Mima tu casa siguiendo los siguientes 25 pasos. ¡No querrás salir de ella!

¿Sabías que nuestros zapatos pueden llegar a acumular más de 400.000 parásitos, hongos y virus? Si quieres cuidar la salud de tu casa y, con ello, la tuya, lo ideal es descalzarse al llegar a casa. En este sentido, resulta muy útil tener un banco en el recibidor para poder descalzarse cómodamente y hacer el cambio de los zapatos de calle por los de ir por casa. O, si lo prefieres, ir descalzo, que tiene muchos beneficios. Si no cuentas con un armario donde poder dejar los zapatos, resultan muy útiles los cestos, que puedes guardar debajo del banco. 

El aire de casa también debe "limpiarse", en este caso, de CO₂ y de otras partículas invisibles que pueden resultar nocivas. Y la mejor manera de hacerlo es ventilándola, al menos, 10 minutos cada día. ¿Cuándo y cómo debemos ventilar la casa? Lo ideal en invierno es hacerlo al mediodía o aprovechar el momento en que incida el sol para que entre lo menos posible el frío en casa, mientras que en verano se recomienda hacerlo al caer la tarde. 

La luz natural tiene la capacidad de hacer más acogedores y amplios los espacios, mímala y tu casa te lo agradecerá. ¿Cómo? Elige tonos claros en paredes, suelos y mobiliario, sobre todo las piezas más voluminosas; elimina tabiques y favorece una distribución más diáfana en la que la luz recorra el piso de punta a punta, apuesta por cerramientos acristalados, coloca un espejo en la pared dónde le dé el sol para que la refleje y la expanda por toda la estancia... 

Si la luz natural es importante, también lo es la artificial. Y es que la iluminación puede marcar la diferencia entre estar a gusto y cómodo o sentirte fuera de lugar en tu propia casa. Planifica la iluminación para que se adapte a tus necesidades y usos de los diferentes espacios. Procura que sea flexible –apuesta por reguladores de intensidad– y apuesta por una luz led cálida de unos 3.000ºK , será más acogedora y relajante. 

Si no quieres tener que ir por casa como si de una carrera de obstáculos se tratara, es básico que respetes unos pasos cómodos. Una casa con zonas de paso amplias es mucho más cómoda y se ve más grande. Para moverte sin problemas calcula dejar unas zonas de paso de unos 80-100 cm. Tu casa se ahorrará más que algún rasguño o roces y tú disfrutarás de un hogar más cómodo. 

Para ello, presta especial atención a la salud de tus ventanas. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), un aislamiento insuficiente provoca la pérdida de entre el 25 y el 30% de la calefacción o de la refrigeración. Revisa las grietas alrededor de las ventanas y pon masilla resistente al agua. También puede ayudarte instalar burletes. Además, un mal aislamiento también deja pasar más el ruido. Otra opción es plantearte renovar las ventanas por unas más eficientes.

En El Mueble somos fans de las ventanas bien vestidas, ya sea con caídas o con estores. Pero más allá de una cuestión estética –unas ventanas con cortinas siempre harán más elegante y vestida una estancia– hay una cuestión práctica. Y es que las cortinas contribuyen a arropar los espacios, haciéndolos más acogedores; permiten regular la entrada de luz y nuestra intimidad y, además, aíslan del frío y del ruido de la calle, sobre todo si son tupidas. ¿Dudas entre elegir estores o cortinas? 

Pintar de nuevo el piso puede obrar auténticos milagros. No solo porque el color transforma espacios, sino porque unas paredes que presenten grietas, manchas, zonas desconchadas... empañarán la belleza y la salud estética de tu casa. Es una de las inversiones que más sale a cuenta. Por un presupuesto ajustado, estrenarás piso.  

Las paredes de casa, además de color, pueden tener textura y convertirse en activos decorativos. No temas destacar alguna pared de casa con un papel pintado decorativo o, si lo prefieres, darle textura con los nuevos papeles pintados textiles, que imitan fielmente las telas y dan la sensación de "pared entelada". Además de decorativos, los papeles tienen la ventaja de proteger las paredes de roces y golpes, por ejemplo, en las zonas de paso, en las habitaciones infantiles o en la pared del cabecero, sobre todo si sueles leer en la cama. 

Uno de los grandes enemigos de una casa es el desorden. No solo devalúa su belleza, sino que además hace el día a día más incómodo y puede ser foco de tensiones. Para que el caos no se instale en casa es básico adquirir unas fáciles rutinas diarias y prever soluciones de almacenaje pensadas para cada cosa, como este versátil mueble del salón-comedor, con cajones, armarios y estantes.   

Si tu piso cuenta con elementos arquitectónicos originales, como puertas XL de madera maciza, suelos hidráulicos, molduras o techos artesonados, recupéralos y devuelve a tu casa su majestuosa y singular belleza original. ¡No tiene precio!

