Dormitorios

En las tiendas de brocanters o anticuarios se encuentran auténticos tesoros. Como el que halló la interiorista Asun Antó en esta ocasión: una puerta antigua con sus bisagras y todo. Asun no dudó en lacarlas en un tono turquesa y decaparlas para convertirlas en un espectacular cabecero con un toque vintage súper original.

A veces, los diseños de las puertas antiguas no casan con el estilo de nuestra nueva vivienda. En lugar de reciclarlas, piensa en darles un uso diferente que aumente su valor. Es el caso de esas puertas acristaladas típicas de las cocinas. Elimina los cristales y deja únicamente la estructura de madera. Rellena los cuarterones con rafia y ya tienes un cabecero personalizado y a medida. Un carpintero fue el manitas que realizó este modelo, diseñado por Paula Duarte, a juego con las mesillas de noche.

Las puertas recuperadas dan mucho juego. Y si no fíjate en cómo se ha decorado este dormitorio. Ha ganado estilazo gracias a la elección del cabecero de cama: una puerta de armario antiguo a la que Ana Blanco, de Mengíbar Blanco Estudio, le concedió una segunda oportunidad. Si le aplicas un barniz incoloro, lucirá toda la belleza de su tono original y sus vetas llenas de historia.

Las puertas antiguas recicladas también tienen encanto si dejas la madera sin tratar mostrando sus heridas de guerra. Estas de la imagen elegidas por Dafne Vijande conservan hasta los herrajes en negro. Si quieres darles un efecto envejecido, líjalas en determinadas zonas. La madera clara de este cabecero original combina a la perfección con los tonos beis utilizados en la ropa de cama.

Los papeles pintados están de moda. En el salón, en el dormitorio, en la cocina, en el baño... Pero ¡ojo! porque si apuestas por un diseño con motivos muy marcados, puede cansarte fácilmente. Si buscas una decoración atemporal que perdure en el tiempo sin pasar de moda, los papeles lisos o los que imitan el acabado textil son una excelente opción. ¡Pero no la única! La interiorista Asun Antó se ha decantado en este dormitorio por un papel con franjas gruesas en dos tonos de gris suave. Otra buena solución duradera.

Una reforma con la que se gana amplitud, fluidez y luz: abrir el baño al dormitorio. Y hay muchas formas de hacerlo para lograr la comunicación adecuada y mantener los espacios delimitados. Una idea intermedia es mantener un murete que separe baño y dormitorio. Si no llega al techo y reduces su tamaño, logras que la luz se reparta. Aquí, el mueble de lavabo "sale" del tabique a modo de península. Tirar un tabique con la partida de gestión de residuos tiene un precio de 120 €/m².

En este otro proyecto, el baño se abre al dormitorio aunque con independencia gracias a la ubicación del vestidor entre ambos ambientes, a modo de transición. Es una buena idea para ganar privacidad. Se puede ubicar el vestidor o solo crear un pasillo de armarios, en función del espacio.

En este proyecto con baño integrado en el dormitorio son unas decorativas y llamativas puertas de metal y vidrio las que separan los ambientes. En baños muy pequeños, funciona sacar el lavabo del baño y ubicarlo en el dormitorio. Así el baño queda solo para el inodoro y la ducha. Por cierto, junto al inodoro, una ducha higiénica sustituye al bidé.

En este otro baño abierto al dormitorio, tras los armarios roperos se encuentra el baño sin puertas. El mueble del lavabo ocupa la zona central y a cada lado de este se organiza el inodoro y la ducha. Instalar u plato de ducha (sin el precio del plato en sí) tiene un coste de 180-200 € aprox. Si el inodoro queda "preservado" tras un murete u otro elemento (como aquí el armario), tendrá más privacidad. Pero siempre puedes delimitarlo en una cabina con puerta.

