los motivos más exagerados'', expone Pia Capdevila. Todo apunta a que las flores se dejarán ver en la decoración de todo tipo de estancias, desde habitaciones infantiles o dormitorios adultos hasta salones. Qué bien quedan en el papel pintado, ¿eh?

En el dormitorio infantil se ha colocado una litera con tres camas que aprovecha cada centímetro de la habitación. Para continuar con el espíritu minimal, se han colocado unas discretas guirnaldas luminosas, que quedan genial con la estructura de la cama, así como los revestimientos de madera blanca.  

¿Quieres que tus hijos sean más ordenados? Entonces facilítales las soluciones de almacenaje que son necesarias en cualquier habitación infantil para que sean capaces de ordenar sus cosas, desde la mochila hasta el calzado. Como este mueble perchero con banco incorporado que, si bien no es un modelo de pared, resulta perfecto cuando quieres evitar colgar elementos y hacer agujeros (en casas de alquiler, por ejemplo).

Pinzas de la ropa

Del tendedero a un panel de notas, dibujos o fotos en la habitación de los niños o ¡en tu zona de trabajo! Primero, píntalas o forrarlas con cinta decorada o washi tape y, después, pégalas a una tabla de madera.

También puedes usarlas para organizar tus auriculares y evitar que el cable acabe enredándose. ¿Cómo? Abre la pinza, coloca los auriculares en la zona de abertura, enrolla el cable y sujeta el conector para que no se suelte.

Cuando los niños se van haciendo mayores, desean una decoración más discreta y menos estridente. En este dormitorio la interiorista Paula Duarte ha elegido un papel pintado de cuadros en un suave tono amarillo vainilla que le va fenomenal al cabecero de madera. El revestimiento junto a las láminas y el flexo dan a la estancia una atmósfera retro ideal.

En los dormitorios infantiles el estampado de cuadros viene que ni pintado pero, eso sí, los colores han de ser alegres y motivadores. La interiorista Ana Galofré ha optado por vestir esta cama a medida con un nórdico de cuadros rojos con cojines a juego. Una buena manera de llenar la estancia de energía.

Para aprovechar más el espacio, la interiorista se decantó por un mueble de cama con doble uso, y es que cuenta también con almacenaje para guardar la almohada o alguna manta extra. Incluso se ha prescindido de la mesita de noche gracias al cabecero con estante, que cumple esa labor.  

Aunque no se ha prescindido de las mesitas de noche, se planificó un cabecero de obra con hornacina que regala más superficies en las que dejar el libro, el móvil o las gafas. De hecho, es donde se ha colocado la lámpara de noche, de manera que la mesita queda liberada, eliminando el ruido visual. 

Aunque se trata de una solución ideal para sacar partido al espacio y no renunciar a poner dos camas –o tener que colocar una litera–, para que la habitación sea confortable, las paredes han de estar bien aisladas y las ventanas ser de calidad y garantizar un buen cerramiento. 

Gracias a la estrecha estantería, la zona del escritorio queda separada de la zona del vestidor. Esta solución ayuda no solo a reducir las distracciones en el área de estudio, sino que se ha colocado un elemento visual que hace de frontera.    

La solución a la falta de centímetros de este dormitorio juvenil de pequeñas dimensiones fue buscar piezas que encajan a la perfección, sin malgastar nada de espacio. Ahora, el cabecero se extiende más allá de la cama de manera que recoge el espacio, lo separa de la zona del armario y le da unidad. 

Elegir un solo color para las paredes y el mobiliario dará unidad al dormitorio y lo ampliará, especialmente si ese color es el blanco. Aunque es una solución arriesgada y que puede resultar fría, en este caso, el techo abuhardillado de madera aporta la calidez que le falta al blanco. El punto de color lo pone la ropa de cama.

En esta mini habitación juvenil, los cabeceros son los responsables que ambas camas presuman de una gran presencia y, además, hacen que tanto la estancia como los muebles se perciban más grandes. Y todo sin perder ni un ápice de elegancia: tapizados y con tachuelas. 

Aunque en el Mueble no somos muy partidarias de limitar el acceso de la luz, cuando los metros escasean en un dormitorio juvenil es una buena idea colocar el escritorio en la ventana. Así se aprovecha la luz natural al mismo tiempo que se saca partido al espacio. 

En este dormitorio juvenil pequeño, en lugar de colocar unas mesitas de noche, la interiorista Mónica Garrido planificó un armario a medida que se adapta también a la inclinación del techo.  

Para que haya un espacio en el que colocar la lámpara, la interiorista eligió unos cabeceros con una pequeña superficie. Así se garantiza que hay espacio para colocar esta iluminación complementaria eliminando la necesidad de poner una mesita.

Aunque esta habitación juvenil es pequeña, no le falta de nada. Para darle carácter se ha colocado un enorme mural delimitando la zona de la cama, mientras que el mobiliario de color blanco ayuda a que el espacio no se vea más reducido.  

Colocar las camas en L es una solución que aprovecha cada centímetro en un dormitorio juvenil pequeño. La interiorista Mercedes Pérez, de Renova, planificó una cama con una estructura con estantes, de manera que no solo la cama queda aislada, sino que también aumenta el espacio para guardar. 

Una solución cuando el espacio escasea en un dormitorio juvenil compartido es colocar las camas de manera lineal. Así se aprovecha toda la pared y se deja mucho más espacio libre entre las camas y el armario. Destacan las mesitas de noche elegidas por la interiorista Marta Tobella, responsable de la reforma, con un diseño ligero y en color blanco, de manera que se funde con la pared. 

Aunque no lo creas, el negro es un color completamente válido para un dormitorio juvenil pequeño en el que falta el espacio. Ahora, ha de contar una gran ventana que garantice la luz y combinarse con el color blanco. Así lo hizo la interiorista Paula Duarte en el dormitorio de su hija. 

Los papeles pintados seguirán deslumbrando los interiores incluso en otoño. Sobre todo, según Olga, veremos "papeles geométricos florales y texturas inspiradas en la naturaleza". ¡En dormitorios infantiles quedan de ensueño!

Aunque los dormitorios infantiles y juveniles se suelen asociar con colores vivos y alegres o más dulces, los tonos neutros siempre suponen un acierto. Si vas a decorar con el taupé, elige los muebles en blanco, añade detalles de madera y fibras y deja los colores y estampados alegres para los textiles.

Puesto que una cama nido no cabía, la interiorista se decantó por un modelo con cajones para conseguir más espacio de almacenaje. Una gran solución en dormitorios infantiles pequeños. 

Por muy bonito que sea un suelo, las alfombras lo visten, especialmente cuando tenemos pocos recursos decorativos, como en recibidores y zonas de paso. Y tampoco pueden faltar en el dormitorio. ¿Cómo elegirlas? En invierno, puedes elegir materiales cálidos que amortiguen y den calidez a la pisada, como el algodón o la lana. En verano, las alfombras de fibras son más fresquitas. Además, actúan como aislante acústico y térmico.  

Los niños participan mucho a la hora de tomar decisiones decorativas. "Las cabezas de animales de juguete las traen de todas partes del mundo, de Canadá a París, y también tienen algunas de Kenay Home, Zara Home y El Corte Inglés", explica su madre.