Las 57 casas rústicas más impresionantes de El Mueble

Madera en el suelo, madera en las paredes, madera en el techo... Madera y más madera. Y es que esta cabaña en la Vall d'Aran debía no solo ser un refugio sino parecerlo. Este mirador, con espectaculares vistas al paisaje nevado, es una invitación al descanso y a estar en plena sintonía con su entorno de excepción.  

El salón, organizado con dos alturas y con techo inclinado, se ha revestido en madera, como el resto de la casa. El acierto es actualizar el estilo rústico con colores claros y muebles rectilíneos que se mezclan con otros más tradicionales. Descubre el resto de secretos que oculta esta casa.

Todo en esta espectacular cabaña en el Pirineo francés es una invitación al dolce far niente arropado de texturas abrigadas y al calor del fuego. Su porche regala unas vistas maravillosas a su entorno natural y sus interiores te abrazan con su madera que sube por las paredes y el techo.  

Ver este salón y no declararle tu amor eterno es casi casi imposible. Si no te gana su imponente altura o esa chimenea que es casi una escultura, lo hará la madera de roble que envuelve suelo, paredes y techo como si de una cajita mágica se tratara o las espectaculares vistas que se cuelan en casa por sus ventanales XL. Pero si este salón te ha enamorado, espera a ver el resto de la casa...   

Esta cabaña en los Pirineos llevaba años cerrada cuando sus propietarios decidieron darle una nueva oportunidad. Pero para ello era necesario hacerle un lavado de cara y modernizarla. La encargada de transformar esa apagada y tristona cabaña setentera en el refugio ideal que es ahora fue la interiorista Bárbara Aurell, de Espacio en Blanco. Ahora, ver nevar desde el porche acurrucado en una manta es un lujo. 

Con el fin de darle el extra de calidez que todo dormitorio de montaña precisa, la decoradora forró la pared del cabecero con un papel vinílico de espiga con efecto textil, forró el suelo con una moqueta de sisal y arropó la cama con textiles abrigados. Te invitamos a que descubras el resto de esta cabañita. 

Porque es la que hacía soñar al propietario cuanto era pequeño. Ahora es suya y con una reforma que duró tres años está lista para vivir gracias al trabajo de Lara Vallés, de Space Stage, interiorista y propietaria de esta cabaña.

La chimenea del salón se ha recubierto con un papel que imita piel de potro. El sofá es un diseño de la propietaria, que se adapta al espacio. ¿Quieres descubrir el resto de espacios de la casa?

Antes de que la decoradora Carolina Juanes hiciera su magia esta casita de apenas 80 m² presentaba otra piel: de madera oscura, como se hacían las casas de montaña hace dos décadas en el Vall d'Aran. Con el cambio de look, la madera se mantuvo pero tiñó con esta pátina blanca que le da un aire nórdico tan luminoso y acogedor. 

Cuando cuentas con un lucernario desde donde ver las estrellas por la noche y contemplar cómo caen los copos de nieve en invierno, no necesitas mucho más para disfrutar de un dormitorio único y acogedor. De hecho, aquí, la decoradora optó por las piezas mínimas de mobiliario y dejó que la ventana y las paredes revestidas de madera fueran las auténticas protagonistas de la decoración. ¿Quieres ver el resto de ideas de este apartamento? 

Esta casa es como un copo de nieve, blanca y cristalina. Pero en vez de ser fría, es súper acogedora, gracias a los matices cálidos del blanco y al uso (¡y abuso!) de los textiles –una mullida moqueta de lana reviste la planta de los dormitorios– ¡y la madera. "Me encanta el blanco es limpio y luminoso. Es el color de la nieve y le da un aire como de casa sueca", explica Icíar, la propietaria de esta casa en la Vall d'Arán.

La segunda planta de esta casa es el reino de los niños, ya que es dónde están las habitaciones de los hijos de la propietaria. Esta planta cuenta, además, con un pequeño estar que se ha completado con un altillo al que se accede por una escalera de barco que sirve de chill out y de habitación de invitados.

