Los muffins se diferencian de las magdalenas tradicionales en su tamaño, por supuesto, y en que en sus ingredientes llevan nata o mantequilla. El secreto del éxito para que tus muffins te queden así de esponjosos es batir bien los huevos hasta que estén espumosos y añadir poco a poco el azúcar y seguir batiendo hasta que la mezcla se vuelva blanquecina. Prepararlas te llevará unos 35 minutos.
INGREDIENTES
- 250 g de harina de trigo
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
- 1 pizca de sal
- ½ cucharadita de bicarbonato
- 3 huevos
- 200 g de azúcar
- 125 ml de aceite de girasol
- 300 g de nata para montar
- 100 g de cacao puro en polvo
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
PREPARACIÓN
Paso 2. Bate los huevos en un bol hasta que estén espumosos. Añade poco a poco el azúcar y sigue batiendo hasta que la mezcla se vuelva blanquecina. Agrega el aceite sin dejar de batir. Añade la nata, el cacao y la vainilla, y sigue batiendo. Mezcla en otro bol la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal.
Paso 2. Vierte la mezcla de ingredientes húmedos en el cuenco de la harina, y remueve con una espátula de silicona hasta que las dos preparaciones se integren bien, debes obtener una masa lisa y espesa. Repártela en 10 moldes de papel para muffins, llenándolos hasta dos tercios de su capacidad. Precalienta el horno a 180 C.
Paso 3. Coloca las cápsulas en la placa y hornea los muffins unos 20 minutos. Comprueba la cocción pinchando en el centro con una brocheta. Si sale limpia, estarán hechos; si no, cuécelos unos minutos más. Retíralos del horno y deja que se enfríen antes de servirlos.