Este proyecto es similar al anterior. En este caso se abre el baño al dormitorio, pero se mantiene un tabique de suelo a techo que hace las veces de cabecero de la cama, con apertura a cada lado. Aunque depende de muchos factores, una reforma integral de baño (cambiarlo por completo, tirar alguna pared, pintar el dormitorio en el que se integra…) lleva unas tres semanas de tiempo. Para un espacio de 6 m² el coste está entre 4.000 y 6.000 € aprox.

Un recurso eficiente para crear conexión visual total pero mantener separaciones físicas reales entre dormitorio y baño. Aquí se ha abierto un vano fijo acristalado que casi ocupa una pared, en el tabique que separa el dormitorio de la zona de la ducha. Y esta a su vez, en el lado del baño, cuenta con una mampara de barrotillo y perfil blanco con vidrio transparente. ¿Sabías que hay cristales que se oscurecen o vuelven opacos gracias a la tecnología con solo tocar un botón? (Tienen un precio de entre 800 y 900 €/m²).

Con puerta pero acristalado de suelo a techo: conexión total. "Existen muchos tipos de cerramiento de cristal, puertas correderas metidas en la pared o vistas. Las correderas no siempre se pueden insertar en la pared por espacio y no se puede colgar ni instalar nada en esa pared", recuerda la arquitecta Marta Sánchez. Las puertas abatibles siempre son más económicas. Aunque depende del diseño y material, una puerta corredera tiene un precio que ronda los 1.000-2.000 €.

Una idea decorativa es la de usar un elemento divisorio o delimitador alistonado, como este propuesto por Egue y Seta, entre baño y dormitorio. La luz fluye pero hay un interesante juego de visibilidad-no visibilidad por los listones. Si los instalas inclinados (en ángulo), das mayor privacidad.

Y no solo se ha decorado el dormitorio de Navidad, todos los detalles están cuidados al detalle. Fíjate en la ventana, que se ha decorado con una corona de Navidad y unas guirnaldas, que suavizan el potente efecto de la madera. Incluso se ha colocado una guirnalda de bolas luminosas en una cesta. ¡Todo detalle suma! 

Los dormitorios amplios y luminosos se benefician de algunas licencias, como el poder utilizar colores oscuros en su decoración. En este de la imagen, el interiorista Roger Bellera ha optado por pintar las paredes de un gris azulado, colocar un cabecero tapizado en azul y enmarcarlo con tableros en madera de nogal con vetas oscuras. El resultado es un espacio súper elegante. ¡Y todo ello sin que el dormitorio pierda un ápice de luz!

Las vetas que presenta la madera natural dan carácter a cualquier espacio. En este dormitorio se ha revestido la pared del cabecero con listones de madera en un tono claro con vetas y nudos más oscuros. La colocación de los mismos es importante, verticales si quieres que la habitación crezca hacia el techo y parezca más alta u horizontales, como en este caso, si prefieres que ensanche.

Además de dar luz y calidez, las paredes decoradas con madera también sirven para separar sutilmente espacios. En la decoración de este dormitorio, el Estudio de interiorismo Egue y Seta ha eliminado el tabique originario que lo separaba del baño. Y en su lugar ha colocado una original celosía de madera que deja pasar la luz, a la vez, que mantiene la privacidad. 

Porque con esa medición tendrás claro qué tamaño de mueble comprar. Sabrás si hay espacio en una pared para la cómoda o es más apropiada para el armario. Los muebles deben adaptarse en medidas a las habitaciones. Deben verse equilibrados en tamaño, que no resulten ni demasiado grandes ni pequeños.

Cama y armario (en caso de que no haya uno empotrado). La cama es el elemento más importante porque su ubicación es central y sirve para organizar el resto del espacio. Además, al colocarla debes tener en cuenta que quede un espacio cómodo entre la cama y las paredes o muebles laterales (mínimo 50 cm). Junto con las medidas, sabrás si puedes optar por una cama más o menos ancha y qué espacio queda para las mesitas de noche y otros muebles.

