Las 27 mejores frutas de otoño que querrás saborear durante toda la temporada

Los nísperos dan sus frutos en otoño. Tienen beneficios nutricionales muy altos, como una gran cantidad de vitamina C,B y A, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico. Además, aporta nutrientes esenciales como el potasio, magnesio o calcio.

Las ciruelas se convierten en una tendencia de la gastronomía que especialmente tienen su punto álgido en otoño e invierno. Estas frutas son ricas en antioxidantes, teniendo efectos positivos sobre la salud ósea, ayudando a reducir el riesgo de cardiopatías y diabetes.

La nectarina es una fruta que podemos encontrar hasta principios de octubre. Se trata de un fruta con mucho contenido de agua y fibra, por lo que nos permite mantener nuestro estómago saciado más horas. Además de su buena cantidad de fibra, posee muchos nutrientes y vitaminas, entre ellas la A y B3 que ayudan a eliminar toxinas del organismo. 

Cuando llega el otoño es el momento de disfrutar de las frutas silvestres como los arándanos, frambuesas y moras. Sin duda, tres frutas muy beneficiosas para la salud. En concreto, las moras son una de las frutas que más antioxidantes aportan a nuestro organismo lo que ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro de nuestras células. Podemos consumir las moras de muchas formas: solas, con yogur, en tartas, con cereales, en helados caseros... ¡y están riquísimas!

El caqui, aunque sea una fruta muy común, no es una de las más consumidas. Sin embargo, esta fruta tan suave y jugosa tiene un gran aporte energético y nutritivo. Eso sí, si tienes pensado adelgazar mejor que no la consumas o se lo preguntes a tu nutricionista ya que aporta muchas calorías. Lo mismo ocurre con las personas diabéticas, ya que es una fruta que cuenta con bastante fructosa y glucosa. 

A simple vista podríamos pensar que estamos ante una manzana o una pera, pero no, es un membrillo. Esta fruta de otoño es una de las más populares y se suelen dar hasta diciembre aproximadamente. La clave para conseguir unos membrillos con buen sabor es procurar coger los que tengan un aspecto brillante y estén enteros. En cuanto a las propiedades y beneficios tiene un gran contenido de agua (75,5 %) y muy pocos azúcares a pesar de que muchas veces lo consumimos como dulce.

Nos gusta introducir esta fruta de otoño en multitud de recetas, desde bizcocho hasta pizzas. Y es que esta fruta tan pequeña contiene muchos antioxidantes, minerales y una gran cantidad de fibra lo que nos asegura un buen tránsito intestinal.

El mango es una fruta tropical que asociamos normalmente al verano. No obstante, esta fruta se puede consumir, perfectamente, hasta principios de otoño. Esta fruta tan suave y deliciosa que solemos consumir en batidos, con yogur e incluso hasta ensaladas, contiene mucha agua y muy pocas grasas. Además de ser una fruta fácil de digerir cuenta con muchas vitaminas entre ellas A, C y E, así como muchos minerales y propiedades antioxidantes. 

La pera es otra de las frutas que más agua contiene, casi un 85%. Es una fruta muy usada en dietas ya que ayuda a perder peso, y también es aconsejada para personas diabéticas. También al ser una fruta con bastante agua es muy diurética, por lo que es muy aconsejada para personas con problemas de estreñimiento o hipertensión. 

Los arándanos son una de las frutas silvestres que más solemos acompañar en yogur o batidos. Es una fruta que previene las enfermedades degenerativas, frenan infecciones de orina y ayuda a la circulación. También se han convertido en los últimos meses en el ingrediente que mejor combina con el famoso 'açai', un superalimento con muchos antioxidantes y propiedades. 

El aguacate se ha convertido en una de las joyas de nuestra alimentación. Una fruta tropical muy seguida y deseada en redes sociales. La podemos ver constantemente en recetas de desayunos saludables. En cuanto a beneficios, el aguacate está cargado de grasas saludables, vitamina E y minerales (calcio, potasio, magnesio, fósforo, cobre, hierro y cinc). ¡Descubre ahora las mejores recetas con aguacate!

La uva es una fruta llena de energía que ayuda a reponernos del cansancio fácilmente. Esta fruta que veremos durante toda la temporada de otoño-invierno, además contiene bastante agua lo que ayuda a aligerar nuestro organismo y a funcionar como un laxante natural. 

La piña es otra de las frutas tropicales que podemos seguir consumiendo hasta principios de octubre. Una deliciosa fruta con mucha agua (85%) y muy baja en calorías. Asimismo contiene bastante potasio, vitamina C, A, B1 y ácido fólico.

Las frambuesas son otras de las frutas silvestres que podemos tener el placer de disfrutar en la temporada de otoño. Estas frutas pequeñas, redondeadas y de color rojo contienen multitud de beneficios para la salud. Entre los más destacables están sus propiedades diuréticas, y la prevención de problemas cardiovasculares. Para consumir esta fruta tan sabrosa, puedes añadirla al yogur o a un bol con fruta.

