Dormitorios

A este completísimo vestidor proyectado por Pia Capdevila no le falta de nada. Aunque está integrado en el dormitorio, la decoradora quiso darle intimidad y cierta independencia visual, por ello ideó dos armarios de 150 cm de altura, que destinó a zapateros, que separan pero sin restar luz.  

La mejor manera de aprovechar al máximo el vestidor es equiparlo con armarios de suelo a techo y, aunque la zona superior sea poco accesible, resultará muy útil como maletero. Aquí, la decoradora Sandra Vergara ha lacado los frentes como las paredes, para que se integren más en el espacio, y ha unificado la carpintería con la de las puertas del resto de la casa.

¿Hay algo más elegante que un cabecero de lino en capitoné? Es el que ha elegido la interiorista Pía Capdevila para este dormitorio. A los pies de la cama ha colocado un baúl de fibra con posibilidad de hacer de mesa auxiliar y guardar en su interior. ¿A qué echabas de menos ese extra? 

Para captar el chorro de luz que entra por este dormitorio, los cabeceros de cama de lino blanco son un éxito. La interiorista Jeanette Trensig lo combinó, a los pies, con dos banquetas similares de fibra y madera con acabado envejecido. Una combinación que ensalza el aspecto rústico del espacio.

Este dormitorio respira aires versallescos. El cabecero tapizado en gris se ha renovado con la presencia de las tachuelas que lo decoran. Tras él, el mural revestido de un bello paisaje traslada a los jardines del exterior. A los pies, el banco no podía ser otro que un diseño clásico, en capitoné gris y con patas torneadas. ¡Súper elegante!

¡Qué acogedor este dormitorio! La interiorista Esther Mercé ha dispuesto un cabecero de madera, realizado con listones anchos horizontales, para darle anchura al espacio. Y como extra de calidez, un banco artesanal a los pies, a juego. Ambos, cabecero y banco, comparten el mismo tono claro que el suelo, presumiendo de continuidad.

Con una pared tan espectacular como esta, decorada con molduras blancas ¿quién necesita cabecero? El propio muro acicalado se alza como protagonista y se convierte en el luminoso cabecero de cama de este dormitorio. Y para no restarle protagonismo, a los pies se ha colocado un sencillo banco de bambú, a juego con la butaca.

¿Te interesan los colores atrevidos? Entonces te encantará este cabecero tapizado en terciopelo naranja. Sus formas redondeadas, que semejan una valla, son súper atractivas. Lo ha diseñado para su dormitorio la interiorista Lucía Mariñas inspirándose en diseños de los años 50. Para el banco, tapizado en capitoné, y la ropa de cama ha elegido tonos neutros que rebajan el chute de colorido.

¿Quieres poner una nota original en tu dormitorio? ¡Apuesta fuerte! En este de la imagen se eligió un cabecero artesanal tapizado de terciopelo rosa nude que da textura, forma y color al cuarto. La interiorista Teresa Gutiérrez lo combinó con un peculiar banco de fibra bicolor.

Para dar calidez a un dormitorio ¡no hay nada como la madera! Y eso lo sabe bien la interiorista Asun Antó quien ha apostado aquí por un cabecero original alistonado en madera clara que se prolonga hasta el techo. A los pies, el banco centrado y a los lados, las mesillas de noche también de madera. Y como guinda, la ropa de cama en tonos tierra.

Sencillo, cálido y luminoso, así es esta propuesta de dormitorio que sugiere la interiorista Bárbara Sindreu con un cabecero tapizado liso en un tono neutro y un sencillo banco con travesaños de madera y asiento de cuerda trenzada. La ropa de cama en tonos mostaza aporta calidez al espacio. 

Sabemos que los cabeceros tapizados son los que más gustan a las lectoras de El Mueble. Pero ¿qué tal si le das un toque sofisticado con un capitoné? Es lo que ha hecho en este dormitorio la interiorista Marta Noguera Trías: revestir el cabecero con un terciopelo azul. Para el asiento del banco de estructura metálica ha elegido la misma técnica de tapizado pero en un tejido blanco. ¡Elegancia máxima!

A este cabecero tapizado en marrón oscuro la interiorista Pía Capdevila le ha sobrepuesto unas lamas de madera clara rechapadas de roble, separadas y en vertical, que llegan hasta el techo. ¿Su objetivo? Darle más altura visual al dormitorio. Y a los pies un cálido banco de fibra natural.

El capitoné es una técnica de tapizado súper decorativa. La ha elegido la interiorista Marta Prats en este cabecero de terciopelo rosa que además le da al dormitorio un aspecto elegante y romántico. A los pies, Marta ha colocado un banco moderno con patas doradas y tapizado liso, también en rosa. ¡Ideal!

