Dormitorios

Tirar tabiques es una de las mejores formas de ganar amplitud y crear espacios más abiertos y luminosos en una vivienda. De ahí que en muchos pisos de menos de 50 m2 se opte por integrar el baño en el dormitorio. Si eres algo reacia a esta idea, siempre puedes delimitar los ambientes como se ha hecho en este caso, con unos listones separados entre sí para permitir el paso de la luz.

En este piso, el dormitorio se ha separado del resto de la casa por una puerta corredera con espejo que, no solo proporciona privacidad cuando es necesario, sino que también ayuda a ampliar visualmente el espacio. Este elemento permite mantener una atmósfera abierta y luminosa durante el día, y por la noche crea un rincón íntimo y acogedor para descansar. 

Iluminar la zona de descanso con apliques o lámparas de suspensión a ambos lados de la cama, además de ser una práctica de plena tendencia, es una forma de liberar espacio en la mesilla y contar con más superficie para apoyar un libro, las gafas o el móvil.

Tienes muchas formas de sacar partido a este espacio, en la mayoría de los  pisos pequeño desaprovechado. No es el caso de este dormitorio, en el que se ha ubicado un rincón de trabajo con una mesa estrecha. También puede encargar un banco que se ajuste al espacio disponible, que no sobresalga demasiado para permitir el paso por la habitación, o fijar una serie de baldas para colocar libros. En cualquier caso, procura vestir las ventanas con cortinas, estores o persianas que no dificulten el acceso a esta zona. 

Ya hemos visto que los cabeceros de fibra natural son toda una tendencia. Son cálidos, modernos y aportan un look desenfadado perfecto para dormitorios de verano. Pero si buscas un modelo más sencillo, pero también más moderno, apuesta por uno como el de esta propuesta. Aquí el cabecero luce un original entramado de fibras con un resultado más ligero y actual, que no recarga la estancia y con un menor peso visual (sin robarle el protagonismo). 

Otra opción si tienes un dormitorio pequeño o quieres una decoración más ligera es apostar por no colocar un cabecero. Es lo que se ha hecho en esta habitación, donde la cama queda enmarcada en la pared con retranqueos, como si la cama estuviera encajada, efecto que se ve acentuado con los apliques. Además, aquí, el techo de madera ya tiene una imponente presencia, por lo que las escasas dimensiones se benefician de esa ausencia. 

Ese aire íntimo y confortable que se respira en los dormitorios de las mujeres francesas se debe, en gran parte, a la iluminación. Suelen utilizar lámparas de mesa con pantallas de cristal o de tejidos naturales que difunden la luz de manera delicada y difusa, para crear puntos de luz focalizados y funcionales al lado de la cama o en rincones estratégicos. También son fans de los apliques de pared y de las velas, que reservan cuando quieren añadir un toque romántico a la decoración.

Siempre que sea posible, respeta los elementos estructurales del dormitorio y jugarás a caballo ganador. Este dormitorio lo demuestra y también demuestra que no por estar en una casa de campo tiene que ser oscura, ¡al contrario! La pared de piedra y la gran viga de madera se han equilibrado con un suelo y unas paredes en blanco, que llenan de claridad la estancia.

Dime que estás en el campo sin decirme que estás en el campo. La banqueta tosca de madera vieja es la primera señal. El techo de vigas y ladrillo y las puertas recuperadas a modo de cabecero viven una segunda juventud y dan a este dormitorio una pátina vivida y tradicional. Para dar el punto de calidez se han utilizado los tonos tierra de la ropa de cama y las fibras naturales de la alfombra de yute y la silla de madera y enea.

Inspirado en las viviendas de los agricultores norteamericanos, el estilo farmhouse vuelve a primera plana de las tendencias con sus paredes revestidas en madera y su irresistible toque nostálgico de un verano en el campo. Las paredes y el techo de este dormitorio abuhardillado están revestidos con tablas antiguas de castaño que se tiñeron de blanco. Tanto acaparan la atención que se ha prescindido de toda pieza que no sea estrictamente necesaria.

Si estás pensando en renovar el dormitorio de tu vieja casa de pueblo tenemos algo que decirte. Párate a pensar o, más bien, a observar todo aquello que está a tu alrededor. Quizás te hayas topado en un primer golpe de vista con unos cuantos muebles antiguos de madera oscura. Aunque tu primer impulso sea querer librarte de ellos, mira más allá y fíjate en cómo los podrías aprovechar para crear una habitación espectacular.