Ya has pensado en qué uso haces de la cama y en cómo quieres decorar la pared, si será esta la destacada en el conjunto. Esos pasos previos te ayudan a decidir sobre el tipo de cabecero. Acolchado para que resulte mullido porque te apoyarás en él para leer. Alto para darle verticalidad a la habitación. De obra para que integre las mesitas de noche porque no hay apenas espacio para incorporar un diseño exento.

En busca de esa sensación de armonía y descanso, los colores que elijas para decorar una habitación han de hacerte sentir bien. Piensa qué te gusta. Podrás llévalo al dormitorio en mayor o menor medida en función también del tamaño y la luminosidad de la estancia. Escoge colores neutros, crema, arena y tierra en tonalidades suaves y sobre ese fondo decide si quieres añadir colores cálidos (con un efecto más vivo) o colores fríos (que resultan más relajantes).

Como paso para decorar una habitación has de tener en cuenta si deberás incorporar un armario en el espacio. Porque el armario es un mueble bastante voluminoso. Su tamaño ha de ser acorde a la cantidad de ropa que guardas y si es solo para una o más personas. Reserva una pared larga u organiza los módulos por separado según la forma de la planta y la dimensión.

Mesitas de noche, cómoda, banco o baúl. Las primeras a cada lado de la cama y pueden ser diferentes. Cómoda al pie de la cama o en un lateral. Y un banco o banqueta al pie de la cama o adosado a una pared como apoyo para descalzarte o dejar la ropa. Estos muebles pueden estar coordinados entre sí en estilo o jugar con acabados diferentes si el conjunto de muebles restantes y revestimientos es neutro.

En función de los tejidos de la cama, lisos o estampados, claros o vivos; podrás elegir el resto de textiles. Al elegir las cortinas del dormitorio, equilibra un conjunto de ropa de cama llamativo o destaca algo para animar. Una ventana bien vestida puede añadir no solo color sino también textura. 

Estás en disposición de plantearte qué pared quieres destacar. Puedes poner el punto focal en el frente del cabecero o darle protagonismo a otro panel. A la hora de decorar una habitación, una buena idea es destacar la pared en la que apoya la cama con otro tono, papel pintado, láminas, espejos…

Con lo básico ya dispuesto en la estancia, piensa si hay hueco para crear algún rincón como tocador, lectura, trabajo… El uso que le des a esos mini ambientes te guía en la elección de los muebles. Recuerda que una alfombra es una manera de delimitar visualmente el conjunto.

Más allá del estilo decorativo que quieras para tu habitación, un dormitorio debe resultar relajado y acogedor. Y en ello intervienen diferentes aspectos que vamos a repasar a continuación, pero la base es amueblar y decorar la habitación con lo que necesites realmente, sin llenar ni rellenar. Esa sencillez refleja orden y armonía.

Añade también lámparas pequeñas o apliques junto a la cama –tipo foco si lees- y luz de acento, la más ambiental -mediante una lámpara de pie o de sobremesa-.

Son por los que tienes que empezar cuando te planteas cómo decorar una habitación con los tejidos. La cama es el elemento más destacado, el central, de ahí que debas empezar por ella. Elige los tonos que quieras en los diferentes elementos: colcha o edredón, cojines, plaid… ¿Imaginas un dormitorio en neutros, quieres colores en este elemento, lisos o estampados? Para un espacio relajante, crema, azul y verde. Para un ambiente más enérgico, terracota, camel y amarillo.

¿Ves la televisión desde la cama? ¿Acostumbras a leer en ella? Este tipo de “uso” que hagas a diario de la cama también te guiará a saber cómo orientarla en el espacio y decorar una habitación. Porque en caso de ver la televisión habrás de tener en cuenta dónde se ubica la toma de antena o dónde ubicarla en caso de hacer reforma. Lo ideal es que los cables queden integrados en la pared para que no se vean. Y si lees, deberás tener en cuenta el tipo de punto de luz y su ubicación (más delante te detallamos aspectos concretos al respecto). Es un lujo orientar la cama hacia un ventanal con vistas.