En este dormitorio súper fresco envuelto por un verde empolvado, las interioristas Isabel Flores, Nuria Almansa e Isabel Font han elegido un cabecero de lino en color neutro rematado con tachuelas. Y a los pies han dispuesto un banco de fibra que realza su carácter natural.

¿Te gustan los cabeceros tapizados en colores oscuros? La interiorista Asun Antó ha resuelto este dormitorio vistiendo el cabecero y el banco en el mismo tono: gris oscuro. Y para darle un toque más cálido ha dispuesto ropa de cama en tonos mostaza y piezas de fibra. ¡Equilibrio perfecto!

En este dormitorio abuhardillado, la interiorista Marta Tobella ha colocado un cabecero de lamas de madera pintadas de blanco, que favorecen su luminosidad, y un banco de fibra a los pies para hacerlo más cálido. Una manera inteligente de resaltar el aspecto rústico del espacio dominado por las vigas del techo.

El beis y el gris hacen buena pareja y aquí tienes la prueba. La interiorista Paula Duarte ha elegido para su dormitorio un cabecero tapizado en lino beis que contrasta con la pared lacada en gris. A los pies, ha optado por un banco de enea —a juego con los individuales de la pared— y en lugar de dejar las patas de madera naturales las ha pintado de gris. ¡Ahora todo encaja!

¡Qué tranquilidad se respira en este dormitorio rústico! Lo ha decorado Helena de Juana eligiendo un antiguo cabecero de hierro, ropa de cama de lino estampado con tintes naturales y un sencillo banco de enea y madera. 

Para paredes y techo, mejor pintura mate. Y en lo referente a los colores apostar por tonos oscuros también es un acierto. Atreverse a probar cosas nuevas es divertido y te puede llegar a sorprender muy gratamente. Ahora bien, para los techos mejor el color blanco. 

¿Cansada de tu cabecero? Prueba a tapizarlo. Elige una tela que te guste y grápala por detrás. Puedes coordinar los colores de su estampado con la ropa de cama y hasta hacerte un cojín a juego. 

Un armario ropero es un candidato excelente para ocupar ese metro cuadrado que tienes en el recibidor o en el dormitorio, incluso, en una zona de paso. Aunque ocupe un metro de ancho, aprovechas la altura que tenga la estancia y de fondo puedes jugar con 60 cm (la medida convencional) o 35-40  cm (fondo reducido). En este último entra perfectamente la ropa doblada en baldas.

Entre el armario y la pared, en este dormitorio, hay un hueco pequeño, suficiente para instalar un armario bajo con un lavabo sobre encimera. De esta manera, el baño gana espacio para guardar o solo para que la planta quede más despejada. Es una solución que mantiene la ducha y el inodoro aislados de manera que no pierdan privacidad esas zonas. 

¿Y el dormitorio principal? De nuevo, el toque final lo pone el papel pintado. "Lo elegí por los cuarterones. Es discreto, pero da profundidad", apunta Isabel. Y aunque parezca muy protagonista, en lugar de camuflar el cabecero, lo refuerza. No olvidemos que un cabecero con tachuelas es un acierto".

Por último, y no menos importante, vemos dos complementos clásicos y eternos: el banquito y el galán de noche. "Nos trasladan a épocas donde vestirse era todo un ritual", se despiden Lola, Isabel y Nuria. ¡Qué buen equipo decorativo han hecho!

Se llevan los revestimientos de gran formato porque logran amplitud visual. La interiorista Begoña Susaeta los ha elegido para decorar la pared del cabecero y los ha prolongado hasta el techo. Así ha logrado darle al dormitorio un efecto de continuidad. ¿Quieres un truco? Colócalos en el sentido de la entrada de la luz y ganarás profundidad.

Si tu dormitorio no tiene mucho fondo, ¿cómo puedes decorar la pared del cabecero? Copia la espectacular idea que la interiorista Paula Duarte ha aplicado en este cuarto de similares características: realiza un cabecero a medida e intégralo en la pared con papel pintado. Este cabecero de rafia se ha enmarcado con una cuadrícula de madera y sobre él se ha dispuesto un papel de hojitas verdes. 

La sencillez prima en este dormitorio. La interiorista Asun Antó ha revestido la pared con unos simples listones de madera que la decoran y hacen las veces de cabecero.

A veces un sencillo revestimiento es suficiente para decorar las paredes. La interiorista Gabriela Conde eligió unos listones de madera blancos en este dormitorio. Así logra darle ese aspecto tan reconfortante de cabaña country chic, muy estilo Los Hamptons. Además, el blanco absorbe toda la luz natural y la distribuye por todo el cuarto ampliando sus dimensiones.