En dietas para bajar de peso, la manzana está entre las más consumidas. Su poder antioxidante, alto contenido en fibra, minerales y vitaminas, convierten a la manzana es la fruta más elegida en dietas. Además, su poder saciante hace que nos ayude a controlar mejor el peso y evitar así 'picar entre horas'. 

La naranja es la fruta de otoño que más vitamina C nos proporciona. Se trata de uno de los recursos naturales más utilizados para prevenir resfriados y gripes. Además contiene otras propiedades como calcio, fósforo y antioxidantes. Y por supuesto, también ayuda a reforzar nuestro sistema inmunitario. 

La granada es una fruta afrodisíaca y muy singular que podemos usar tanto para recetas dulces como saladas. Esta fruta contiene una amplia variedad de beneficios para la salud, entre los que destaca la prevención del cáncer de mama y de próstata, enfermedades cardiovasculares, además de tener un efecto depurativo. 

El plátano es una de las frutas tropicales más consumidas y uno de los cultivos principales de Canarias. Un 95% del consumo nacional proviene del archipiélago. Sus condiciones climatológicas permiten que esta fruta se dé perfectamente y con todos los nutrientes esenciales. Entre las propiedades que más destacan del plátano está su alto nivel de azúcares, lo que hace que sea una fruta muy utilizada por deportistas con el fin de recuperar la energía gastada. 

La sandía es otra de las frutas más consumidas en verano, aunque podemos seguir disfrutando de ella hasta octubre. Esta fruta tan sabrosa y refrescante se puede utilizar en la cocina para muchas recetas, tanto dulces como saladas. Aunque es cierto que los helados y batidos son algunas de las combinaciones más deseadas. En cuanto a los beneficios que podemos encontrar en la sandía, se encuentra la citrulina, una sustancia que protege al corazón, el aparato circulatorio y el sistema inmunitario. 

El melón es una de las frutas del verano que podemos seguir consumiendo hasta principios de otoño. Una fruta muy fresca que además ayuda a reducir la tensión arterial debido a su alto contenido de fibra y agua. También está indicada en dietas de adelgazamiento, es antiinflamatorio y se recomienda su consumo en embarazadas por su alto contenido de ácido fólico. Para consumirlo podemos optar por comer el melón solo o como gazpacho de frutas. 

Aporta una buena dosis de fibra, muy beneficiosa para la flora intestinal, y es muy aconsejable para la hipertensión arterial. También favorece la salud ocular. ¡Ah! Y mejor comer el melocotón con piel: muchos de sus nutrientes están ahí. 

Entre algunos de los beneficios más destacables del limón se encuentra su poder antibacteriano y la pérdida de peso. Para beneficiarnos de sus propiedades a diario, podemos tomar agua con limón en ayunas. ¡Ya verás qué bien sienta! Con este pequeño gesto, mejoraremos nuestra digestión, el sistema inmune y nos ayudará a tener mucha más energía. 

El pomelo es una fruta tropical con muchos nutrientes, entre los que destaca la vitamina C y la gran cantidad de antioxidantes. Sin embargo, no es uno de los cítricos más utilizados. Por fuera es prácticamente idéntico a la naranja; sin embargo, en su interior hay una clara diferencia: el pomelo tiene un color más rojizo y un sabor más amargo que el de la naranja. Por este motivo, lo encontramos con menor frecuencia en muchos platos. 

El kiwi es otra de las frutas de otoño que más solemos ver en los menús de dietas. Y es que esta fruta está llena de vitaminas y mucha fibra. Además, debido a su alto contenido en vitamina C, es una de las frutas -junto con la naranja- más usada en la prevención de resfriados y refuerzo del sistema inmunitario. También los kiwis son una gran fuente de ácido fólico y potasio.

La papaya es otra de las frutas que podemos seguir disfrutando hasta principios de octubre. Una fruta tropical que no conquista demasiado por su sabor, pero que tiene multitud de beneficios para nuestro organismo. Entre los más destacados, está el alivio de los problemas intestinales, así como su alto nivel de potasio y minerales. En Europa, el único país que cultiva la papaya es España, en concreto Canarias donde salen unas 10.000 toneladas al año. 

La mandarina es otro de los cítricos más consumidos, aunque no tiene el mismo nivel de vitamina C que la naranja. Para que te hagas una idea, la mandarina contiene la mitad de vitaminas necesaria durante el día y un 10% de betacaroteno. También contiene pequeñas dosis de vitamina B1, B2 y B6.

La chirimoya, aunque es una fruta de otoño, no es fácil encontrarla. En España, solo están permitidas unas 4 variedades de esta fruta. El componente mayoritario de esta fruta es el agua, por lo que ayuda a combatir los problemas intestinales. También es muy saciante y ayuda a regular la glucosa. Podemos consumir esta fruta en tartas de queso, smoothies, al horno o incluso como helado.