Suelen ser de maderas nobles y de muchísima calidad que merece la pena proteger, mimar y recuperar, y pueden tener diseños tan diferentes y personales como esta base de cama alta con gran cabecero. ¡Es algo único! Al igual que la enorme cómoda, que también es de herencia. Como los muebles principales tienen tanto protagonismo, nos gusta el detalle de prescindir de mesillas y, en su lugar, abrir una hornacina de obra en la pared para colocar la lamparita de noche. Las paredes encaladas, el suelo de barro y las vigas de madera refuerzan su carácter auténtico.

Dormir en una cama con dosel y bajo un techo entramado con vigas es algo así como el sueño de una noche de verano. Las vaporosas caídas en blanco no solo dan carácter a la habitación, si no que se pueden convertir en una práctica mosquitera para aquellos a los que les guste dormir con las ventanas abiertas. La estructura es ligera y de forja, al igual que la mesilla con acabado envejecido. Una buena alfombra y una mantita de color tinta (a juego con el marco de la ventana), rematan un dormitorio en el que todos querríamos despertar este verano.

En su lugar, decora la pared en la que se apoya la cama para convertirla en punto focal de la estancia. Con pintura en un color que aporte personalidad, un papel pintado con un diseño llamativo o, como se ha hecho en este caso, con molduras decorativas que añadan un toque de elegancia y textura. Esta estrategia no solo ahorra espacio, sino que también dotará de carácter y dinamismo al dormitorio sin necesidad de muebles adicionales.

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"El color está muy presente en las casas madrileñas. Se atreven con tonos vivos y juegos cromáticos, más allá de los tonos neutros", explica Inés Cusí. Ya sea como nota de contraste en un ambiente de base neutra, o como protagonistas, como en este dormitorio decorado por Miriam Barrios, con un personalísimo rosa en las paredes combinado con un cabecero XL con efecto terciopelo en gris. ¡Estilo y personalidad van a una!

Empezamos nuestro recorrido por algunos de los cabeceros más naturales y acogedores con este modelo hecho a base de fibras naturales enlazadas a modo de rejilla (a juego con la lámpara del dormitorio). Un toque de lo más artesanal para esta estancia pero que, como es este caso, resulta de lo más elegante y hasta podríamos decir casi clásico. 

Como el terracota o el marrón chocolate, el burdeos es otro de esos colores de moda por su intensidad y fuerza. Lo estamos viendo de nuevo en la decoración del hogar, en ambientes como el dormitorio o el salón, porque se trata de “un color profundo que aporta sensación de lujo a cualquier espacio”, comenta Muñoz de Morales. Además, en opinión de la interiorista, se trata de un color que combina perfectamente “con textiles como la lana y el bouclé: dos tejidos que aportan mucha calidez y atractivo visual y con los que se generan espacios más personales y acogedores”. 

Desde tonalidades suaves hasta tonos más intensos, hay opciones para todos los gustos. Una idea estupenda es aplicarlo en la pared del cabecero para crear un punto focal que contraste con el resto de la habitación, dando así un toque de estilo contemporáneo a tu dormitorio. 

Y si son a rayas y en tonos tierra, ¡mejor aún! Un cabecero así no solo aportará un toque de elegancia y sofisticación a tu dormitorio, sino que también te ayudará a crear una sensación acogedora y cálida. Después, solo tendrás que poner el toque de estilo con complementos textiles lisos de color blanco y en la gama de los tierra, pero dos o tres tonos más subidos.

En los dormitorios modernos, los cabeceros de gran tamaño son la nueva sensación. Incluso diseños antes reservadas para estilos más clásicos, como los modelos de terciopelo o tapizados en capitoné, ahora se reinventan con un toque contemporáneo. Y además, ganarás un lugar cómodo para apoyar la espalda mientras lees o ves tu serie preferida.

¿Te gustaría convertir tu dormitorio en un espacio digno de una suite de hotel de lujo? Una tendencia en auge en el diseño de interiores moderno es la integración de la zona de baño en el dormitorio. Este enfoque no solo maximiza el espacio disponible, sino que también crea sensación de fluidez. Luego tendrás que pensar cómo delimitar ambientes. Una buena idea es utilizar el cabecero como un elemento divisor. 

Pues sí, los tonos potentes también están de moda en el mundo del diseño de interiores y los colores fríos cada vez se asocian más con estilos modernos. Esta tendencia permite crear contrastes nítidos y elegantes con la ropa de cama, añadiendo profundidad y sofisticación al dormitorio. Ya sea optando por una paleta de azules profundos o grises intensos, estos tonos fríos crean una atmósfera de calma y serenidad, perfecta para un espacio de descanso contemporáneo y con estilo.