Coqueto, elegante ¡y tan romántico! Si quieres que tu dormitorio tenga estas tres connotaciones, apunta la idea de la interiorista Fanny Iniesta: forrar la pared del cabecero con un mural espectacular. Este, a modo de paisaje, logra darle profundidad al cuarto, continuidad visual con el ambiente que se cuela por las ventanas y mucho glamur.

¿Hay algo más sofisticado que decorar la pared del cabecero con unas molduras? Píntalas siempre del mismo color de la pared para que se integren. La interiorista Natalia Zubizarreta se ha decantado por ellas en este dormitorio. Los rectángulos verticales y horizontales que forman ensalzan el cabecero tapizado en capitoné. Y además ha incorporado la iluminación en forma de apliques de cabezal orientable.

La interiorista Sònia Badia sugiere decorar la pared del cabecero con un espejo rectangular de cuarterones, un elemento de súper tendencia. ¡Y no puede ser más acertado! Ilumina y agranda la estancia por arte de magia.

Si eres una auténtica fan de lo artesano y quieres darle un toque boho a tu dormitorio, te encantará la idea que apunta la interiorista Mireia Pla en este cuarto: decorar la pared del cabecero con un fantástico tapiz de macramé en un suave tono arena, natural y acogedor. ¿No te parece precioso?

Decorar con láminas la pared del cabecero es un excelente recurso para darle vida. Aquí, la interiorista Teresa Gutiérrez ha elegido nueve cuadritos de sardinas en blanco y negro que forman un rectángulo y dan la sensación de cuadro único. La ordenada composición casa la mar de bien con el coqueto cabecero de terciopelo rosa.

¿Cómo transformar en acogedor un sobrio cabecero tapizado? La interiorista Pía Capdevila nos da esta idea: revestirlo de lamas de madera hasta el techo. Dispuestas en vertical, además, harán que la pared gane altura. ¡Y consigues un cabecero original!

Un cabecero de terciopelo tapizado en capitoné se volverá mucho más presumido si eliges un original papel pintado que recubra su pared. Este de la imagen lleno de mariposas y pájaros revoloteando sobre los árboles hace que la naturaleza reviva en el interior del dormitorio.

Si tu hija es una crack de la fotografía, sorpréndela decorando la pared del cabecero con unas divertidas guirnaldas que reúnan sus mejores instántaneas. Eso fue lo que hizo la interiorista Marta Prats en este dormitorio juvenil dándole un acertado toque informal. ¡Y además tiene un cabecero con almacenaje!

¿Te privan las antigüedades? Date una vuelta por almonedas y mercadillos, seguro que encuentras alguna pieza para lucirla en tu dormitorio. En este, la interiorista Blanca Tey decoró la pared del cabecero con un tapiz envejecido que le da caché. ¡Mira cómo resalta sobre la pared blanca!

Los dormitorios juveniles necesitan una decoración más fresca, acorde a su edad. Deja que tus hijos expresen sus gustos y trabaja sobre sus ideas. En esta habitación con altillo, la interiorista Marta Tobella ha enmarcado la pared del cabecero con una sugerente composición de láminas de animales marinos en blanco y negro. Enmarcadas en madera le dan calidez y, agrupadas de dos en dos, sensación de orden. 

¿Quieres que tu dormitorio parezca más grande de lo que realmente es? Fija un espejo sobre la pared del cabecero y verás cómo se produce el milagro. Elige un modelo cuadrado de cuarterones o redondo, como este por el que se ha decantado la interiorista Marta Miquel. Las formas curvas imprimen dinamismo en una estancia donde las líneas rectas suelen imperar.

Si tu dormitorio es en suite y comparte espacio con el baño, toma nota de la idea súper fresca del interiorista Pablo González: revestir la pared del cabecero con el mismo papel pintado del baño y, como guinda, integrar en ella unos apliques ligeros con pantalla de fibra.

Los tonos azules y verdes son perfectos para llevarlos al dormitorio por su poder relajante. Aquí se ha pintado en verde agua la parte inferior del cabecero, a juego con los armarios del vestidor, creando un sugerente arrimadero. La zona superior se ha pintado de blanco con el fin de iluminar ambos espacios, cuarto y vestidor, gracias al hueco, a modo de ventana, practicado en la pared.

En la pared del cabecero de este dormitorio se ha optado por una composición de varios espejos pequeños de distintas formas: ovalados y octagonales cerca de la cama y uno redondo sobre el tocador, con un marco finísimo o sin marco. Esta composición pone un toque moderno al dormitorio y crea un punto de luz sobre la cama suave y delicado. Los espejos son de India&Pacific y Catalina House. 

EL TRUCO DECO. Según el feng shui, no deben reflejar puertas, camas o desorden. Prefiere los pequeños y ligeros a la altura de los ojos.