Hablar de trucos caseros de limpieza es, la mayor parte de las veces, mencionar algún tip protagonizado por la piedra blanca. Fabricado, por lo general, a base de arcilla blanca sólida, este producto se utiliza para limpiar y desengrasar muchas superficies, borrando todo tipo de manchas y logrando que se vean como nuevas. La eficacia de este ingrediente se debe a todos los compuestos que la componen. Cuenta con alúmina, sílice y jabón que, junto con la propia arcilla (o carbonato de calcio) le aportan cualidades limpiadoras y ligeramente abrasivas que, sin dañar las superficies, consiguen acabar con su suciedad.
La piedra blanca es, junto con la arcilla rosa, uno de los productos "mágicos" estrella de cualquier experta en limpieza, porque es tan versátil como eficaz, ideal para limpiar cualquier tipo de superficie en cualquier estancia de nuestro hogar. La instagramer Marta Fusté (@marta.tips) es experta en tips del hogar, de belleza, de viajes y estilo de vida y nos cuenta cuáles son sus usos preferidos para limpiar su hogar.
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5 USOS DE LIMPIEZA QUE LAS EXPERTAS DAN A LA PIEDRA BLANCA
Te contamos cuáles son las utilidades preferidas que la experta marta Fusté da a la piedra blanca, el básico que, a partir de ahora, no faltará entre tu colección de productos de limpieza, porque sean cuales sean tus necesidades, facilitará todas tus tareas y hará que tanto tu hogar como tus zapatos, se vean mucho más limpios y brillantes. ¡Toma nota!
- Para limpiar zapatillas. Ella coge la piedra blanca del bote con la ayuda de un estropajo y, después, frota bien por toda la superficie de la deportiva con la ayuda de una bayeta de microfibra. Asegura que, de esta forma, se va la parte amarillenta de la suela.
- Para limpiar roces y marcas de las paredes. De la misma forma, con estropajo y bayeta, conseguiremos borrar cualquier mancha de nuestras pareces que hayamos hecho con el roce. De esta manera, evitaremos tener que pintar de nuevo nuestras paredes.
- Para quitar el óxido de todo tipo de metales, como los cuchillos y las tijeras. El proceso es el mismo, aplicarla con la ayuda de un estropajo que no raye la hoja de nuestros instrumentos y, después, frotarlos con una bayeta, y con cuidado de no cortarnos, hasta que queden relucientes.
- Para desincrustar la cal de la mampara de la ducha. Si frotamos con piedra blanca y una bayeta de microfibra nuestra mampara, a través de movimientos circulares y, después, le pasamos la alcachofa con agua abundante, para retirar todos los restos de producto, conseguiremos crear una capa protectora que evitará que la cal se adhiera a ella.
- Para limpiar la grifería. Si primero frotamos bien con una bayeta y piedra blanca y, después, rematamos con un chorro de agua, conseguiremos dejar nuestros grifos como nuevos, sin manchas de gotas, restos de jabón, huellas dactilares... "y con un brillo espectacular", concluye la experta.
OTROS USOS QUE PODEMOS DARLE A LA PIEDRA BLANCA EN EL HOGAR
- Para limpiar, prácticamente, cualquier superficie del hogar. Podemos utilizar la piedra blanca para limpiar sartenes, ollas o cualquier instrumento del menaje. Además, con ella dejaremos impecable la encimera de la cocina, la vitrocerámica y también algunos de los electrodomésticos de la cocina, como el horno.
- Para limpiar otras zonas del exterior de nuestro casa cuya suciedad es muy difícil de erradicar. La piedra blanca es ideal para limpiar la piscina, la terraza o esas zonas del jardín y el garaje que tienen suciedad acumulada.
- Es ideal también para sacar brillo a la plata y limpiar cualquier metal, puliéndolo.

La piedra mágica nos ayudará a limpiar la plata y pulir cualquier metal, terminando con el óxido.
El Mueble
- Es muy eficaz para tratar cualquier superficie y material, desde los juguetes de plástico hasta las llantas del coche, pasando por los muebles de resina o PVC y por cualquier objeto, prenda o complemento fabricado con materiales sintéticos.
- Por último, es perfecto para limpiar cualquier superficie del cuarto de baño, ayudándonos a desinfectarla. La piedra blanca nos ayudará a dejar como nuevos los rodapiés y las juntas de las baldosas, si la frotamos con la ayuda de un cepillito, pero también a limpiar el lavabo, el inodoro y la bañera, con la ayuda de una bayeta de microfibra y un buen chorro de agua para aclarar.
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