La infusión de cúrcuma está completamente al alza. Las decenas de beneficios que nos proporciona y su sabor delicioso, ha hecho que se convierta en el brebaje favorito de aquellas personas que buscan una mejora en su salud y un momento de bienestar para disfrutar consigo mismas.
¿Qué hace la infusión de cúrcuma?
Entre las propiedades que tiene la cúrcuma en infusión, destaca en que es una gran digestiva y tiene la capacidad de calmar dolores articulares, como la artritis. Además, es muy usada porque actúa como antiinflamatoria, en distintas partes del organismo.
Aunque la infusión de cúrcuma sea una apuesta segura, existen muchas alternativas igual de efectivas y sanas. Son infusiones o tés muy fáciles de preparar y que hacen de una gran fuente de beneficios para nuestro cuerpo y mente. ¡No te las pierdas!
Las 5 alternativas a la infusión de cúrcuma
1. Infusión de azafrán
Este brebaje tiene múltiples propiedades. Las más importantes, y que también tienen la infusión de cúrcuma, es que actúa como antioxidante, dando mucha energía al cuerpo y eliminando los radicales libres. Además, una de las funciones más particulares, es que puede suavizar los dolores provocados por la menstruación. Para conseguir una infusión de azafrán rica y práctica, pasa por seguir un proceso de preparado muy sencillo. Basta con calentar un poco de agua y mojar las hebras de azafrán con la misma. Una vez que queden bien húmedas, se añade la cantidad de agua necesaria para llenar una taza y lograrás una infusión de azafrán perfecta.
2. Infusión de jengibre
Esta infusión comparte muchas similitudes con la de cúrcuma. Las dos son antiinflamatorias, ayudan al sistema cardiovascular y tiene una función digestiva, sobre todo para esos días en los que te encuentras peor. Además, también protege el sistema inmunitario y lo dota de una gran energía para fortalecerlo. Su elaboración es muy sencilla y se basa en 7 pasos. En primer lugar, debes cortar la raíz, seguido de poner 2 rodajas por cada taza. Después pon agua en un cazo, añade las rodajas y haz que hierva. Una vez consigas una buena mezcla, déjala que reposa y asegúrate que no queden trozos sólidos de jengibre. Finalmente, puedes añadir miel u otro ingrediente para endulzar la infusión.
3. Infusión de anís
La infusión de anís tiene como principal objetivo hacer de digestivo después de una gran ingesta. Desinflama los intestinos y hace que el proceso de absorción de los nutrientes sea más lento y sano. Por otro lado, es genial para aquellas épocas de invierno que cogemos catarros, ya que esta infusión calma la tos y todos sus efectos. Su método de preparación es muy simple. Igual que con las infusiones anteriores, hierve un poco de agua y añade un poco de anís en semilla. Deja que esta se disuelva y, una vez que se consiga, deja que se enfríe.
4. Infusión de hinojo
Igual que ocurre con la infusión de cúrcuma, la de hinojo también es antioxidante y antiinflamatorio. Comparten el denominador común de que sirve como digestivo, y permite que la comida sea correctamente ingerida en nuestro organismo. Para consumir este brebaje, sigue los mismos paso que con las infusiones anteriores, pero cambiando el ingrediente principal por las semillas de hinojo.
5. Té matcha
El té matcha es capaz de beneficiar considerablemente el sistema cardiovascular, reduciendo la cantidad de azúcar en sangre y eliminando parte del colesterol malo. Además, calma el sistema nervioso y proporciona mucha calma a nuestro metabolismo. El proceso para conseguir un té bien bueno consiste en seguir 3 pasos. Para empezar, coge agua de mineralización débil y caliéntala (nunca hirviendo). Acto seguido, echa una pequeña dosis de té verde en polvo para que se mezcle con el agua. Un punto a destacar, es que el té matcha mezclado con cúrcuma consigue multiplicar todas sus propiedades.