Eneko Labiano, decorador: "Si la distancia entre la isla y otros muebles de la cocina es menor a 90 cm, no la pongas"

• Espacio reducido para circular: Si al colocar la isla, la distancia entre ella y otros elementos de la cocina (como gabinetes, electrodomésticos o paredes) se reduce a menos de 90 cm, puede dificultar el movimiento y hacer que el espacio se sienta apretado
• Obstáculos en el flujo de trabajo: Cuando la isla bloquea el acceso a áreas clave, como la zona de lavado, cocción o almacenamiento, puede complicar las tareas diarias y generar incomodidad.
• Falta de espacio para puertas y cajones: Si la isla impide abrir puertas de gabinetes o cajones cercanos, o si limita el acceso a otros elementos, puede ser un problema de funcionalidad.
• Sobrecarga visual y sensación de agobio: En espacios muy pequeños, una isla puede hacer que el ambiente se vea más cargado y menos abierto, afectando la sensación de amplitud y confort.
• Problemas estructurales o de soporte: Si la estructura del suelo o las paredes no soportan una isla, o si su instalación requiere modificaciones complicadas, puede ser una señal de que no es viable.

Para tener una cocina con una isla sin comprometer la funcionalidad, generalmente se recomienda que la medida mínima sea de aproximadamente 13 a 14 metros cuadrados. "Esto permite suficiente espacio para moverse cómodamente alrededor de la isla, además de contar con áreas de trabajo y almacenamiento", explica el decorador consultado. Una buena distribución es una isla de 95 cm de fondo (60 cm para zona de trabajo + 35 cm para barra y superficie extra) x 230 cm de ancho y completar la cocina con almacenaje en columnas, adosadas a una pared, de 60 cm de fondo.

Entre la isla y otros muebles, encimeras, paredes, se recomienda dejar un espacio libre y despejado de circulación de al menos 90 a 120 centímetros. "En caso de que el paso sea solo de tránsito y no de trabajo podríamos dejar un poco menos, pero lo más cómodo es respetar 90 cm en caso de ser una zona de trabajo", matiza el fundador de N studio Bilbao.  

Los 90 cm que se deben dejar libres para circular alrededor de una isla en una cocina pequeña aplican igual en una cocina con una distribución en L, U o en línea. "Independientemente del tipo de cocina, la clave es mantener al menos 90 centímetros de espacio para un tránsito cómodo", recalca Eneko.

"Puede cumplir varias funciones, pero entre ellas, el almacenamiento, ya que puedes aprovechar todo el espacio de la isla para colocar gavetas, cajones o armarios", reconoce el fundador de N studio Bilbao. Recuerda que con puertas se pierde menos espacio que con cajones, pero que estos son muy útiles y cómodos. A la hora de instalar un cajón en un mueble hay que descontar espacio que "come" el armazón y las guías. En una isla de fondo 60 cm puedes poner fregadero o una zona de cocción. 

En este proyecto de N studio Bilbao, la isla cuenta con placa de cocción con extractor integrado y espacio de preparación. Además, se prolonga la encimera en una barra, ideal para comidas rápidas.

Hemos preguntado al decorador entrevistado qué criterios recomendaría para decidir la función de la isla en cocinas de tamaño reducido. Y su respuesta se centra en optimizar el almacenamiento. "Si necesitas más espacio para guardar utensilios, ingredientes o electrodomésticos, considera una isla con gavetas, estantes o armarios integrados", indica, pero no se olvida de que esa isla también puede ayudar a separar ambientes y se puede convertir en un elemento de interacción.

Hay materiales y colores que llevados al diseño de una isla pueden ayudar a que no se sienta pesada. Para Eneko, "utilizar superficies en colores como blanco, beige, gris claro o tonos pastel ayuda a que la isla se vea más liviana y se integre mejor en espacios reducidos. También en colores mate lisos".

• El truco del decorador: "Recurre a encimeras de 12 mm de grosor para que sean más ligeras y poder integrar con el mismo tono del mueble. Así se crea un bloque pero ligero visualmente". 

• Color: Optar por colores neutros o tonos suaves en la isla ayuda a que se integre de forma natural con el resto de la cocina. "Puedes usar el mismo color que las paredes o los gabinetes, o elegir tonos que complementen, para crear una sensación de continuidad y amplitud", indica Eneko de N studio Bilbao.
• Iluminación: Una buena iluminación, como luces empotradas o colgantes discretas, puede resaltar la isla sin hacer que destaque demasiado. "La iluminación dirigida también ayuda a definir el espacio sin sobrecargarlo visualmente, creando un ambiente acogedor y funcional".
• Textura: Utilizar texturas suaves o mates en la superficie de la isla evita que el espacio se vea demasiado cargado. Materiales como madera clara, piedra natural o acabados lisos aportan calidez y elegancia sin restar amplitud.

A estas alturas ya tendrás claro si puedes o no diseñar tu cocina con isla. Así que en caso de que no puedas disfrutar de este elemento codiciado, hemos preguntado al decorador de N studio Bilbao, cuáles son las alternativas, en un concepto similar. Estas son sus 4 opciones:

• Barra volada: Una barra suspendida en la pared o en un extremo de la encimera puede servir como área de desayuno o espacio adicional para preparar alimentos, sin ocupar mucho espacio en el suelo. Además, aporta un toque moderno y ligero a la cocina.
• Mesa auxiliar o de trabajo: Una mesa pequeña o una encimera adicional puede funcionar como superficie de apoyo, comedor informal o zona de preparación. Puedes colocarla en un rincón o en un espacio que no interfiera con el flujo de trabajo.
• Isla estrecha: Si el espacio es limitado, una isla más estrecha o con un diseño compacto puede ofrecerte almacenamiento y superficie sin ser demasiado invasiva. Incluso puede tener ruedas para moverla según las necesidades.
• Estanterías abiertas o módulos modulares: Incorporar estantes abiertos o unidades modulares en la pared puede crear un espacio de almacenamiento y apoyo visual similar a una isla, pero sin ocupar tanto espacio en el suelo.