Porque en ella se mezclan elementos carácterísticos del estilo rústico (como la piedra, los cuadros, los tejidos gruesos, vigas de madera y la chimenea) con otros más actuales como los muebles de líneas rectas y el blanco.

Nos colamos en el dormitorio de esta casa para copiar sus ideas más campestres: tejidos naturales en la cama (el lino y su arruga son perfectos), tonos tierra, madera en el techo y en el suelo, pero actualizada con blanco.

Las paredes abuhardilladas de este apartamento dúplex recogen el estilo clásico de los refugios pirenaicos. Pero en este caso, la decoradora Carolina Juanes le dio un twist, forrándolas con madera de abeto y de castaño teñidas de blanco y con barnizado natural para lograr un ambiente más luminoso sin renunciar a la luminosidad. 

El dormitorio es pequeñito pero súper acogedor gracias, una vez más, a la madera presente en las vigas, el cabecero alistonado que es a su vez una práctica repisa y el suelo. Los textiles, en una gama que abarca desde el blanco hasta el topo pasando por el beige ayudan a este extra de calidez. ¿Te apuntas a un house tour?

No está allí pero lo parece. De hecho, está en la Vall d'Arán. Y no es una obra nueva. No, no. Es una reforma que consiguió abrir un apartamento oscuro a la luz y al paisaje, y darle un aire british. El objetivo era crear un espacio que arropara, y Luderna, en colaboración con Dröm Living, lo lograron.

El dormitorio juega con los mismos tonos y con el mismo papel a cuadros del salón. Resulta tan acogedor que las mañanas se hacen eternas entre las sábanas. Sigue contemplando las montañas desde todos los rincones de esta casa. Muy recomendable. 

A este apartamento de Baqueira ¡el blanco le sienta tan bien! La decoradora Carolina Juanes, responsable de la reforma, lo tiñó de blanco para llenarlo de luz sin renunciar a su carácter de cabañita de montaña, donde lo que se busca es un extra de calidez. 

El papel pintado a cuadros arropa este dormitorio desde donde se ve amanecer el valle. Y por si esta marcha extra de calidez no fuera suficiente, se ha optado por un cabecero tapizado de lana hecho a medida. ¡Y que empiece a nevar fuera! Descubre los secretos de esta cabañita. 

De estilo rústico, la sencillez y funcionalidad priman en esta casita donde se han rentabilizado los metros eliminando tabiques innecesarios. El salón comparte espacio con el comedor, adosado a una ventana, y la cocina, muy pequeña y delimitada gracias a un cerramiento de cristal.

Así se ha diseñado el interior de esta casa. Las soluciones a medida permiten sacar partido al espacio como se ha hecho en el frente de la chimenea, con un mueble a la derecha. La madera da continuidad a cada elemento. El espejo tipo ventana concede profundidad, un truco diez.

Esta es una casa en pleno Pirineo que mezcla en su decoración guiños nórdicos y luminosos son el rústico más acogedor. Nadie diría, viendo el resultado que antes era muy muy oscura. Para copiar: la chimenea, resuelta en poco espacio pero imprescindible.

Se tiró todo, salvo puertas y ventanas. La misma luminosidad que tiene el salón se llevó a cada ambiente de la casa, haciendo uso de la madera que tiene una pátina envejecida. Los textiles ponen la nota de color. ¿Quieres ver el resto de espacios de esta casita?

Los propietarios de esta casa hicieron su sueño realidad al transformar un antiguo pajar en una coqueta casa de estilo rústico práctica y funcional en la que la madera es el material conductor de todo el interiorismo, también en la terraza.

En el interior de esta casita rústica, predomina el color blanco que concede luminosidad y se mezcla con el gris azulado que actualiza el estilo. Los detalles en fibra en la lámpara y en los taburetes que se componen como mesa de centro son el toque natural idóneo. Descubre la casa entera.

