La 'falsa mudanza': el método de orden que está en tendencia entre las expertas para comenzar de cero cada día

Organizar tu casa, o cualquier estancia desde cero, es una misión que no se puede afrontar sin un plan de acción. Conscientes de esto, varias gurú del orden como Clea Shearer, Joanna Teplin o la conocidísima Marie Kondo han difundido sus métodos para ordenar paso a paso. Hoy nos ceñimos al libro Embrace your space de la americana Katie Holdefehr, donde nos explica su método de Move-out (o lo que es lo mismo, falsa mudanza).

Es perfecto para afrontar el cambio de armario que llega con el frío del otoño, o para cualquier estancia de tu casa que te pida un aire renovado y fresco sin la necesidad de empacar cajas y mudarte: solo fingiendo que lo hacemos. ¿No suena interesante? ¡Sigue leyendo y entérate de cómo funciona!

Así es el método de la falsa mudanza, para conseguir una casa impecable

El método de la falsa mudanza se basa en pretender que estamos constantemente de mudanza: no para sentir el estrés que estas suelen generar, sino que para atraer esa sensación de comenzar de cero que viene de la mano de una mudanza. En otras palabras, es una técnica de limpieza y redistribución para conseguir un entorno nuevo casi a diario. Para conseguirlo, hace falta seguir estos sencillos pasos:

1. Fija una fecha

Hacer un plan de acción pasa, a menudo, por fijar una fecha en el calendario para que la tarea se vuelva una responsabilidad real y que no deje lugar a la procrastinación. ¡Eso sí! Marca una fecha que sea realista y asumible.

2. Todo fuera y a empezar de nuevo

Vacía el espacio que has decidido reorganizar. Puedes aplicarlo a un mueble tipo cómoda, a un armario, o incluso a una sala entera. Tal y como si fueras a dejar el ambiente para que otra persona lo disfrute, debes asegurarte de que está totalmente vacío, y limpiarlo a fondo. Limpiar es fundamental: a final de cuentas, no tiene sentido reintroducir nuestros objetos más preciados en un lugar lleno de polvo o suciedad acumulada. 

3. Es hora de clasificar

Y debemos hacerlo con la cabeza fría. A la hora de decidir con qué objetos quedarnos y de cuáles deshacernos, es probable que nos invada un sentimiento de nostalgia: sin embargo, debemos intentar ser prácticos y partir siempre de la pregunta, ¿si me mudara a una casa más pequeña, me llevaría esto? A menudo, pensar en las veces en las que hemos usado ese objeto en el último año sirve de gran ayuda. Si la respuesta es una o ninguna, ¡afuera y sin mirar atrás!

Reordena lo guardado

Piensa en la importancia de cada objeto a la hora de devolverlos a su sitio. Deja más a mano aquellos que sueles usar a menudo, y relega a un lugar más inaccesible o escondido los que quieres conservar, aunque sean de uso puntual. Asimismo, aprovecha para arreglar aquellos que estén rotos o necesiten mantenimiento, ¡las cosas inservibles no tienen cabida!

Una casa para vivir feliz es aquella en la que se respira orden y limpieza, ¡te traemos un método para conseguirlo!

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Otros consejos de orden de Embrace your space

En su Biblia del orden, Katie Holdefehr nos deja varios consejos súper útiles para afrontar una renovación del espacio, con varios ejemplos de los hogares más dispares, pero todos llenos de buenas ideas y, sobre todo, ¡mucha organización!:

• Reenfoca tus prioridades: un buen punto de partida para reorganizar tu espacio es saber cuáles son tus prioridades diarias. ¿Es esencial para ti tener un espacio donde extender tu esterilla para hacer yoga? Puedes deshacerte de la televisión que casi no miras para obtenerlo. Se trata de hacer lugar para aquello que alimenta tu espíritu.
• Aférrate a los recuerdos, no a los objetos: a pesar de que deshacerte de objetos preciados puede ser un proceso sumamente emocional, Holdefehr recomienda alternativas como hacer fotos de los objetos o guardar solo parte de ellos (por ejemplo, si se trata de un vestido, podemos guardar su lazo), para dejar espacio a objetos llenos de nuevos recuerdos.
• Comienza siempre por lo más sencillo. Hay objetos que son claramente inservibles: maquillaje caducado, vajilla rota, calcetines con agujeros... ¡esos deben ser siempre los primeros en irse!

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