Aunque pueda parecer que el protocolo y etiqueta en la mesa son un conjunto de normas rígidas, realmente es una forma de mostrar respeto por quienes nos acompañan en cada comida. Cada gesto, por pequeño que parezca, comunica educación, atención y buen gusto. Saber cómo manejar los cubiertos, cuándo hablar o incluso cómo sentarse no solo refleja modales, sino también consideración por el entorno.

Para ayudarnos a adentrarnos en este mundo, la experta en protocolo y etiqueta María José García y Verdú (conocida en Instagram como @protocoloyetiqueta.es, nos cuenta cuatro reglas de oro para desenvolvernos con naturalidad y corrección en cualquier comida formal o informal.

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1. Los cubiertos no vuelven a tocar la mesa

Según María José, que los cubiertos no vuelvan a tocar la mesa es la primera regla universal del protocolo y etiqueta. Esto quiere decir que, una vez que cojamos los cubiertos con la mano, estos nunca más volverán a la mesa ni al mantel. En ciertos casos, sí que podemos soltarlos, pero encima del plato, como por ejemplo cuando queremos hacer una pausa durante la comida que se dejan encima del plato en forma de triángulo y sin que sus mangos toquen el mantel. O cuando has terminado de comer, que entonces debes dejarlos otra vez dentro del plato pero de forma paralela y en vertical, marcando las seis y media. En definitiva, en protocolo se piensa que no hay necesidad de que los cubiertos manchados vuelvan a la mesa, dejando migas y manchas sobre el mantel.

 

2. El lenguaje de los cubiertos

Otra de las reglas básicas del protocolo y etiqueta en la mesa es el lenguaje secreto de los cubiertos. Sí, tus cubiertos pueden hablar por sí solos por ti, sin que digas ni una palabra. Aquí el truco está en imaginar que tu plato es un reloj y, dependiendo de lo que quieras comunicar, irás marcando una u otra hora colocando los cubiertos sobre el plato. Y no te preocupes, los camareros conocen el significado de estas posiciones, así que te entenderán a la perfección. La experta en protocolo ha explicado diferentes horas con sus significados:

  • 03:15: Imagina que te han servido una sopa, estás comiendo y quieres hacer una pausa, la cuchara tienes que colocarla encima del plato marcando las 03:15. Si la sopa te la has terminado, entonces la cuchara se posicionará detrás del plato, justo en el plato llano que acompaña la sopa.
  • 03:40: Si estás con los primeros y quieres parar a hablar o hacer una pausa, los cubiertos tienen que marcar las 3:40, con los mangos sin tocar la mesa y las púas del tenedor mirando hacia abajo.
  • 06:30: Si has finalizado un plato y se lo quieres indicar al camarero para pasar al siguiente plato, los cubiertos tienen que marcar 06:30 con las púas del tenedor hacia arriba.

 

3. Acudir a una casa con actitud de juez de MasterChef

María José es alta, clara y tajante con esta tercera regla de protocolo y etiqueta en la mesa: "Si va a una casa invitada y pone sal antes de probar la comida, si hace cata de vino como si estuviera en un concurso o si juzga el menú como si fuera jurado de MasterChef, entonces no es experto. Es un mal invitado". La experta añade que le debemos un respeto a quien abre la puerta y que debemos ser educados y elegantes cuando nos invitan a comer a una casa, porque es justo eso: una casa, no de un restaurante. Por lo tanto, María José recomienda evitar realizar estas acciones cuando vamos de invitados:

  • Nunca pongas sal antes de probar la comida: alguien la ha cocinado y ha dedicado tiempo y cariño en prepararla. 
  • No juzgues nunca el vino: simplemente coja la copa por el tallo y disfrute.
  • Nada de hablar de comida mientras se come: muchísimo menos aún se juzga la misma comida que se está comiendo. Tampoco está bien proponer otras versiones de una misma receta. "Alguien preparó esa comida y podemos herir sus sentimientos", explica la experta.

 

4. Saber diferenciar entre cuchara de sopa y de consomé

Aunque ambas sean cucharas, no son lo mismo y en el mundo del protocolo y la etiqueta en la mesa sí importa, y mucho, saber diferenciarlas:

Cuchara de sopa

La cuchara de sopa es más ovalada, más grande y tiene mucho más cuenco. Su diseño es así porque está pensada para platos hondos, con texturas densas y partes sólidas. Por ejemplo, su punta es ideal para trocear zanahoria, patata o, incluso, un trocito de carne.

Cuchara de consomé

La cuchara de consomé es más pequeña, completamente redonda, no tiene un cuenco tan marcado y su forma es más sutil, como ese caldo claro que se sirve en ocasiones elegantes.

 

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