Cálido, confortable, luminoso y decorado en un estilo rústico muy apetecible. La seña de identidad de esta casa en la nieve son las ventanas y tragaluces abiertos en la cubierta teñida de blanco. Así dejan que el sol entre en este salón y, junto a los textiles, crean un ambiente acogedor y cálido.

La distribución permite que los ambientes se compartan. La chimenea caldea toda la estancia, que goza de unas vistas de impresión. No te pierdas el house tour. 

Tanto dentro como fuera, donde la fachada de piedra con ventanas de madera se prolonga en un techado de madera que acoge el comedor de exterior. Aquí la mesa y los bancos, también de madera, invitan a largas sobremesas al aire libre.

Arropa el salón para darle calidez con textiles de diferentes tipos: lino, lana, algodón, pelo… Los tonos arena son los neutros perfectos para un ambiente de estilo rural.

En pleno Vall d'Aran, esta cabaña con vistas privilegiadas se decora con la madera original, una espectacular chimenea y textiles y colores que caldean cada rincón. Está pensada para dos, pero ¡caben más! Nos quedamos con la chimenea exenta que divide dos zonas de estar.

El encanto rústico se logra con la madera y colores que combinan bien con ella (beige, gris y granate). La cocina se abre para compartir la vida con toda la familia y los amigos. Descubre la casa por completo. 

Más rural, ¡imposible! Pero ojo que es el concepto porque el interiorismo hace gala de un estilo rústico confortable pero muy actualizado gracias al uso de la madera pero en un tono blanqueado. 

Desde todos los ambientes, el exterior se cuela a través de los amplios ventanales. Precisamente para disfrutar del entorno se evitaron las cortinas. Además, la sensación de amplitud se potencia con espacios diáfanos y compartidos, como ocurre en la primera planta donde salón, comedor y cocina conviven. ¿Quieres ver cómo? 

El equipo de Luderna Design consiguió que este dúplex oscuro de techos, paredes y carpinterías, se transformara en un espacio luminoso y con carácter. El blanco, un gris azulado en las paredes y madera en bruto fueron sus armas. 

Si abajo el azul refresca, arriba, en la zona de los dormitorios, la calidez es extrema. La madera cubre incluso las paredes del cabecero con lamas horizontales que amplían visualmente el espacio. Y no es cualquier madera. Se trata de castaño y roble castaño con barniz ultramate. ¿Vemos más? ¡Adelante! 

Esta casa es el mejor escondite para las tardes de frío y nieve. Pero también para vivir la naturaleza en los meses de calor. Sus interiores te arropan, empezando por el salón con un confortable sofá que invita a recostarse al calor de la chimenea, original de la casa.

Renovar la carpintería de la escalera y pintar las vigas de la casa en color blanco da más luz y quita años. El comedor aprovecha el rincón bajo la escalera (encaja en el estilo rústico una mesita vestida con textiles hasta el suelo). No te quedes con las ganas de ver más y descubre el resto de la casa.

Y lo hace a través del porche de esta casa de campo que se pierde en vistas en el horizonte. Aquí solo hay paz y relajación, bueno, y un confortable sofá y mesas auxiliares y una lámpara y muchos cojines que ayudan a sentirse tan a gusto.

Butacas y sillones orejeros son los auxiliares idóneos para completar la zona de asientos de un salón estilo rústico, pero ¿y los bancos? ¡Sentimos predilección por ellos? Junto a la ventana, delante o, incluso, integrados en ella. Pon cojines y disfruta de las vistas desde un lugar privilegiado. Descubre el resto de soluciones de esta casa. 

La fachada de esta casa es un fiel reflejo de cómo es posible actualizar un estilo rústico y crear una decoración inspirada en las casas de campo tradicionales pero de hoy. El trío pizarra, piedra y madera, de nuevo, es perfecto en el exterior de esta vivienda ubicada en el Pirineo.

