Un piso pequeño que demuestra que se puede ser moderno, estiloso y también acogedor. ¡Nadie diría que solo mide 75 m2! // CON VÍDEO Y PLANO

Acerquémonos un poco. Verás que Majo se decantó por usar muebles ligeros para que no se comiesen el espacio a la vista. ¡Son grandes aliados en pisos pequeños! El sofá tiene las patas vistas y los reposabrazos delgados, la mesa de centro es tipo nido, la lámpara de pie es súper fina... ¡El espacio respira! Y las cortinas, los cojines y los cuadros añaden los toques de color.

¿Qué hay del espacio de la tele? Colgó la pantalla de la pared y puso un mueble de madera clarita y con patas. Sin perder capacidad de almacenaje, porque el mueble tiene dos cajones perfectos para ocultar los aparatos electrónicos. No hay que olvidar que es una familia de 4, de ahí los tres pufs (dos de ellos de borreguito y el otro a juego con el sofá) que suman plazas de asiento y dan mucha libertad de movimiento.

En busca de ese estilo relajado y cálido, a la vez actual, Majo fue añadiendo toques de madera en el mobiliario y los combinó con detalles en negro, que sirve casi de hilo conductor. Lo vemos en la lámpara de techo del comedor, las patas de las sillas, las mesas auxiliares, el aplique, el puf, el sofá... ¡Ah! Y en el espejo del comedor, que refleja toda la luz que entra por la ventana del salón.

Uno de los tesoros de este piso pequeño es la terracita. ¡Siempre es una suerte! Mide 12 m2 y está cubierta, así que queda a buen resguardo del sol. "Creamos una zona de descanso con dos butacas bien cómodas y una mesa de cemento blanco que queda moderna. La alfombra de yute dulcifica y las plantas llenan la terraza de frescura y naturalidad", dice Majo.

¡Y ahora vamos ya a la zona de noche! Te avanzamos que los papeles pintados son el sello de identidad de cada dormitorio. En el principal, se van los ojos al papel pintado de estampado de hojas XL. ¿O no? Da estilazo a la habitación y marca los tonos del resto de la decoración, entre amarillos, tierra y beige. El dormitorio es pequeñito, por eso Majo puso una cama con canapé abatible y lo mejor de todo es que pudo rascar una mini zona de tocador, que era uno de los imprescindibles que le había pedido la pareja. Con un puf que se puede guardar debajo del mueble y un espejito, ¡listo!

En esta foto al detalle se ve perfectamente el juego de estilos del dormitorio principal. El papel pintado pone el toque sofisticado y más arriesgado, mientras el cabecero de rejilla y el aplique de ratán ponen el toque romántico. La mesita de noche y la ropa de cama blanca son una inyección de luz y enfatizan los colores del papel pintado. ¡Ha quedado de revista!

Habíamos dicho que este piso pequeño tenía también vestidor. ¡Y lo tiene! En un espacio contiguo al dormitorio y en forma de L. Saca partido a la esquina y al ser blanquito, como las paredes, resulta luminoso y nada recargado. ¿Has visto? De nuevo el negro, en los tiradores, con el toque cálido del mueble de madera y la alfombra en el suelo.

El dormitorio juvenil es el sueño de la niña. Una habitación soleada, perfecta para descansar, estudiar y quedar con sus amigas. Tiene un diván con espacio para guardar debajo, un escritorio, una mini estantería en la esquina que también le sirve de mesita de noche... ¡Y papel pintado, claro! Esta vez verde y con dibujo en espiga, relajante y refrescante. 

En el cuarto del peque, la interiorista optó por la misma distribución: la cama a un lado y enfrente el escritorio y una estantería. La cama es nido e incorpora un cabecero que sirve las veces de mesita. Incluso tiene mini estantes en el lateral. ¿Y el papel pintado? Esta vez es un bonito mapamundi que da el toque infantil a la habitación, decorada con alegres toques de verde en los textiles y las lámparas. ¡Por cierto! En todos los dormitorios Majo eligió plafones en el techo. ¿Te habías fijado? Unas lámparas suspendidas hubiesen empequeñecido el espacio y eso no es lo que quería. ¡Genial!