Desde hace 19 años, Pablo Motos entrevista a diario en 'El Hormiguero' a los personajes que más están de actualidad, amenizando las noches, de lunes a viernes, de millones de personas y consiguiendo que las celebrities le hagan confesiones inéditas, siempre bajo la clave del humor. Él, sin embargo, tampoco se queda atrás y, además de dejar claro, en más de una ocasión, que la cocina no es lo suyo y que hay algunos alimentos como el salmón ahumado o el queso crema, que no tolera, Pablo Motos también ha hablado en más de una ocasión sobre cuáles son sus habilidades.
El conductor del formato de Antena 3, asegura que para él es muy importante que su casa esté limpia y organizada porque, con ellos, obtiene placer. "A lo mejor tengo un TOC porque quiero que las cosas estén ordenadas; si lo están por fuera, lo estarán en mi cabeza", aseguraba en su plató, convirtiéndose en un auténtico gurú del Feng Shui. Y es que, aunque el presentador de 'El Hormiguero' asegura que se le dan bastante bien todas las labores del hogar, confiesa que hay una que no es lo suyo, y que así se lo recuerda a diario su mujer: planchar.
La plancha, la tarea doméstica que se le da mal a Pablo Motos
"Todas las labores del hogar se me dan bien menos planchar. Se me da horriblemente mal y, según mi mujer,los cuellos de las camisas se me dan fatal", confesaba Pablo Motos en su propio programa. "Pero se me da de p*** madre limpiar, me gusta que esté todo ordenado", dejaba claro. Planchar las camisas, sin embargo, no es una tarea que tan solo se le resista a Pablo Motos, sino que nos cuesta a todos, por muy expertos que seamos en esta tarea.

El mueble
Además de estar diseñadas en un tejido elegante pero muy delicado, que se arruga y coge pliegues con mucha facilidad que, además, son muy difíciles de eliminar, las camisas están creadas con un diseño único, cuellos, puños, botones e infinidad de detalles que nos obligan a plancharlas con mucho cuidado y esmero para asegurar un acabado pulido. A todo esto debemos sumarle que, cuanto más arrugada esté nuestra camisa, más dificultades tendremos a la hora de plancharla, por no hablar de la relación con nuestra experiencia haciéndolo.
Entonces, ¿Cómo podemos planchar una camisa con facilidad?
Además de no ser una tarea fácil, hay muchos errores que cometemos al planchar una camisa, que la dificultan todavía más. Te contamos, paso por paso, algunas claves con las que conseguirás hacerlo de forma mucho más sencilla.
- Humedece la camisa. Si pulverizas agua sobre tu camisa o la mojas con el vapor de la plancha, suavizarás sus arrugas, haciendo su tela mucho más manejable y facilitando el planchado.
- Nivela bien la tabla. Para lograr que tu camisa quede bien planchada, su superficie tiene que estar plana y estable.
- Considera tu plancha. Obviamente, plancharás las camisas con la plancha de la que dispongas en tu hogar pero, si estás pensando en hacerte con una nueva, una de vapor te ayudará a conseguir esta tarea con mucha más facilidad.
- Revisa bien la camisa antes de plancharla. Fíjate que no tenga manchas ni suciedad antes de comenzar a plancharla. No es una tarea fácil de por sí, como para encima tener que hacerla en vano. Además, si planchamos una mancha, tan solo conseguiremos que se fije más al tejido y después, sea todavía más difícil de eliminar.
- Empieza a planchar por la parte de delante. Con ello, conseguiremos estirar bien la tela y terminar mejor con las arrugas. Además, debes hacer movimientos suaves, aplicando una presión uniforme sobre la tela y evitando los cambios y los giros bruscos. Si lo haces con los botones abrochados, además, alinearás la tela y evitarás arrugas en la parte de los botones. Cuando la tengas, plancha la parte trasera.
- Después, plancha las mangas. Una vez que hayas planchado el cuerpo de la camisa, llega el turno de hacerlo con las mangas y, para ello, deberás seguir un patrón en línea recta, desde el hombro hacia el puño, planchado este, en horizontal, como siguiente paso. Por último, plancha los cuellos de la camisa con mucho cuidado.
- Plancha la camisa justo antes de ponerla. Si nuestras camisas son muy delicadas y, al plancharlas, las guardamos en el armario, corremos el riesgo de que se pongan amarillentas, además de que se vuelvan a arrugar. Lo recomendable, si tenemos es tiempo, es plancharla justo antes de ponerla o, en vez de meterla al armario, dejarla colgada en una percha o en un galán de noche, antes de ponérnosla.
Con estos trucos conseguirás planchar tus camisas con facilidad, logrando que queden como nuevas y que luzcan mucho más elegantes.
Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.