Los cuadros se asocian con el estilo rústico y es en este salón el elemento más llamativo, los que decoran la papel. ¿Te atreves con una tela o papel para crear este efecto? La chimenea y la madera, hacen el resto. Apúntate al house tour de esta casa, ¡tiene sorpresa!

Restaurada pero sin ceder ni un ápice de su encanto natural. Esta casa esconde interiores en madera, muy acogedores. 

Cuando el techo se viene encima (cosa que ocurre en esta casa de estilo rústico de poca altura) lo mejor es mantener el encanto de la madera pero pintada en color blanco. Neutros y blancos decoran el salón en el que los textiles dan un extra de calidez. Sigue paseándote por esta casa.

Mesas con ruedas de aire industrial, hierro, obras de arte, una chimenea de líneas minimalistas... Aquí no hay tradición pero sí fuerza. Marta Tobella, de Sacum, se encargó de la decoración y de dar respuesta a la idea de los propietarios, "que no querían un refugio únicamente invernal", cuenta. 

A pesar de estar en el Pirineo, no está decorada con madera oscura, ultracálida. No. "Le dimos un tratamiento muy contemporáneo y así la madera mantiene su presencia sin imponerse", cuenta Marta. Mira cómo queda en este baño. Si te gusta, te encantará el resto de la casa.

Situada en los Picos de Europa, era la casa de los abuelos del mejor amigo del propietario y este tenía tan buenos recuerdos, que cuando la pusieron a la venta, quiso quedársela al instante. Es una de las más antiguas del pueblo, con piedra, techos bajos y una madera bellísima recuperada.

Solo necesitaba ganar luz y un toque más dulce. Lo consiguieron con inspiración provenzal en los colores y decorándola con piezas con historia como la lámpara de la abuela o los muebles originales de la casa, que fueron restaurados por Loli Lavigne. No dejes de visitarla.

Asentada en los Pirineos, esta casa está construida según los cánones de las clásicas cabañas de alta montaña en las que la madera adquiere un protagonismo absoluto. Y es que está presente en suelos, techos y elementos estructurales. En todos los casos se trata de pino, pero para darle un extra de calidez se tiñó en un tono castaño, más rojizo.  

Sí, invierno inclusive. Y es que durante las horas de sol, relajarse en este rincón con preciosas vistas arropado por una manta es un lujo que no tiene precio. De hecho, con la reforma se tiraron los tabiques de la planta principal y la casa se abrió más a la terraza, ya que se facilitó el acceso desde el salón y el comedor. Descubre el resto de estancias de esta casa.

“Quisimos buscar una sensación natural, que entonara con el paisaje”, explica Marina, interiorista de Marina&Co y responsable de la decoración de esta casa de la Cerdanya. “La casa tiene un roble natural muy bonito que es la base. Apostamos por poner pocos muebles y potenciar las sensaciones jugando con las texturas y tejidos naturales”. Y también con el papel pintado, como el de la pared del salón. 

Y no es para menos, porque al igual que el resto de la casa está forrada de madera de roble. Las sillas de hierro de la barra, también de madera, le dan un toque industrial y el papel pintado, a juego con el del salón, "un punto juguetón", sostiene Marina. Te invitamos a seguir descubriendo esta casa de montaña. 

Con tejas de pizarra y madera, en esta casas rústica no falta la luz y las vistas al campo gracias a los amplios ventanales que se abren en la fachada. Con este entorno maravilloso, ¿quién no saca el comedor al porche cada día?

En el interior de esta casa se gana amplitud con los revestimientos de listones de madera en color blanco de las paredes y del techo. Los tejidos cálidos y mullidos ponen un extra de confort a un rústico muy luminoso. 

Un tejadillo de madera protege el porche de esta casa de tres alturas y tejado a dos aguas, revestida en piedra y con ventanas y contraventanas de madera. Es el lugar perfecto para sentarse a tomar un café o ver pasar el tiempo en cuanto sale el sol.

