¿Quién no ha soñado con escaparse el fin de semana a un refugio de montaña? Abrazados por la madera, acurrucaditos en el sofá arropados por una manta bien gustosa y con el crepitar de la chimenea mientras vemos cómo cae la nieve fuera. Y si eso, lo de esquiar, lo dejamos para otro día.

Los 30 apartamentos de nieve que hemos reunido en esta selección son perfectos para hacer realidad esta estampa. Algunos pequeñitos con vocación de refugio, otros dúplex o incluso tríplex, vestidos con maderas oscuras o teñidos de un luminoso blanco, con ventanales panorámicos... ¿En cuál de ellos planificarías tu próxima escapada este invierno?

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1.

Un chalet finlandés en los Pirineos

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Desde esta casa, las vistas de Les Angles, el lago Matemale y el macizo de Cambre d’Aze quitan el hipo. Pero es que la casa en sí, construida de manera artesana con el propio método de Nordika –quienes además gestionan el alquiler por temporadas de esta casa–, parece de cuento. Además de las vistas, la madera de alerce es la gran protagonista de la decoración. 

2.

Arropado por el blanco y los textiles

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Este dormitorio es una invitación a no salir de la cama. Abuhardillado, con el techo de madera en blanco que te arropa pero sin recargar y esos textiles de texturas abrigadas y gustosas... Y fuera, ¡ya puede nevar!

3.

Una casa en la montaña con mucha historia

salon con chimenea encendida y velas 00469300

Esta casa puede presumir de ser una de las más antiguas del Vall d'Aran, por eso más que una cabañita revestida de madera y con grandes ventanales que la abren a la montaña, es una casa con muros gruesos y ventanas pequeñitas, como se hacían antes. La gran chimenea, que los propietarios quisieron recuperar, nos da una pista de su historia. 

4.

¿La mejor escapada? ¡La cabañita de la montaña!

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Esta casita en la montaña ha crecido sin necesidad de ampliarla. Y todo gracias al ingenio de la arquitecta Mar Marcos que supo convertir una casa mal aprovechada con un salón mini en el que apenas cabían en una cabaña donde pueden llegar a dormir ¡hasta nueve personas! ¿Quieres saber cómo lo hizo? No te pierdas el reportaje completo de la casa

5.

Un refugio teñido por el blanco

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Este era el clásico refugio de montaña oscuro y poco apetecible. Hasta que llegó la decoradora María Lladó y le dio la vuelta por completo: abriendo ventanas, desde las que ahora se disfruta de unas preciosas vistas de las montañas nevadas, y tiñendo todos los espacios de blanco... pero no de cualquier blanco, sino de uno roto que le da ese punto cálido tan buscado. Para prueba, este dormitorio tan apetecible. No te pierdas el resto de este refugio de nieve.  

6.

Un tríplex de montaña con sabor inglés

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Este tríplex en Val de Ruda tiene vocación de cabañita, con sus techos abuhardillados y revestidos de madera, que buscan abrigarnos y darnos un extra de confort mientras vemos cómo nieva fuera. Precisamente, en busca de ese plus de calidez se optó por colores intensos y papel pintado para vestir muchos de los espacios de la casa, como este dormitorio, con ese original papel escocés. 

7.

Una casa en la Cerdanya

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Las interioristas de Marina & Co no lo dudaron en cuanto vieron esta casa: su belleza natural, con la madera que envuelve todos los espacios –¡cocina incluida!– debía ir en sintonía con el espectacular entorno. Por eso se buscó potenciar su acabado natural, y arroparla con papeles pintados con textura, como este de la barra de la cocina que parece tela, alfombras de lana, lino rústico...  

8.

Una antigua cabaña de leñador en el corazón del bosque

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La historia de esta casa es de las que apetece contar, porque su actual propietario ya soñaba con ella cuando era niño y pasaba con la bici por delante. Por aquel entonces era una de pareja de holandeses. Así que, cuando se enteró que la vendían, le faltó tiempo para cumplir su sueño de niñez. Y eso que estaba muy deteriorada... Ahora, es un mix de modernidad y de tradición que enamora a quién la ve. 

9.

Una casita de madera con esencia de refugio

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No, no está en pleno corazón de Finlandia, sino en Les Fermes de Bolquère. Pero a la hora de planificar esta casita la hicieron como si de un refugio de montaña se tratara, arropada por la madera de suelo a techo. 

10.

Una cabaña en la nieve mimetizada con el paisaje

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¿Imaginas una casa con árboles dentro? Es posible y, además, ¡un gran acierto! Y es que esta cabaña en el Vall d'Arán es naturaleza en estado puro. No solo porque la madera reviste paredes, techos, suelo y mobiliario, sino porque tres troncos de abedul ayudan a sostener la planta de arriba y, a la vez, dan un look aún más natural si cabe a esta cabaña. 

