¿Por qué querrías pintar una pared de color diferente al resto de la estancia? Hay muchas razones. Para resaltar una zona concreta, dotarle de personalidad, diferenciar espacios... De todas ellas hablamos en este artículo. Hemos pasado por todas las estancias de la casa para demostrarte que, al menos, en estas 15 ocasiones pintar una pared de color fue la mejor decisión que pudieron tomar interioristas y propietarios. Los efectos varían, pueden ir del más relajante al más estimulante, pero en todos ellos se han logrado ambientes cálidos, elegantes y superacogedores. ¿Los vemos?

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1.

Color arena en el recibidor

Recibidor pintado de beige con consola, lámpara, espejo y cestas

Consola de olmo y cestas, de Catalina House. Lámpara, de Vical en Coton et Bois. Espejo, de Sacum.

El Mueble

¿Quieres un recibidor natural y un poco zen? Pinta la pared que amuebles en un color arena, como hizo aquí Solange Van Dorssen y le dará ese aire acogedor que tanto buscas. ¡Todo un éxito!

2.

En verdigris para realzar la chimenea

Salón con chimenea, pared pintada de gris y butaca blanca

Butaca, en Sacum. Alfombra, de IKEA.

El Mueble

Concentrar la atención en un elemento concreto fue el objetivo de Elena Eyre en esta pared del salón. Al pintarla en un verde grisáceo y dejar el resto en blanco realza la zona de la chimenea y la convierte en la estrella indiscutible de la estancia.

3.

Detrás del sofá en beige y blanco

Salón con friso a media altura y sofá verde

Sofá, de Miki Beumala. Butaca Croissete, de Honoré, en Carolina Blue. Cuadro, de Sacum.

El Mueble

El mejor truco para dar calidez y luz a una estancia es elegir una base clara. En este salón, Mar Marcos y Olga Gil-Vernet decidieron pintar la pared de detrás del sofá en un tono tierra en la parte superior y en blanco el arrimadero. Un equilibrio perfecto.

4.

9 colores para pintar pisos pequeños

9 colores para pintar pisos pequeños

Blanco, beige, gris claro... Tenemos los colores más luminosos y decorativos, perfectos para hacer crecer un piso pequeño. Tonos atemporales, cálidos o actuales. Con ellos no fallarás. 

5.

Rojo terroso en el comedor

Salón comedor con pared pintada de rojo

Pintura plástica y mate en el tono Pantone 484C. Butaca, de Merc & Cía. Banco diseño de Bäse Interiorismo.

El Mueble

El color también sirve para diferenciar ambientes cuando estos comparten un mismo espacio. En este salón abierto al comedor, Bárbara Serra quiso darle énfasis al segundo. Para ello pintó su pared de un rojo anaranjado. No sólo lo consiguió sino que le dió alegría y personalidad.

6.

Gris cálido en el salón

Salón con sofá blanco, pared pintada de gris y cuadro

Sofá de IKEA. Mesa de centro, diseño de Paula Duarte.

El Mueble

El salón súper luminoso permitió a Paula Duarte elegir este color gris cálido en la pared de detrás del sofá. Así llama la atención de este espacio que ganó elegancia. Un cuadro del mismo color que la pared hace que se funda con ella. Los sofás y la alfombra blancos ¡no podían ser de otro color! contrastan y hacen rebotar la luz. 

7.

Un tono tostado para un salón de exterior

Salón acristalado con pared pintada de marrón, sofás, mesa de centro, pufs y planta XL

Sofás y mesa de centro, de Natalia Zubizarreta Interiorismo. Pufs, de Catalina House.

El Mueble

Cuando la luz no es un problema, bien vale pintar una pared en un tono más oscuro. Fue lo que hizo con acierto la interiorista Natalia Zubizarreta en este salón de exterior. El tono tostado le da sofisticación al ambiente.

8.

Gris "profesional" en la zona de trabajo

Zona de escritorio con pared pintada de gris

Escritorio y silla tapizada

El Mueble

¿Quieres reservar un espacio en tu salón a tu zona de trabajo? Hazlo especial pintando la pared de otro color distinto al resto. Natalia Gil lacó de gris la pared del escritorio dándole un toque moderno y formal. Además lograrás profundidad, si el salón no es muy grande.