Si hay un elemento imprescindible en el estilo rústico es la chimenea. Como la que luce esta casa en la esquina en este salón y que permite que tanto la zona de estar como el comedor disfruten del fuego encendido. Los tonos neutros son la base de todos los ambientes. ¿Sabías que los propietarios compraron esta casa sobre plano?

Con sencillez y en contacto con la naturaleza. Con ese objetivo se ha decorado esta casa de campo que usa el blanco, la madera y las fibras naturales en su decoración, combinadas en todas las estancias. Sin duda la estrella del salón es la gran chimenea de obra que ocupa un lugar central.

Los tonos suaves son perfectos para decorar una cocina de estilo rústico: el tono verde agua de esta y los frentes con molduras y tiradores de forja son para copiar. ¿Qué más nos gusta? La encimera de madera y la perfilería de la ventana con barrotillo también en color. Descubre el resto de detalles de esta casa marbellí. 

La pareja propietaria soñaba con renovar su casa en el pueblo y cuando lo hicieron apostaron por un estilo tranquilo y natural, más actualizado, pero que no perdiera la esencia. La salida al jardín con esa puerta de cristal en arco es tan adecuada.

Gracias a esas cristaleras, el salón se volvió más luminoso. El salón es un ejemplo de. ese estilo sosegado y natural que tiene la decoración, conseguido al mezclar, madera, blanco y mimbre. Disfruta de este proyecto de inspiración rústica.

No solo por fuera, sino que en el interior, dejar las paredes en piedra vista hará que todo el ambiente se note rústico. Si no tienes la posibilidad, opta por placas que imitan este acabado. El resultado será como el de este perfecto comedor, extra acogedor, al que se suma el techo revestido en madera. 

Y muestra es este ambiente integrado en el dormitorio. Solo hay que dejar que predomine la piedra, el barro y la madera en los revestimientos y en el mobiliario y optar por una cómoda recuperada como mueble de lavabo, por ejemplo. Con los apliques y accesorios adecuados, rústicos o retro, ¡conseguido! No te pierdas el resto de ideas de esta casa. 

En mitad de la montaña, con madera por fuera pero un interior mucho más limpio que renueva el concepto rústico con muebles a medida y colores muy suaves. En el exterior, la madera del ventanal principal y la piedra de la fachada dan un indiscutible carácter campestre. 

Los maxi ventanales llevan de luz el salón y conectan con el exterior gracias a su altura, adaptada en pico a la forma de la fachada y del tejado. ¿Quieres visitar la casa al completo? 

Este es el lema que aplicó Federica, de Federica & Co., a su casa de campo. Dejó su casa en Madrid para irse a Cantabria donde se encuentra este colorido y campestre refugio que hace guiños al vintage y al country a partes iguales. ¿Acaso la cocina no es para enamorarse con esos colores desgastados?

Los muebles antiguos y con pátinas y las flores por todas partes le dan ese aire a campiña que tan bien encaja con el rústico. Menudo vergel hay montado en el dormitorio. Descubre esta casa al completo y enamórate. .

Esta casa lo luce con distinción. Con una base rural y campestre se llena de delicadeza con tonos claros y líneas suaves. Aparecen algunas piezas (solo unas pocas) de diseño más actual y la madera sigue siendo protagonista.

Coral y rosa coloreal los tonos neutros predominantes en este dormitorio de techo abovedado y revestimiento continuo, que se acerca al rústico chic tan acogedor a. través del juego de textiles.

Es la casa y taller de Neus Iserte, de Crea, decora, recicla y no faltan los detalles en colores como ejemplo de que el estilo campestre también puede ser alegre y dinámico. El salón de esta preciosa masía del Empordà se decora con una base en tonos neutros, pero resulta luminoso y vital.

