Al igual que las buganvillas, las glicinas también son plantas trepadoras que habitualmente encontramos decorando porches y túneles florales en jardines. No es de extrañar, ya que la belleza de sus pétalos de color malva y sus racimos colgantes, unido a su aroma cautivador, envuelven de magia aquellos espacios donde residen.
Crece mejor en ambientes soleados, pero también resiste cuando llegan las heladas. En cuanto al riego, es importante mantenerla hidrata durante el verano, y no dejar nunca que la tierra se seque por completo.