El verde es el color de la naturaleza y el mostaza pertenece a la gama de las tonalidades de la tierra, por eso casan tan bien a la hora de decorar espacios como el sofá. Para evitar que la mezcla se vea demasiado sosa, jugar con los estampados, las texturas y los tamaños es clave.
Sofá, de Miki Beumala, con cojines y plaid, de La Maison. Alfombra y jarrones, de Carolina Blue. Mesa de centro y boles, de India & Pacific. Ramo, de Colvin. Bandeja, de Matèria. Mesita auxiliar, de Coton et Bois.