La cocina se abre al comedor, donde conviven muebles antiguos en madera oscura con una bonita alacena recuperada y pintada en color blanco. Te enseñamos la casa entera.

Del viejo pajar que se desmoronaba en mitad de un verde prado no queda nada. Ahora es una encantadora casa de campo rodeada de jardín con solera rústica, conseguida gracias a una decoración perfecta. Se encuentra en Cantabria, cerca de Comillas.

Encanto es lo que tiene la decoración, con un aire vagamente francés que se mezcla a la perfección con el country. Los grandes ventanales lo llenan todo de luz. Estás invitada, ¡pasa!

Lo tiene todo. Esta borda de 1870 en Cerler, Huesca, presentaba un aspecto viejo y sombrío. nada que ver con el que tiene tras su rehabilitación. El techo, original. y recuerpado, marcó el estilo de la casa.

Con mucha madera y guiños actuales, como el derribo de tabiques para que los ambientes ganen en comunicación y amplitud. Para no recargar el espacio en el comedor se sustituyeron las sillas por bancos. Descubre el resto de la casa.

Data de 1681 y tiene el estilo de las antiguas masías medievales catalanas aisladas en las montañas, pero no lo está. Se encuentra en el centro de uno de los pueblos más maravillosos del Bajo Ampurdán e impresiona la mires por donde la mires. 

Su historia cuenta con más de una reforma. La última, por el Grup Escrivá Interiors, que supo respetar el espíritu de la masía utilizando el cemento pulido que se usaba antiguamente, recuperando los techos de bóveda catalana y restaurando los viejos envigados. Sigue recorriendo la casa. Te encantará. 

Así es esta casa. Empezó siendo solo un sueño para sus propietarios y, finalmente, la hicieron realidad. Construida con materiales 100% naturales y de proximidad cuenta con un porche que nos chifla. Las cortinas de esparto le dan frescor de forma natural.

Su arquitecto, Damián Ribas, la revistió totalmente con microcemento blanco leche e incluso hizo muebles con él. Solo dejó una pared de piedra para darle un punto de calidez y de color. Esta casa es realmente única. No te la pierdas.

Amalia se enamoró de esta casa cántabra pero "estaba prácticamente podrida y tuvimos que rehacerla entera", cuenta. La reforma corrió a cargo de Hermanos Vega Díaz, que consiguieron espacios encantadores en el interior y un porche con dos lados acristalados para disfrutarlo todo el año. 

Amalia cuenta que pusieron esta mesa para cocinar pero también para las meriendas de los nietos, que cuando llegan de la playa están hambrientos. El resultado es un office acogedor que queda genial en esta cocina de aires nostálgicos. Nos encanta esta casa. Recórrela y disfrútala tú también.

De Madrid al Empordà, la propietaria de esta casa se escapa siempre que puede. Encontró este antiguo pajar, se enamoró y lo ha convertido en su refugio. Se encuentra en el límite del pueblo, de ahí sus magníficas vistas al campo y a las montañas.

Comedor, salón y cocina se encuentran bajo la antigua bóveda de la entrada y forman una gran estancia central, con el techo abovedado y revestido con cañizo en color blanco. Esta casa tiene más curiosidades. ¿Quieres descubrirlas?

Con mucha historia, así se decora esta casa rústica. Los techos de vigas de madera y las paredes de piedra con el lienzo sobre el que dar forma a una decoración sencilla pero muy campestre: los sofás con fundas y la mesa de centro destacan en el salón.

Este otro ambiente de comedor de esta antigua rectoría se ha decorado con mezcla de muebles. Y es que el estilo rústico acepta tanto piezas vintage o retro como otras más clásicas, como las sillas de comedor estilo Luis XV o las consolas que lucen adosadas a la pared.

¡Como lo lees! Este antiguo molino de arroz ahora es una casita de estilo rústico que goza de un jardín en el que disfrutar del aire libre, con varios ambientes. Los muebles de forja crean un estilo entre campestre y romántico.