Al dormitorio no solo se le lavó la cara, sino que se cambió su ubicación. Y es que, la planta superior, igual que con la inferior, se reorganizó para reducir el número de estancias con el fin de que resultaran más amplias y cómodas. La decoradora ideó un cabecero de DM a modo de repisa y revistió esa pared con un papel pintado textil que suma calidez al espacio. 

La decoradora decidió integrar el vestidor en el dormitorio, ganando así practicidad e inundando de luz natural este espacio. ¡Qué cambio! Precisamente, para que la luz fluyera entre ambas zonas, el armario que sirve de separación con la cama no se llevó hasta el techo. Y se aprovechó un rincón para crear un módulo bajo a modo de zapatero. 

Como ella dice, "le hizo un traje a medida a la casa". En el dormitorio, también diseñó los muebles a medida, con lo que dejó de ser recargado y ganó más capacidad de almacenaje. ¿Qué más hizo? Reaprovechó algunos muebles de la propietaria y los pintó con los nuevos tonos de la casa. 

Son dos de los espacios de la casa más vividos, y también de los "más valorados por los followers", según la estilista Sol Van Dorssen. Aprovecha y enseña a los tuyos el salón y el dormitorio, y ¡triunfarás! Eso sí, no te olvides del resto de consejos que has visto. 

Para Sol Van Dorssen, estilista, lo más importante para triunfar con las fotografías es la luz natural. "Hacer las fotos con luz natural, ¡siempre!", aconseja. "Me encanta que la foto hable por sí misma: intenta fotografiar los espacios con criterio (no pequeños rincones que no te entienden!) y recuerda hacerlo en un día de sol que aportará calidez". 

Aprovechando la llegada del otoño, puedes pintar las paredes de la habitación en marrón chocolate. ¡No hay color que mejor combine con la estación! Eso sí, para la ropa de cama, elige textiles en tonos como blancos y beiges.

Otro tono neutro y cálido que cambiará el aspecto de tu dormitorio es el crema. ¿Ves la luminosidad que aporta a las paredes? Si lo unes con muebles de madera, tu habitación lucirá especialmente hogareña.

Esta versión del verde también es de lo más relajante (y elegante). De nuevo, las lamas de madera crean ese efecto rústico y campestre que parece de cuento.

El beige es un clásico en la decoración de dormitorios. Nos gusta porque aporta elegancia y mucha calidez, ya que a pesar de ser un tono neutro, tiene ese matiz que consigue 'subir' la temperatura. ¡Perfecto para el otoño-invierno!

¿Se puede salir de la rutina con el blanco? Por supuesto, es un color que SIEMPRE funciona: aporta luz, permite infinitas combinaciones... En definitiva, es ideal. Si revistes tu dormitorio con lamas de madera (por ejemplo, la pared del cabecero) y las pintas en blanco, le darás un toque campestre superacogedor.

¿Te consideras atrevida? Entonces, ha llegado la hora de pintar las paredes de tu dormitorio en color rosa. Chic, sofisticado, enérgico... ¡este color es total! 

Los colores de la naturaleza siempre suponen un acierto en los dormitorios. El azul aguamarina es perfecto para crear ambientes calmados. ¿Quién no querría dormir en una habitación que le recordase al mar? 

Entre el gris y el azul, este tono da como resultado dormitorios muy actuales. Nuestra recomendación es que lo combines con muebles y elementos de madera para añadir calidez, como por ejemplo, el cabecero. 

El gris en una tonalidad más intensa, reforzará la sofisticación del dormitorio. Para contrarrestar su matiz frío, añade textiles en colores claros y cálidos, como blancos o beiges. Las fibras naturales también le van de cine.

El color topo o taupé es una de las tendencias que más arrasan en este momento en decoración. Entre el gris y el marrón, este color neutro le dará a tu dormitorio un aspecto más elegante y sofisticado. ¡El background ideal!