El dormitorio es la estancia de la casa en la que más horas pasamos. Se calcula que invertimos, de media, 26 años de nuestra vida en dormir. Y si a eso le sumas el tiempo que puedes estar descansando, leyendo, viendo la tele... ¡Quizás la cifra se multiplica! De ahí la importancia de decorar el dormitorio con mucho mimo para que sea realmente acogedor. 

Si hay una pared que destaca por encima de todas, esa es la pared del cabecero que enmarca la cama y define, en gran medida, el estilo del dormitorio. Puedes darle vida y color con papel pintad o pintura, subirla de nivel con molduras o aprovechar su cabecero a medida para decorar con cuadros o espejos. Te contamos cómo. 

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1.

Pinta la pared del cabecero, es rápido y efectivo

dormitorio con molduras en cabecero 00560042

Cabecero con molduras de Orac Decor y pintura de Valentine. Apliques de Faro.

El Mueble

Una mano de pintura es la manera más rápida de transformar la pared del cabecero y, por extensión, tu dormitorio. Busca un color que contraste con el resto de elementos para que la zona de la cama, todavía, destaque más. Puede ser oscuro, como este gris humo, que da estilo al dormitorio y no lo empequeñece gracias a la entrada de luz. En este proyecto de Asun Antó, de Coton et Bois, la pared del cabecero también tiene molduras y apliques en negro, lo que le da un plus de estilo y un aire muy actual. 

2.

Con papel pintado le darás un aire delicado

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Cabecero en La Maison. Papel pintado y banqueta rosa de Woodland.

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Sobre todo si el papel pintado que eliges es de flores y tiene una base clara, como en este proyecto de la interiorista Marta Prats. El papel pintado es fácil de instalar y te ayudará a dar color y mucha vida al dormitorio. Además, protege las paredes y suma calidez a la estancia. La gran variedad de diseños y estilos te permitirá cambiar el look del dormitorio fácilmente: si quieres un aire romántico, elige un diseño de flores; para un look atemporal, puedes apostar por las rayas; o para darle calidez por un papel pintado tipo textil. 

3.

Con molduras subirás de nivel el dormitorio

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Cabecero de Catalina House. Cómoda de Mavi Lizán y mesilla redonda de Merc&Cía.

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Las molduras tienen la capacidad de llenar de elegancia y de un aire clásico todo lo que tocan y son perfectas, también, para destacar la pared del cabecero. Puedes hacer con ellas el dibujo que más te guste, aunque la forma de cuadrícula es la más típica. Las molduras de Orac Decor son de materiales sintéticos, como el poliestireno. Son fáciles de fijar con un adhesivo específico y se puede cortar y pintar. Te quedarán bien si tu dormitorio tiene techos altos y una estructura ya de por sí regia. Puedes integrarlas a la decoración, pintándolas del mismo color que las paredes, o hacerlas destacar en un tono o más claro u oscuro. 

4.

Un espejo es perfecto para llenar de luz el dormitorio

00532157 Pared de cabecero empapelado y decorado con espejo de cuadrícula

Cabecero diseño de Marts Prats. Papel pintado de Casamance. Espejo de Pomax, en Sacum.

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Los cabeceros a medida son perfectos para rematar la decoración del dormitorio y aprovechar su repisa para decorar. Para las estilistas de El Mueble son la base ideal para llenar el dormitorio de luz y estilo con espejos. ¿Nuestros preferidos? Los modelos con cuarterones negros, que ponen una nota de contraste y un look entre actual e industrial. Para un aire más clásico puedes optar por un espejo con marco de madera o acabado dorado. 

5.

Un cuadro a juego con la ropa de cama

dormitorio con cabecero de obra y rincon de trabajo 00571139

Cabecero diseño de Adriana Farré. Papel pintado de Coordonné. Cuadro de Carmen Figueras, en Coton et Bois.

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Un truco infalible de las estilistas de El Mueble en el dormitorio es coordinar el color de la ropa de cama con el de los cuadros que decoran las paredes, como en este proyecto de la interiorista Adriana Farré. El cabecero con repisa de roble se ha decorado con un original cuadro en tonos verdes, beige y arena que se repiten, también, en la ropa de cama y en los elementos de madera. ¿El resultado? Un dormitorio relajante, acogedor y luminoso, pensado para desconectar.