Dentro de la casa, el salón y el comedor se organizan en dos alturas, separados por un murete bajo. Llaman la atención las bovedillas del techo pintadas en color blanco, que contrastan con la piedra de las paredes.

Se encuentra en Girona, casi en la frontera con Francia, y antes era un granero. Ahora tiene lo mejor de las casas de l'Empordà y la Provenza tanto dentro como fuera.

Decorado como zona de estudio, con un bonito escritorio y paredes en piedra. Una mirada hacia el techo descubre la madera y se intuye la naturaleza del entorno por las puertas de cristal. La carpintería se ha pintado en verde, integrándose en el entorno natural. Descubre el resto de espacios de esta casa.

El propósito de los propietarios era vivir el exterior al máximo. Y reformaron esta casa de pueblo para construir su sueño: un porche perfecto, cubierto, que se abre al jardín y a la piscina. Esta se construye elevada y de estilo marroquí.

El gran porche cubierto, abierto mediante arcos al jardín, permite usarse muchos meses al año. Aquí se ha creado un gran comedor con mesa de madera. Al fondo, una barbacoa de obra, con encimera de cemento alisado y armarios bajos con frentes de madera reciclada. Descubre la casa del porche.

Cuando Lizarriturry Tuneu Arquitectura se enfrentaron a esta reforma, se encontraron con una masía con siglos de historia, una base perfecta, pero muy poca luz y una decoración muy abigarrada: colores oscuros, escudos... como de castillo.

Pasos abiertos, como el que une el dormitorio con el vestidor y el baño (ni siquiera este tiene puerta), claraboyas y ventanas nuevas hicieron que la luz llegara a unas estancias que antes vivían en la oscuridad. El blanco acabó de multiplicar la claridad. ¿Ganas de ver más de esta casa centenaria?

Pablo Aranguren, su propietario, viajó hasta el Concejo de Llanes un verano hace 18 años y decidió que un día tendría su casa allí... y así fue. Encontró unas ruinas del siglo XVII y las transformó en una casa de campo tradicional con todas las comodidades del siglo XXI.

Desde la casa no se ve el mar pero si puede oírse el rumor de los Bufones de Pría. Con esta banda sonora y rodeada de verde es un paraíso con muros de 80 cm de grosor y techos de 3,20 m de altura. ¿Tienes ganas de saber más? Aprovecha para descubrir el resto de espacios de esta maravillosa casa. 

Aquí, en el pasado, se guardaba maquinaria pero Albert Aubach, su propietario, decidió que se podía vivir, y muy bien. La casa es un gran espacio abierto donde solo el baño y las habitaciones están cerrados. Y el porche ya vaticina lo que encontraremos dentro... una paz increíble. 

La idea de Albert era vivir prácticamente todo el año en el exterior. Las grandes cristaleras, con finos perfiles de hierro, y de gran altura lo consiguen y difuminan los límites entre dentro y fuera. Sigue visitando cada rincón de esta casa, merece la pena.

Es como salida de un cuento. De piedra, con un riachuelo en el jardín y una casita de madera pintada de rojo para los juegos de los más peques. ¿Quién puede pedir más? La sorpresa es saber que era una antigua cuadra situada en Cantabria. 

En la rehabilitación se mantuvieron todos los materiales originales de la casa para conservar su atmósfera rural. Además, se le dio un estilo decorativo típico de Nueva Inglaterra, donde estuvo viviendo la propietaria, romántico y acogedor. ¿Con ganas de seguir descubriendo los rincones de esta casa?

Rafa y Blanca fantaseaban con irse a vivir al campo, y finalmente lo consiguieron. Buscaron un terreno e hicieron una casa como se hacían las casas del Norte e Iñaki Mujika le dio luz y serenidad. La iluminación fue básica en este proyecto y también los muebles y las paredes claras.

