Esta vivienda de 130 m2 situada en la emblemática zona de pintores de Vitoria-Gasteiz ha sufrido una reforma integral para poder adaptarse a las nuevas necesidades de sus propietarios, y así sacar el máximo provecho de la luz y espacios de la casa. Sus dueños contactaron con el estudio de interiorismo Quefalamaria porque acababan de comprar esta vivienda antigua y desfasada y querían hacer realidad el sueño de tener una casa totalmente pensada y a medida para vivir y ver crecer a sus dos hijos pequeños.

Era vital planear toda la reforma y coordinarla con la propuesta de muebles y decoración, por lo que los clientes tuvieron confianza ciega con María, la interiorista encargada de la reforma, para que la propuesta englobara hasta el más mínimo detalle. Ahora es un espacio luminoso, estiloso y lleno de buenas ideas. ¡Entramos!

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Antes y después: de piso oscuro y sin gracia a luminoso y lleno de estilo

Antes y después: de piso oscuro y sin gracia a luminoso y lleno de estilo

Descubre el cambio de este piso familiar en Vitoria a manos del estudio de interiorismo Quefalamaria. ¡Es espectacular! 

2.

Antes: un recibidor que conectaba a un largo pasillo

Recibidor antes de la reforma.

Recibidor antes de la reforma.

Quefalamaria

Se redistribuyó el recibidor para así comerse parte del largo pasillo que limitaba mucho el poder ampliar los baños y las habitaciones. Crearon un único acceso al salón, desde el cual se distribuiría después la zona de día y la de noche. Todo esto les ayudó a conseguir un vestíbulo mejor distribuido y con más gracia que el original, que francamente era casi inexistente. 

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Después: un recibidor estiloso y con espacio de almacenaje

Recibidor con mueble realizado a medida en blanco y madera con hornacina iluminada.

Recibidor con mueble realizado a medida en blanco y madera con hornacina iluminada.

Biderbost photo / Forester Fotógrafos

Ahora el recibidor dispone de un gran armario en “L” donde guardar chaquetas, zapatos y otros accesorios del día a día que se guardan nada más entrar a casa. Además, la hornacina se diseñó con una hornacina que hace la función de vacía bolsillos y almacenaje extra.

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Antes: un salón con muchopotencial desaprovechado

Salón y terraza interior antes de la reforma.

Salón y terraza interior antes de la reforma.

Quefalamaria

El salón tenía mucho potencial, con un gran espacio diáfano y abierto y una zona cubierta que comunica con el exterior. El suelo estaba revestido con un parquet de madera un poco pasado de moda que no reflejaba toda la luz natural que entraba por la terraza. Unas paredes de cristal y una de ladrillo rodean este anexo, dejando pasar la luz, pero sin gracia. Al no haber muebles, el espacio resulta aburrido, sobre todo si le sumas el color de las paredes. 

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Después: un salón acogedor, luminoso y atemporal

Salón moderno con sofá gris, mesas de centro circulares, mueble de TV blanco y baldas de madera encima del sofá.

Salón con sofá, de Atemporal. Cojines y mueble de TV, de Kenay Home. Mesas de centro, de Kave Home. Alfombra a medida por Santos Monteiro.

Biderbost photo / Forester Fotógrafos

El sofá actual mide más de 3 metros y tiene una butaca a juego, de Atemporal ambos. El mueble de TV queda muy discreto al ser blanco, lo que resalta y da más protagonismo a la zona de mesas auxiliares, un juego de alturas y mesas circulares en el centro para que este espacio sea versátil. "Esto era especialmente importante para los dueños, porque allí juegan, meriendan hacen deberes y dibujan sus niños", indica María. 

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Antes: una terraza interior fría y pasada de moda

Terraza interior antes de la reforma.

Terraza interior antes de la reforma.

Quefalamaria

La terraza interior estaba vacía y anticuada y generaba una sensación de abandono en toda la vivienda porque sus antiguos dueños no le daban uso. Además, había una falta de elementos naturales en la terraza, lo que contribuía a generar más sensación de frío. En general, este era un espacio poco acogedor, que necesitaba una actualización para recuperar su belleza y funcionalidad.

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Después: una terraza interior fresca y bien decorada

Terraza interior acristalada con alfombra, balancín tipo columpio y plantas.

Terraza interior acristalada con columpio, taburete y macetas, de Kave Home. Alfombra, de Amazon. Plantas, de Margarita me llaman.

Biderbost photo / Forester Fotógrafos

Después de la reforma, este rincón tan particular del edificio se ha convertido en el pulmón de la casa. Al ser una terraza cerrada, decidieron abrirla al salón con un juego de puertas correderas que permitían conectarlo totalmente al salón cuando se quisiera. Dispone de un columpio balancín y un taburete donde reposar un libro o los pies y plantas. Asimismo, todos sus recovecos se llenaron de plantas que han crecido muy rápido gracias a la orientación suroeste de la casa.