Los muebles, de madera natural, sin barnices ni pinturas o colas con componentes tóxicos; las telas, 100% naturales (algodón, lino, seda, lana, fieltro, cáñamo, sisal, algas...); las pinturas, de base mineral, transpirables y ecológicas, como las de silicato, cal o caseína. Y en la cocina, usa recipientes de cristal o cerámica en lugar de plástico o teflón. ¡Y ojo con las sartenes! Cuida a tu casa y ella cuidará de ti y de los tuyos.

Si amas tu casa, no des por perdido ni un cm útil, sobre todo si cuentas con pocos metros. En este sentido, los muebles a medida son una opción súper útil. Sí, son más caros que uno prefabricado, pero salvan obstáculos y se adaptan como un guante al espacio disponible. Valóralo. 

Si el sofá es el rey del salón, ¡qué menos que elegirlo con acierto! Ante todo, debe ser cómodo. Pruébalo sin prisas y en las posturas que sueles estar en casa (si estás normalmente tumbado, ¿por qué probarlo sentado?). Pero no podemos olvidarnos tampoco de la parte estética: además de gustarte debe ser proporcional con el espacio. Un sofá demasiado pequeño en un gran salón parecerá ridículo. Y uno encastrado entre paredes puede provocar sensación de asfixia. 

Vestir el suelo de casa con alfombras es una apuesta doblemente acertada: protegerás las zonas más sensibles, como la zona del comedor, la de los sofás o el recibidor, pero a la vez decorarás y darás un extra de calidez, haciendo más agradable la pisada.  

Cuadros o láminas que te inspiren, retratos de familia, una serie de fotos de viajes, un collage... Es tu casa, ¡deja que tu casa hable de ti! Para que la composición se vea armónica, elige un tema –aquí, por ejemplo, han sido los viajes–, un mismo marco o un estilo, como las fotos en blanco y negro. 

No hace falta que sea una pieza de diseño o con nombre propio, como esta de Vitra, es suficiente con que sea especial para ti y, por lo tanto, también para tu casa. Ese mueble que heredaste de tu abuela y que renovaste con chalk paint dará carácter y singularidad a tu casa. 

Cada vez es más habitual integrar la cocina en el salón y, con ello, sacarla de su aislamiento para que participe en el día a día en casa. Pero, ¿y si además la hacemos más vivida y acogedora? Unas plantas –las aromáticas son un clásico–, unos paños de cocina divertidos o coloristas, unas baldas con tarros y piezas decorativas... son tus armas para conseguirlo.

El mejor compañero para tu ducha es, sin duda, una mampara. No solo a nivel estético, porque el baño siempre se verá más actual y en orden que con una cortina, sino por razones prácticas. Ganas estanqueidad –evitas salpicaduras y conservas más y mejor la temperatura–; amplitud, sobre todo si eliges el cristal transparente; y confort.  

El baño, junto con la cocina, es una de las estancias de la casa que más corre el riesgo de resultar un poco fría. Para evitarlo, alíate con la madera por, ejemplo, en el mueble bajolavabo, y cuida los pequeños detalles. Por ejemplo, una alfombra de fibras subirá la temperatura del baño y, además, vestirá este espacio. Unas cestas, accesorios de madera o bambú, unas velas, un pequeño ramo o arreglo natural... 

Los aromas son algo en lo que no siempre pensamos a la hora de "decorar" nuestra casa. Y son muy importantes porque transmiten sensaciones. Si no sabes cómo perfumar tu casa, debes saber que los cítricos nunca fallan, además, dan energía positiva. Si buscas un toque más sofisticado, apuesta por una mezcla de incienso y madera, mientras que los aromas herbales son muy relajantes. En cuanto al mejor modo de perfumar una casa, las velas son la opción más glamurosa e íntima, pero deberás tener paciencia a que hagan efecto. 

Es genial tener una casa maravillosa, pero lo mejor de todo es poder compartirla con tus amigos y seres queridos. Recibir en casa –el Covid-19 pasará y volveremos a juntarnos–, ya sea para celebrar una comida o para disfrutar de un café a media tarde en petit comité, te ayudará a crear agradables memorias en tu casa que estrecharán los lazos con tu hogar. 

Las plantas son salud. Y un extra de belleza para tu casa. No solo purifican el aire, sino que ayudan a regular la humedad, y eliminan las sustancias químicas derivadas de pinturas o plásticos. Además, en función de las variedades, absorben la contaminación electromagnética, tienen propiedades antialérgicas, regalan bienestar, aromatizan de manera natural el ambiente... ¡Todo son ventajas!

Por pequeña que sea, ¡aprovéchala! Tener una salida al exterior es un lujo para ti y para tu casa, no lo desaproveches usándola de trastero, de cajón desastre o, simplemente, teniéndola vacía. Si es tan mini que no te cabe ni una mesita, como aquí, conviértela en un pequeño jardín con unas macetas en flor. Su colorido y frescor contagiará también a tu casa. 

Si amas tu casa, protégela de posibles asaltos con una puerta de seguridad. También puedes reforzar su protección con un sistema disuasorio como puede ser una alarma. De todas las puertas, las acorazadas, con hoja y marco de acero, son las que ofrecen el máximo nivel de seguridad. En su contra: son también las más caras.