9.

Gris suave en el comedor

Salón comedor con puerta corredera y muebles en madera_474463

Butaca, de Crearte. Mesa y lámparas de techo, de Pathson, en Cado.

El Mueble

En este otro comedor, separado del salón por una corredera, se le quiso dar absoluto protagonismo. Para ello Jeanette Trensig pintó una de sus paredes en un gris cálido. La decoró con dos estantes pintados en el mismo color que se mimetizan con ella. Un excelente lugar para exponer las soperas. Con la mesa extra large y las sillas de madera logró un look acogedor súper agradable.

10.

Una pared tostada en el dormitorio

Dormitorio con pared de cabecero pintada de beige con cama, mesillas y cuadros

Mesitas y lámparas, de Pantay. Cuadros, de Fernando Moreno.

El Mueble

¿Qué te parecería sustituir el cabecero de tu habitación por una pared lacada en un color diferente al resto de la estancia? Fue la acertada decisión que puso en marcha Mar Barroso, directora de proyectos de La Albaida. Eligió un tono tostado, en consonancia con el resto de la casa. De esta forma le dió protagonismo a la cama y a las mesitas de noche afrancesadas.

11.

En gris con un toque informal

Dormitorio grande con pared pintada oscura

Cabecero, mesillas de noche y lámpara, de Kenay Home.

El Mueble

En este otro dormitorio, Paula Duarte decidió poner un cabecero de lino en color claro. Lo realzó pintando la pared en un tono gris. No había problema porque era muy luminoso. Original la decoración que eligió para la pared: unos individuales de fibra que le dan frescura y un punto relajado a un dormitorio que podía resultar muy formal.

12.

Verde oliva en la pared del cabecero

Dormitorio con paredes pintadas en color verde oliva

Apliques, de El Corte Inglés. Estor, de Upholstery Barcelona.

El Mueble

La pared de este cabecero decorado con molduras ya de por sí era elegante. Meritxell Ribé y su propietaria decidieron pintarla en un verde oliva, en contraste con el blanco de ventanas y estores. El dormitorio ganó en frescura y está muy en consonancia con esa tendencia de llevar el exterior al interior.

13.

Un verde cálido muy envolvente

Dormitorio con cabecero de madera y pared pintada en verde

Cabecero artesanal de marquetería de olmo. Pintura, de Valentine.

El Mueble

Mira qué bien queda esta pared del cabecero lacada en un verde cálido. Enfatiza su estilo rústico y crea un efecto muy envolvente. La acertada decisión fue de la interiorista Bárbara Serra.

14.

Una pared en verde pistacho en la cocina

Cocina pintada en verde oliva

Mobiliario de cocina de Santos, en Santos Estudio Bilbao.

El Mueble

Si te ha gustado el verde oliva que has visto antes en el dormitorio, mira cómo queda la pared de esta cocina lacada en un verde pistacho. La interiorista Begoña Susaeta la ha decorado con unos platos divertidos con dibujos de insectos. Ha ganado en energía y vitalidad.

15.

Azul verdoso en el baño

Baño con pared de lavabo pintada en verde, mueble volado y espejo

Pintura Inchyra blue, de Farrow and Ball. Espejo, de Guardian Glass.

El Mueble

Si quieres que tu baño sea un espacio súper relajante, puedes pintar la pared del mueble en un azul verdoso más apagado. En este de la imagen, fue todo un acierto que Sandra Vergara eligiera un azul profundo. Hace destacar el mueble volado de roble y los originales apliques de vidrio. Ideal para aportar calma y serenidad.

16.

Verde enérgico en la ducha

Baño con papel pintado vegetal con pared de ducha pintada en verde

Papel pintado, en La Maison. Grifería, de Rovira.

El Mueble

¡Qué bien sienta una buena ducha y cómo te espabila! Este cuarto de baño pertenece al dormitorio que hemos visto anteriormente. Para darle unidad, ya que está separado por un cerramiento acristalado, Meritxell Ribé optó por pintar la pared de la ducha en el mismo verde oliva que el dormitorio. Muy en armonía con el papel pintado vegetal que reviste la pared del tocador. ¡Nunca una ducha fue tan estimulante!

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