8.

Antes: un comedor pequeño por culpa del recibidor

Comedor antes de la reforma.

Comedor antes de la reforma.

Quefalamaria

El comedor al quitar el distribuidor se convertía de golpe en el punto de central de la casa. Gracias al cambio de distribución, esta estancia conectaba tanto con el salón como con la cocina. De golpe pasó a ser lo primero que te encontrabas nada más entrar a la vivienda y, aunque puede parecer raro al principio, se convertía en un espacio de reunión (y no solo para comer). 

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Después: un comedor muy espacioso con puertas correderas

Comedor estiloso con mesa y sillas de madera, lámparas de techo y puertas correderas de cristal marrón fumé.

Comedor con mesa y sillas de Kave home. Lámparas, de Santa&Cole. Cuadro, de Lu Ink.

Biderbost photo / Forester Fotógrafos

La interiorista decidió trabajar elementos muy neutros para no recargar esta zona de la casa. Tras el comedor, unas enormes correderas de cristal marrón fumé dejan entrever las habitaciones y la zona de descanso, reduciendo el pasillo a 1/3 parte de lo que era antes. 

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Después: una librería con puertas correderas el comedor de la cocina

Salón con librería hecha a medida y puertas de cristal.

Salón con librería hecha a medida y puertas de cristal.

Biderbost photo / Forester Fotógrafos

Por un lado, el salón comedor se une con la cocina creando un espacio que puede ser totalmente abierto o cerrado gracias a dos puertas correderas que se esconden tras un mueble hecho a medida, con el que aprovechamos para esconder un pilar, ubicar el armario escobero, y sacar una preciosa estantería decorativa que da al comedor. 

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Antes: una cocina que parecía de otra época

Cocina antes de la reforma.

Cocina antes de la reforma.

Quefalamaria

La cocina en cuestión estaba anticuada y necesitaba una renovación. Las baldosas parecían viejas y sin vida, con un diseño poco atractivo que ha pasado de moda hace varias décadas. Los muebles blancos tampoco tenían ningún tipo de atractivo o personalidad. Por otro lado, los electrodomésticos también debían ser reemplazados para mejorar la funcionalidad y eficiencia de la cocina.

En general, esta cocina necesitaba una actualización completa que incluía la sustitución de las baldosas y de los muebles, la instalación de nuevos electrodomésticos y la mejora de la iluminación para crear un espacio más atractivo, moderno y funcional. 

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Después: una cocina elegante y moderna con office

Cocina moderna con office y muebles grises, de madera y con estantes.

Cocina equipada con muebles a medida de Dica y encimera Dekton.

Biderbost photo / Forester Fotógrafos

En la nueva cocina se han usado tres acabados distintos para así intentar conjuntar esta estancia con el resto de los muebles del salón-comedor: la madera para los muebles de la pared, el color capuchino para los bajos, que le da un toque más sofisticado, y un gris para los muebles altos. Además, la encimera sube hasta el frente y baldas para darle esa "majestuosidad" que solo el mármol tipo calacatta puede conseguir. Los estantes, de roble macizo, liberan la cocina de tanto mueble alto y permiten lucir decoración. 

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Antes: una zona de lavado luminosa, pero abandonada

Lavandería antes de la reforma.

Lavandería antes de la reforma.

Quefalamaria

Antes de la reforma este era un espacio pequeño y poco atractivo, que se utilizaba únicamente para realizar tareas de lavado y secado de ropa. Contaba con pocos elementos de decoración y una iluminación insuficiente porque el suelo oscurecía la estancia. 

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Después: una lavandería práctica y a la moda

Lavandería con porcelánico de Neolith. Tendedero de techo y puerta acristalada.

Lavandería con porcelánico, de Neolith. Tendedero de techo y puerta acristalada.

Biderbost photo / Forester Fotógrafos

La lavandería sigue la misma línea que la cocina al hacer coincidir el mismo porcelánico para ambas, de Neolith. Dispone de un tendedero de techo para que su espacio se vea liberado cuando no se está usando. Como por las ventanas de esta estancia entra mucho la luz, colocaron una puerta acristalada y corredera hacia la cocina que permitiera aprovecharla. 

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Antes: un baño amplio, pero con elementos desfasados

Baño antes de la reforma.

Baño antes de la reforma.

Quefalamaria

El baño de los niños tenía un gran potencial, pero las baldosas verdes y las cortinas de la ducha, ambas muy anticuadas, hacían que la estancia se viera poco atractiva a la vista. Con solo el reemplazo de las baldosas por un revestimiento y pavimento en colores neutros se iba a ganar mucha sensación de serenidad y tranquilidad. Lo mismo con las cortinas, pues resultaba imprescindible cambiarlas por una mampara de ducha más actual. 

