Este magnífico ático cuenta con una terraza en cada ángulo del piso, un total de cuatro salidas al exterior que inundan de luz el piso a la vez que llevan el verde al interior. Precisamente para que las vistas se obstaculizaran lo menos posible, se optó por una barandilla con listones de madera a cierta altura que protegen –en casa hay dos niños pequeños– pero a la vez permiten el paso de la luz y el disfrute de las vistas.
Sillas blancas, de Pomax. Bandeja y regadera, en Cottage Little House. Plantas, de Jardiland.