Cómo cuidar tus plantas de interior en invierno: 10 trucos infalibles (agua, luz, maceta...) para que estén bonitas y sobrevivan

Intenta situar las plantas en zonas en las que reciban el máximo de luz natural. Necesitarán el calor del sol para aguantar el frío invierno. 

Elimina las hojas mustias o que empiezan a amarillear. Molestan al crecimiento de la planta. Hazlo desde la base del tallo, cortando la hoja, nunca estirando. El objetivo es dejar SOLO las hojas verdes y fuertes. Aguantarán mucho mejor el invierno. 

Es clave controlar la humedad dentro de tu casa para que las plantas sobrevivan al calor de la calefacción. Aleja las plantas de radiadores y otras fuentes de calor y coloca humidificadores colgados de los radiadores –o eléctricos– para evitar que el ambiente se seque demasiado y pueda perjudicarlas. 

Como lo lees. Las plantas también necesitan compañía para crecer bien. Si juntas macetas, la humedad de una ayudará a la otra. Aparte de que ganarás un rincón mucho más decorativo, como un mini jardín interior. 

Pues sí. Igual que limpiamos los muebles, debemos eliminar el polvo de las hojas de las plantas. De esta manera, respiran mejor y les ayudas a tener una superficie sin restos que impidan el pleno aprovechamiento de la luz del sol. 

O, si son de fibra, que solo sirvan de contenedor de otras de barro. Es el material que permite que la tierra aguante mejor la humedad. Y, por supuesto, que tengan agujero y plato para drenar el agua sobrante cuando las riegues.

Las plantas, en invierno, reposan y no es muy aconsejable abonarlas, sin embargo, si tienes alguna que crees que necesitaría una pequeña ayuda extra, puedes optar por los abonos o complementos para plantas de interior con concentrados de algas adecuados para el invierno.

Cuanto ventiles, ten en cuenta que a las plantas no les van bien las corrientes de aire, pero sí que el aire de casa se renueve convenientemente. 

El helecho es ideal para un interior en invierno porque el frescor le sienta bien y no quiere sol directo. Disfrutarás de sus hojas sanas y verdes, si lo sitúas en una zona luminosa y procuras que el plato de la maceta siempre tenga agua para que mantenga siempre la humedad que necesita.