Este dormitorio se encuentra en una casa de Marbella y es tremendamente especial. Es una vivienda que respira un aire clásico, algo que se extrapola a las zonas privadas. El dormitorio principal tiene un espectacular techo de vigas de madera pintadas de blanco y es tiene unas dimensiones tan amplias que ¡cuenta con chimenea y salón dentro de la propia habitación! La zona de descanso es muy neutra, con paredes pintadas en un apacible gris, a tono con las cortinas y los detalles de la ropa de cama. Las mesitas de noche son unas joyas antiguas que vinieron de China y combina genial con la butaca tapizada con estructura de madera oscura. Cuando se mezclan piezas de estilos diferentes con maestría y un hilo conductor, ocurren resultados tan increíbles como este.

Existen diferentes opciones a la hora de elegir el mejor emplazamiento para un espejo en el dormitorio. Una de las más típicas es colocarlo sobre el cabecero de la cama, pero no siempre es la mejor opción para sacarle el máximo rendimiento al espacio, y menos si hay una ventana, justo enfrente. Según los preceptos del Feng Shui, nunca se debe colocar frente a un ventanal, ya que la energía que entra por él se reflejaría en el espejo y saldría de nuevo al exterior. Por eso, la mejor opción es ponerlo en una pared lateral, como vemos en esta foto, que aporta profundidad y hace las veces de zona de vestidor en caso de no disponer de uno cuando el dormitorio es pequeño. Una buena idea decorativa y desenfadada es colocarlo apoyado en el suelo y en la pared, pero asegúrate de que quede bien fijado.

En 2024, las paredes con textura están causando sensación en el mundo de la decoración. Revestimientos como la pintura y el mortero de arcilla o el microcemento, no solo ocultan defectos de la pared, sino que también añaden un toque acogedor y atractivo a los espacios.

¡Sin duda! En un mundo lleno de productos fabricados en masa, los artículos artesanales destacan por su singularidad y autenticidad. Cada pieza es única, hecha a mano con cuidado, lo que le confiere un valor especial y una conexión humana que los productos industriales simplemente no pueden igualar. Además, los materiales naturales utilizados en estos objetos, como la madera, la cerámica y el tejido, añaden una sensación de calidez y conexión con la naturaleza a cualquier espacio. Al elegir objetos artesanales, también estás apoyando a artistas y artesanos locales, de valorar su trabajo.

Si estás pensando en ampliar tu dormitorio integrándole una pequeña terraza que no utilizas, esta idea te interesa: reserva el espacio ganado para montar una zona de trabajo y marca la transición entre estos dos ambientes con un arco alargado que dé un toque distintivo y encantador a la estancia.

En este dormitorio, un proyecto de Terraza Balear, la cama se ha enmarcado en una gran hornacina que otorga un carácter distintivo y acogedor al ambiente, además de crear una sensación envolvente. Este arco proporciona un punto focal y convierte la cama en el centro de atención.

Poner el techo como límite cuando el espacio no da para más es la premisa a la que se aferran muchos amantes del papel que acumulan cantidades ingentes de libros y revistas. Una opción decorativa y desenfada, aunque nada funcional, es apilarlos en vertical en un rincón de la casa o haciendo montoncitos en el suelo sobre una pared vacía. Sin embargo, en el universo deco, existen otras opciones mucho más prácticas que emulan esta forma de organizar los libros. Son las estanterías verticales, que cuentan con pequeñas baldas que permiten hacer composiciones muy curiosas con libros que parecen flotar en el aire.

La decoradora Cristina Pérez aprovechó el espacio de este dormitorio con un gran cabecero multifunción. Es de obra e integra dos hornacinas que se han protegido un cristal, y una gran librería, perfecta para tener en orden y a mano desde libros hasta objetos decorativos. En blanco, resulta ligera a pesar de su gran volumen. 

El conjunto que ves aquí, y que la interiorista Pía Capdevilla ha diseñado para una masía en ruinas, tiene muchísimo encanto y se puede trasladar perfectamente a un piso cualquiera al que se le quiera dar una nota rústica así de agradable. La puerta de madera sobre guía es, además, muy elegante y combina con los colores verdes de la ropa de cama y con el bonito cabecero tapizado.

El dosel vuelve pisando fuerte al dormitorio tras unos años desterrado de él. La razón: la creciente tendencia a diseñar espacios agradables en los que sentirnos protegidos; es decir, lo que se conoce como cocooning y que vamos a ver en los próximos meses trasladado de forma masiva a la decoración del hogar. El dosel, además de ese punto protector al que nos referimos, añade una nota sofisticada. Si te apetece incorporarlo en el dormitorio, decora en tonos neutros porque de esta forma le darás todo el protagonismo. Este en concreto, en una casa de Marbella, nos encanta.