Si te gustan los espacios rústicos, este dormitorio no te puede dejar indiferente. Amplio, luminoso, con detalles artesanales ¡y vistas! Una maravilla, como el resto de estancias. Con Iñaki, la casa consiguió un equilibrio perfecto entre tradición y actualidad. Todo un acierto. Descúbrelo aquí.

Lali pasaba los veranos en una antigua masía rodeada por un inmenso jardín y tres edificaciones, y hoy, tras heredar la que fuera la casa de los jornaleros, ha vuelto a aquellos paisajes de La Garriga. La cambió por completo dándole más luz y una salida al jardín. 

Lali quería impregnar su casa con el estilo de esos parajes pero con un punto más actual: colores suaves y materiales frescos y veraniegos. ND Disseny lo lograron. Esta es una de las estancias que más nos gustan. ¿Quieres ver el resto de la casa, verdad?

Reformada para que se adaptara a las necesidades actuales pero sin perder el sabor antiguo de pueblo. El patio de esta casa, al que se accede desde diferentes estancias de la primera planta, cuenta con una pequeña piscina y muebles de fibra.

El encanto de la decoración de esta casa de pueblo rústica es llevar al interior. muebles que podrían estar perfectamente en el patio y combinarlos con la piedra de las paredes y una alacena en madera decapada. Descubre esta casa.

Esta es una casa de nueva construcción pero se levantó como se hacía en el pasado. Amparo Garrido consiguió construir un chozo (casa tradicional del siglo XIX) con hormigón, madera y cubierta de castañuela. 

En el exterior todo es historia pero su interior sorprende: con toques del sur de Francia, aires mediterráneos y un uso del espacio y el color que la hacen muy especial. Natural, fresca e increíblemente acogedora. ¡Descúbrela!

Situada en el Baix Empordà, esta casa hoy maravillosa era un granero en ruinas que Lluís Auquer, arquitecto, reedificó creando un doble piso con vigas recicladas y nuevas ventanas. El patio es un encantador rincón cubierto de glicinas que nos invita a entrar y quedarnos.

En la planta baja de esta casa, cubierta de la tradicional toba catalana, comedor, salón y cocina conviven en un mismo espacio que recorre toda la fachada. Y arriba, están las habitaciones: dos, comunicadas por correderas. La luz entra por grandes tragaluces y la madera y el color le dan alegría.

Lo es. Es la casa que la princesa alemana Bettina Wittgenstein tiene en Mallorca. Cuando compró el terreno no tenía ni agua ni electricidad, y hoy es... un paraíso. En ella se puede dar con piezas recuperadas como las columnas del porche y muebles de todo el mundo. 

Esta casa siempre está llena de gente y en la cocina todo es vida. Aquí se cocina con el aceite que recogen en la misma finca, se elaboran turrones y se hacen ramilletes de hierbaluisa para regalar a los amigos. Es una casa muy vivida y realmente espectacular. Mírala.

Esta casa es como las de antes. Está construida con técnicas tradicionales y materiales recuperados. ¡Parece una masía sacada del siglo XIX! y tiene aire rústico. En el exterior se levantaron muros de piedra recuperada con revoco de cal. Bajo la pérgola, este rincón de comedor desprende paz.

El salón, decorado en tonos tierra, combina sofás y mesa de centro de estilo rústico con una embocadura de chimenea clásica y butacas inspiración Luis XV. Descubre toda la casa.

Esta masía ampurdanesa se ha convertido en el refugio perfecto de toda la familia. Han puesto toda la ilusión del mundo en la reforma y el resultado salta a la vista: hecha en piedra, sigue los estándares de las masías de l'Empordà.

Los tonos rojizos y calderas están muy ligados al estilo rústico más tradicional, el que luce el comedor de esta casa, con sillas y mesa de madera. Tanto el suelo como las vigas de madera son de tiendas de derribo. La mesa la hizo un carpintero local, con una estructura de hierro traída de Marruecos.