El ingeniero aeronáutico de La Rioja Manuel Jalón Corominas fue el inventor de la fregona para la limpieza de los suelos. Aunque ya existían herramientas similares en otros países, el aeronáutico le dio una vuelta a su diseño para hacerlas más prácticas y fue cuando creó el conjunto compuesto por el cubo con escurridor y el palo con mocho que llevan tantísimos años metidos en nuestras casas (desde 1956). La nueva invención de Jalón fue todo un éxito ya que permitía fregar sin tener que agacharse ni escurrir a mano el trapo, lo que supuso una auténtica revolución en la limpieza doméstica de aquella época.
Sin embargo, aunque el nacimiento del cubo de la fregona fue en España y su uso está muy extendido en todo el país a pesar de los nuevos avances tecnológicos en el mundo de la limpieza (según un estudio global reciente sobre hábitos de limpieza en húmedo, el 82% de los españoles usan la fregona), no todo es oro lo que reluce porque, como bien dice el dicho "en casa del herrero, cuchillo de palo", este mismo estudio revela que no sabemos utilizarla bien y que un 54% de los españoles cometen el mismo error: reutilizan el agua de la fregona.
Los peligros de reutilizar el agua del cubo de la fregona
Aunque el estudio confirma que el 68% de los españoles utiliza la fregona para la higiene de su hogar, hay otros datos del mismo estudio que nos parecen algo desconcertantes: un 54 % de los españoles admite reutilizar el agua de la fregona. Por otro lado, un 42 % solo la cambia cuando la ve visiblemente sucia y un 12 % ha admitido que no la cambia ni una sola vez durante la limpieza de sus suelos. Tan solo el 42% sí lo hace de la manera correcta y renueva el agua del cubo después de limpiar cada estancia de la casa.

Si no cambias el agua del cubo de la fregona mientras limpias, lo que haces es esparcir la suciedad por el resto de suelos
El Mueble
Sin embargo, deberíamos tener más consciencia sobre esta práctica tan errónea en la limpieza de los suelos porque, aunque no cambiar el agua de la fregona mientras se friega puede parecer un detalle menor, lo cierto es que tiene consecuencias negativas tanto para la higiene como para el resultado final de la limpieza:
La suciedad se distribuye en lugar de eliminarla
Esto sucede porque, a medida que friegas, el agua se va ensuciando. Si no la cambias, en lugar de limpiar los suelos, vas extendiendo esa suciedad y los gérmenes de una zona a otra, dejando una película invisible de residuos.
Deja malos olores
El agua sucia con restos de comida, grasa o polvo puede generar un olor desagradable que se queda en la fregona y, en ocasiones, también en el suelo. Con el tiempo, la fregona puede volverse un foco de mal olor persistente.
Propagación de bacterias
El agua estancada es el entorno ideal para la proliferación de bacterias. Si no la renuevas, aumenta el riesgo de esparcir microbios y patógenos, especialmente en suelos de cocina o baño.

Recuerda: es importantísimo que cambiar el agua del cubo de la fregona después de limpiar cada estancia de la casa
El Mueble
Resultados poco estéticos
Usar agua sucia puede dejar rayas, manchas o suelos opacos, dando sensación de que la casa no se ha limpiado, aunque hayas dedicado tiempo y esfuerzo.
Desgaste de la fregona
El uso continuado de agua sucia también acelera el deterioro del mocho, haciéndolo menos eficaz para recoger la suciedad y obligándote a reemplazarlo antes de tiempo.
En definitiva, a partir de ahora acuérdate de cambiar el agua con frecuencia para mejorar la limpieza de tu hogar, proteger tu salud y alargar la vida útil de los utensilios.
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