Conectar el interior de la vivienda con el exterior es una tendencia que arrasa en el diseño de interiores y que busca crear espacios más abiertos, luminosos y fluidos. Por eso, si tu dormitorio tiene acceso a una terraza o balcón, aprovecha este espacio para crear una zona de descanso al aire libre. ¡Y corre las cortinas! Deja que las vistas se cuelen en tu habitación.

Los tonos pastel son los grandes protagonistas de los dormitorios con decoración aesthetic. Suelen utilizarse en colores como el rosa, el verde menta, el azul cielo, amarillo clarito o lila, creando atmósferas muy serenas y dulces. Este dormitorio es un ejemplo de ello, donde el manido blanco no tiene cabida. En su lugar, se ha adaptado uno de los frentes a modo de cabecero, pintándolo en un verde pálido con molduras y una balda del mismo tono para enmarcar la zona de la cama.

Nada como recibir a la primavera en una atmósfera tranquila y relajante. Para lograrlo, ayúdate de detalles y complementos en rosa suave, verde menta o azul cielo. Y si son de lino arrugado, ¡mejor! Si te animas con un cambio de look más evidente, pinta un frente o todas las paredes de la estancia en un color pastel. El espacio se verá más amplio, luminoso y acogedor.

La tendencia de utilizar muebles vintage o diseños que recuerdan a otras épocas te ayudará a poner un encanto único y una sensación de nostalgia en cualquier espacio. Son piezas tan especiales que destacarán allí donde las coloques. ¿Qué tal una mesita de noche en el dormitorio? Echa un vistazo en Wallapop, porque a veces se encuentran auténticas joyitas.

Una opción para los más tradicionales y esas personas que no quieren arriesgar es decantarse por una gran obra de arte en horizontal, pero en la que dominen los tonos neutros. Así, sea como sea la ropa de cama que elijas, te asegurarás de que el resultado es equilibrado y armónico. 

En este dormitorio decorado por la interiorista Begoña Susaeta, de Sube Interiorismo, un tabique acristalado hace las veces de cabecero, permite el paso de la luz y conecta el dormitorio con el vestidor que, así, gana amplitud visual. “Este cabecero de hierro y cristal arriba y madera debajo, crea un corredor que aísla la zona del vestidor y a la vez deja que pase la luz”, explica la propia interiorista. El total look en blanco rebaja la presencia de los armarios y el panel y los cuarterones le dan un toque clásico muy favorecedor. 

Cuando las ventanas tienen unas características distintivas (como las de este dormitorio, con forma de arco), prescindir de cortinas es la mejor solución para aprovechar al máximo su potencial decorativo.

Sin cortinas, adiós a las barreras visuales. Por tanto, la estancia parecerá más amplia de lo que realmente es. Apúntatelo si tienes habitaciones muy pequeñas o con techos bajo, como este dormitorio. 

Elegir un par de piezas gemelas para colocar en las mesillas es siempre un punto a favor que puede cambiar por completo el carisma de una habitación. Si tienes suficiente espacio, elige unas lámparas de mesa con cuerpo y personalidad, sin escatimar en el tamaño de la tulipa. Hay diseños, además, que vienen con regulador de intensidad para adecuar la luz a tus necesidades.

Son las tradicionales, las habituales, las de toda la vida. Las lámparas suspendidas en el techo son un clásico de la decoración que, en el caso del dormitorio, suelen estar justo encima de la cama y no entorpecen el paso, por lo que, aparte de su funcionalidad, son tremendamente decorativas y se pueden permitir licencias de fantasía y tamaño, ya que no restará espacio.

¿Sabías que tener una televisión en el dormitorio no solo afecta a tu descanso, sino que también influye en tu vida sexual? Según un estudio de la psicóloga y sexóloga Serenella Salomoni, las personas que tienen una tele en la habitación ven disminuida su vida sexual al menos un 50%. Y este dato se incrementa en mayores de 50 años. Una solución es esconderla dentro de un armario y no convertir en costumbre verla todas las noches antes de dormir. 

La interiorista María José Auñón Cabrera agudizó su ingenio para crear un dormitorio muy bien aprovechado. Por un lado, separó la zona de descanso del baño con un gran cabecero de madera. Por otro lado, colocó sobre él dos espejo pivotantes que refuerzan esa división y favorecen la sensación de luz y profundidad de la habitación. Esta solución permite mantener una conexión visual entre los dos ambientes, al tiempo que establece una división sutil y estéticamente agradable.