11.

El pequeño apartamento que antes era un desván

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Cuesta creer que esta coqueta buhardilla en Baqueira era un desván que servía tan solo para acumular trastos. Fue la arquitecta Cristina Carbonell quién supo ver más allá de su función de guardamuebles y la convirtió en una cabañita ideal para disfrutar del invierno en la montaña.

12.

Una acogedora casa de alta montaña

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La decoradora Jeanette Trensig supo dar a esta casa de alta montaña el calor de hogar que sus propietarios buscaban. Mucha madera, piezas escogidas con mucho mimo y el verde que lo baña todo. En el recibidor, para proteger las paredes y, a la vez, darle una nota rústica muy acorde con la casa, la decoradora ideó un arrimadero con un papel que imita la piel de potro. ¡Qué auténtico! No te pierdas el resto de la casa

13.

Una cabaña en el Pirineo pensada para compartir

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Esta cabaña en el Vall d'Aran, abrazada por las montañas nevadas, ofrece a sus propietarios la mejor de las escapadas. Una reforma minuciosa, en la que el mayor reto fue recuperar el color original a las vigas de pino que recorren toda la casa, le ha dado una nueva vida. Ahora, disfruta de espacios amplios y abiertos pensados para compartir en familia y con los amigos. 

14.

Hecha de piedra, madera y orientada al paisaje

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Cuando tienes unas vistas como estas, ¿qué más se puede pedir? Los inviernos en esta casa de los Pirineos son casi de postal, con ese gran ventanal que se ha convertido en un mirador de lujo, y al calor de la chimenea. La madera y la piedra de la pared de la chimenea son un guiño a su entorno natural de excepción. 

15.

Un dúplex en la montaña con vocación de casa

dormitorio con pared de madera 00472467

Este dúplex era el patito feo del barrio. Hasta que los actuales propietarios vieron sus posibilidades y lo convirtieron en un apartamento de nieve moderno, acogedor y lleno de luz. Además, al tratarse de una planta baja con salida al jardín es como vivir en una casita. Para muestra, el dormitorio, que el equipo de Luderna Design supo darle ese look tan acogedor de montaña revistiendo la pared del cabecero con lamas de madera vieja de castaño y roble. 

16.

Un casa de madera que mira al paisaje

Salón rústico con sofá en gris, cojines, pufs y alfombra de lana_00377174

En un apartamento de montaña no pueden faltar los grandes ventanales que regalan unas panorámicas de ensueño, tanto en invierno, cuando el paisaje se tiñe de blanco, como en verano, cuando el blanco da paso al verde. En esta casa, la madera que reviste suelo y ese precioso techo envigado, y las texturas abrigadas de los textiles ofrecen el mejor confort durante los meses de invierno.  

Sofá de Frajumar. Mesa de centro, de Integra. 

17.

De montaña y con un acertado mix de estilos

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Esta no es la típica casa de montaña. "Tiene un poco rústica, pero es luminosa, y con un toque campestre y otro industrial, y con un punto inglés...", así define la decoradora Cuca Arraut este refugio en el Pirineo, donde el papel pintado tiene un gran protagonismo, así como la piedra, la madera y los detalles de estilo más actual. ¡Descúbrela!

18.

Un apartamento a pie de pistas

comedor con techo de madera blanco y sillas de mimbre lampara de bombillas 00474779

¿Te imaginas disfrutar de estas vistas mientras desayunas? ¡Es posible! Porque este coqueto apartamento en Baqueira está disponible en freerentals. Blanco, relajante y con un look nórdico tan acogedor como de tendencia, ofrece la mejor de las escapadas. ¡Aunque el esquí no sea tu fuerte!

19.

Una cabañita de montaña en blanco

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Esta cabaña tiene 100 m2, ¡pero repartidos en cuatro plantas! Lo que fue todo un reto a la hora de organizar los espacios para que resultaran cómodos. Ganar luz, con nuevas ventanas y mediante el blanco, con el que se pintaron suelos y techos de madera, fue la otra máxima de la reforma. Solo las vigas originales de abeto teñido en nogal oscuro se dejaron tal cual, el resto se blanqueó para la casa respirara claridad. 

20.

Inspirado en los refugios pirenaicos

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Sus paredes abuhardilladas y sus grandes ventanales lo delatan. Y es que, como explica la decoradora Carolina Juanes, "recogen el estilo clásico de los refugios pirenaicos". Y esto no es casual, ya que este apartamento está en el Vall d'Aran, a pocos kilómetros de la estación de esquí de Baqueira. De ahí su salón, amplio, confortable y arropado por la madera y los textiles, pensado para relajarse tras una intensa sesión de deportes en la nieve. 

