Chimeneas: todas las soluciones decorativas

 Una chimenea se convierte en el centro de atención y de la distribución de un salón sin pretenderlo. Inevitablemente el mundo gira a su alrededor y hay que aceptarlo. Todo los muebles están dispuestos para contemplarla, porque es verdad, cuando está encendida es un espectáculo.

Muchas veces, sobre todo en los pisos de nueva construcción, nos encontramos las chimeneas con poco más que los ladrillos refractarios y queremos embellecerlas. Toda la vida han existido embocaduras, pero la mayoría son de estilo clásico.  

Sin duda una de las opciones más "nobles". A parte de estos diseños clásicos y geométricos, las de mármol muchas veces tienes volutas o ornamentos de inspiración natural. Las hacen nuevas, pero podemos encontrar preciosas y valiosas piezas antiguas. Las más habituales en blanco o beige, también grises y, excepcionalmente, en negro.

Podemos repasar casi todos los acabados de la madera, en este caso se le ha dado un aire envejecido, como el del espejo (o viceversa). Pero también las encontramos de escayola que pueden jugar con los mismos motivos que las molduras de paredes o techos, e incluso de hierro.

Una solución clásica es rodearla de estanterías porque la estructura que esconde el tiro de la chimenea suele crear un saliente en el salón, como si se tratara de una gran columna. Se puede integrar con repisas, estantes, huecos para la leña... Existen muchas posibilidades.

De madera y a medida, así se hacían estas librerías clásicas y simétricas que integraban la chimenea. Actualmente se suelen actualizar pintándolas en blanco. También se hacen de nuevo combinando pladur y DM.

Es también frecuente en el mundo rústico tener bancos juntos a la chimenea para disfrutarla. Para completar esta salón se ha acondicionado una repisa al lado. 

En este caso tanto la chimenea como la estantería se han "excavado" en la pared. Otra manera de tratar esa frontal es destacándolo con otro color o con una técnica de pintura especial. Además, se han usado el mismo tono en la estantería, este casi negro de la forja.

 Así como las cuadradas son más clásicas y urbanitas, las chimeneas rectangulares, más alargadas o abiertas... son más rústicas o modernas. No suelen tener embocadura y se rematan con otros materiales menos sofisticados. En este caso: base de piedra, pared de hierro, repisa ancha de madera.

Su presencia es innegable y más si, como en este caso, la colocamos en medio del salón. No es el caso, pero este tipo de chimeneas están asociados frecuentemente al diseño y a los espacios modernos.

 Si queremos disfrutar a tope o a diario de la chimenea, hemos de optimizarla para que ensucie menos y use toda la energía que desprende. Para ello se crearon los inserts: una estructura metálica con un frente de cristal que se "inserta" en el interior de la chimenea.

Las chimeneas de gas cumplen con bastantes requisitos y solucionan muchos de los inconvenientes de las chimeneas clásicas, tanto en su instalación como en la limpieza. Nos permiten usarlas a diario, sin problemas y generando más calor, aunque hay que admitir que no se vive la experiencia de la misma manera.

 Son las que reciben mejor nota en eficacia energética y son las más ecológicas. Además algunos modelos también permiten calentar habitaciones contiguas. Y seguiremos, seguro, avanzando hacia nuevas soluciones más decorativas.