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Después: un baño sofisticado que parece de hotel

Baño con revestimiento de mármol, ducha, bañera y sanitarios.

Baño con mueble bajolavabo realizado a medida. Grifería, de Tres. Bañera, de Sanycces. Suelo y alicatados XXL, de Inalco. Mampara de Lasser.

Biderbost photo / Forester Fotógrafos

Después de la reforma este es el baño que principalmente usan los hijos, por eso dispone de 2 lavabos, inodoro y bidet, pero también de ducha y bañera. Se creó con materiales de Inalco XXL, ¡son piezas de 120x240cm de alto! El resto de los muebles se hicieron a medida. Destaca sobre todo el juego de luces que realza los materiales y su formato. 

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Antes: una habitación poco infantil y coqueta

Habitación infantil antes de la reforma.

Habitación infantil antes de la reforma.

Quefalamaria

En las habitaciones infantiles se despidieron de los espacios vacíos y sin gracia y ubicaron una cama individual tipo nido en cada habitación, con su armario correspondiente para guardar todas sus cosas y un escritorio ya de adultos, anticipando la llegada de la adolescencia. De esta forma, todo el sistema de muebles se diseñó a medida de la mano de Landa Ebanistería.

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Después: un dormitorio acogedor y bien decorado

Dormitorio infantil con papel pintada a cuadros, alfombra redonda y mesita auxiliar blanca.

Habitación infantil con cama, de Elmenut. Mesita de noche, de Kenay Home. Aplique, de Nordic Nest. Resto de muebles hechos a medida.

Biderbost photo / Forester Fotógrafos

Como estos serán los muebles que utilicen durante todo su crecimiento, optaron por hacerlos en blanco y añadir únicamente el tirador en madera como detalle. Esta habitación se pintó en tonos grises y se le puso un papel pintado en cuadrícula como detalle en la pared del escritorio, que sirve también, en parte, de protección.

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Después: otro dormitorio bonito y luminoso

Habitación infantil con cama y sillas azules, lámpara en forma de flor y escritorio blanco.

Habitación infantil con lámpara, de Liderlamp. Silla del escritorio, estantería de pared, lámpara noche y mesita, todo de Kenay Home. Cama, de IKEA.

Biderbost photo / Forester Fotógrafos

En la habitación de la niña, se optó por pintar a 2/3 de altura la pared en un rosa empolvado, y como detalle pusieron una lámpara de techo muy decorativa en forma de pétalos que da mucha personalidad y dulzura al espacio.

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Antes: una suite con espacio disponible, aunque oscuro

Habitación principal antes de la reforma.

Habitación principal antes de la reforma.

Quefalamaria

Antes estaba vacío, y ahora se encuentran hasta 3 armarios y una cómoda, que configuran todo el sistema de vestidor. Se diferencia del de la entrada por sus acabados de puertas realizados en cristal gris fumé y perfilería negra. 

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Después: un dormitorio sobrio y atemporal

Dormitorio con cabecero realizado a medida, dos cuadros y mesitas de noche negras.

Dormitorio principal con cabecero realizado a medida por el propio estudio. Cama, de Kenay Home. Mesitas, de IKEA. Apliques modelo Scantling, de Marset. Ropa de cama y cojines, de Zara Home.

Biderbost photo / Forester Fotógrafos

El dormitorio principal dispone de una cama de matrimonio con un cabecero hecho a medida con palillería de roble sobre fondo negro. Los apliques son el punto que combina a juego con el cabecero, y el resto se decidió optar por tonos más suavizados y relajados. 

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Después: un baño grande que parece de un spa

Baño casa pintores

Baño con suelo, de Porcelanosa. Mueble hecho a medida. Lavabo, de Bathco. Grifería negra, de Tres. Espejo, de Kenay Home.

Biderbost photo / Forester Fotógrafos

El baño tenía que ser una continuación del dormitorio, por eso buscaron una pieza porcelánica imitación madera para el suelo. Se colocaron paredes de microcemento excepto en la ducha, que la revistieron con una pieza cerámica rectangular al tono. El mueble de lavabo está hecho a medida y el propio lavabo es imitación piedra. Cabe destacar el detalle de la grifería saliendo del mueble, con el monomando independizado.

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Plano de la reforma

Plano de la reforma.

Plano de la reforma.

Quefalamaria

La vivienda consta ahora de un vestíbulo, un salón-comedor, una cocina, 4 dormitorios y 2 baños (1 en suite). También cuenta con un lavadero anexo a la cocina y una terraza interior de unos 8 m2 para disfrutar de las vistas.

*AGRADECIMIENTOS: reforma cedida por Quefalamaria.

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