Sofás de Fama y mesa de centro de Brucs.

21.

Una casa de madera en medio del bosque

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Esta cabaña revestida de madera por los cuatro costados está pensada para disfrutar desde todos los espacios de su entorno privilegiado. Y es que donde no hay paredes de madera –de piedra en el exterior– hay grandes ventanales, que se dejaron desnudos, precisamente, para que el paisaje estuviera siempre dentro de casa. Unos simples estores, para dar intimidad de noche, son la única licencia.  

22.

Un apartamento de montaña rejuvenecido

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Situado en el pueblo de Arties, en el Vall d’Aran, este apartamento de nieve ha pasado de ser marrón –el color de la madera que durante mucho tiempo en esta zona se asoció con el confort– a blanca como la nieve, con ese nuevo look nórdico que ahora tanto se lleva en el Pirireno catalán. Con este nuevo color, no solo ha ganado en luz, sino que sus apenas 80 m2 parecen haberse duplicado. 

23.

Un refugio con aire sueco

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Techos y suelos de madera, alfombras de lana y moqueta en las zona de noche para hacer la pisada más gustosa, textiles abrigados y unas vistas espectaculares a los Pirineos. Y no podía faltar la chimenea, un must en una casa de montaña. Esta casa, que su propietaria quiso vestir de blanco para darle ese acogedor aire sueco, es el refugio de montaña perfecto. Compruébalo tú mismo. 

24.

Un apartamento en la nieve (re)hecho a seis manos

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Cuesta creer que esta pequeño apartamento en Baqueira fuera en algún momento oscuro y super parcelado. Ahora es una joya de luz gracias al blanco que viste todos los espacios, y amplio y confortable –¡han llegado a ser 23!– gracias al saber hacer del trío protagonista, del Estudio Milans del Bosch y familiares de la propietaria. 

25.

Una casa de montaña con mucho estilo

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Es de montaña y viendo la cocina, no lo parece. Y es que los tópicos, en esta cabaña de madera, no sirven. Empezando por la madera usada para destacar algunas zonas especiales de la casa: castaño. ¿Por qué? Porque sus manchas negras dan un look personal y único que cautivó de inmediato a los propietarios. ¿Y la cocina? Moderna, funcional, semicerrada con una cristalera de hierro negro. Si te ha gustado, espera a descubrir el resto de la casa... 

26.

Una casa en los Pirineos pensada para compartir

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Cuatro hijos y ocho nietos. ¡Y caben todos! ¿La clave? Espacios abiertos y amplios donde todos pudieran encontrar su sitio. Esta casa, con espectaculares vistas a La Masella y La Molina, está pensada para vivirla, compartirla y disfrutarla en familia. Madera, textiles abrigados, telas naturales y rústicas y un verde grisáceo que lo envuelve (casi) todo son algunos de los muchos aciertos de esta casa. 

27.

Un apartamento de montaña actualizado

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Este apartamento de look tan nórdico no tenía nada que ver con lo que es ahora. Donde hay maderas blancas, antes había marrón. La decoradora Carolina Juanes supo actualizarlo y ponerlo a la moda con este aspecto tan escandi. Y, de paso, los espacios parecieron crecer. 

Mesa y banco de Arte de la Mesa.

28.

Un pequeño apartamento abrazado por la madera

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Este apartamento de montaña tiene tanto de cálido como de bien resuelto. Y es que la decoradora Carolina Juanes supo optimizar al máximo el espacio con una zona de día abierta orientada hacia el gran balcón que ofrece una panorámica de lujo con las primeras nevadas. Y para compensar el "peso" de la madera, presente en techos, suelos y parte de las paredes, optó por tejidos claros y ligeros. 

Mesa de centro y sillas, en Brucs.

29.

Un dúplex tan blanco como su paisaje nevado

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Este dúplex era el típico apartamento de montaña del Pirineo revestido de madera oscura. Hasta que sus propietarios decidieron teñirlo todo de blanco y darle ese aire tan nórdico que, en un entorno de montaña como este, le va que ni pintado. Ahora, los colores del exterior van de la mano de los de interiores. 

Sofá con chaiselongue y mesa de centro de Westwing.

30.

Una casita de montaña para disfrutar en familia

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En esta cabaña de madera, la buhardilla se ha reservado para los niños, que disfrutan de un espacio amplio donde poder jugar a sus anchas y, en invierno, cuando cae la nieve, imaginarse que son exploradores en el Polo Norte a la caza de grandes aventuras. 

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