El recibidor de tu casa es tu carta de presentación. Es lo primero que ven tus invitados cuando llegan a tu hogar y lo último que ves tú cuando sales cada día. Por eso te gusta que hable de ti, de tu manera de ser. La entrada de tu casa debe ser funcional, bonita, práctica y, ante todo, personal y diseñada para ti.

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Al hacer limpieza en el recibidor, olvídate de todos los “porsis”. Por si lo necesito, por si le puedo dar otro uso, por si alguien lo quiere… Deja que tu casa se impregne del espíritu de Marie Kondo, y tómate tu tiempo para reflexionar. Piensa en qué objetos de tu recibidor te dan felicidad y cuáles realmente necesitas. Y con el resto, sigue la máxima de “reciclar, reutilizar y reducir”. Si mantienes esa filosofía, al ir a guardar cualquier cosa en el recibidor pensarás: ¿lo quiero?, ¿lo necesito?, ¿sirve para algo?, ¿le puedo dar algún otro uso? Si la mayoría de respuestas son negativas, vas por el buen camino.
Y este principio vale para todo tipo de recibidores, desde los más minimalistas hasta los más bohemios. La decoración de tu recibidor es clave para dar la bienvenida –siempre con un toque de estilo, por supuesto– a tu hogar.

¡BIENVENIDOS!
20 claves para un recibidor práctico y bonito
Hay muchos trucos para lograr un recibidor bonito, pero si cumples estas claves no necesitarás mucho más:
- Busca una estética similar a la del salón: el recibidor es su antesala, así que intenta que la decoración sea un viaje desde el inicio de tu casa hasta tu sala de estar.
- No descuides la iluminación. Estos espacios no suelen tener ventanas, por lo que además de la luz general, deberás añadir alguna lámpara que ofrezca luz puntual. Por ejemplo, encima de la consola.
- Elementos con fuerza. Si quieres que tenga personalidad, incluye en la decoración de tu recibidor algún elemento que se imponga como centro de atención, como un espejo –clave también para multiplicar la luz y dar sensación de amplitud–.
- Tus necesidades y las de los tuyos. Por ejemplo, si sois de los que preferís andar descalzos por casa, piensa en incluir un banco o un armario zapatero para dejar el calzado al llegar.
Si la cara es el espejo del alma, tu recibidor es el de tu casa. Haz que Marie Kondo se sienta orgullosa y deja que la “fiebre” del orden llegue también a la entrada de tu vivienda.