Adiós a los rincones desaprovechados. ¡Sácales partido ya!

Un hueco de 1m de ancho y 30cm de fondo es suficiente para ganar una alacena en la cocina. Piensa que lo que ocupa más son los platos, que tienen entre 25 y 28cm de diámetro. En este caso, se ha planificado la parte superior de vitrina para la vajilla –que aligera el conjunto–, una zona central abierta como punto de apoyo y una zona de armario abajo, para los manteles y servicios de mesa o a modo de pequeña despensa. 

Una mesa de 100x40 cm es más que suficiente para crear una zona para estudiar o revisar papeles. Aquí se ha aprovechado el espacio de detrás de la puerta para crear un escritorio a medida práctico y ligero: consta de una balda a modo de mesa (gruesa, de unos 8cm para darle un aspecto más actual) y una cajonera que sirve a su vez de superficie de apoyo de la balda. Y todo, en el mínimo espacio. 

La decoradora Paz González de Aguilar ha convertido un espacio de 2 m2 en un completo recibidor que cubre todas las necesidades que tienes al entrar y y salir de casa: un espejo para verte que además duplica la luz; un mueble de poco fondo con cajones para guardar desde las llaves hasta cartas y recibos varios; y un banco, de 100x40 cm que también sirve para guardar. 

La lavadora panelada, una barra para colgar la ropa, armarios para guardar y un fregadero para tratar las manchas. Esta zona de lavado, ideada por Javier Merediz, tiene todo lo necesario para mantener la ropa perfecta. Y lo mejor, en apenas 200cm de ancho x 60cm de fondo (el necesario para la encimera y los electrodomésticos). Unas puertas plegables (escogidas a juego con el mobiliario de la cocina) la ocultan de la vista.

Un rincón de 200x100 cm es el espacio que ha destinado el equipo de Deulonder Arquitectura Domèstica para crear una despensa muy completa. Tiene una barra para colgar (desde embutidos hasta gadgets de cocina), baldas para botes y paquetes, cajones para los trapos y lo más pequeño, y cajas alistonadas con ruedas en la parte inferior, perfectas para lo más pesado. Y todo en un mueble de 30 cm de fondo.

La decoradora Jeanette Trensig ha creado una zona de despacho para compartir (son necesarios 90cm de ancho por persona) en el espacio entre la trasera del sofá y la pared. Se compone de una librería empotrada, de 100x40 cm –perfecta para el ordenador–, y una mesa de hierro, muy ligera. Para sumar asientos sin perder espacio, el "despacho" se completa con dos pufs que se guardan bajo la mesa cuando no se usan.

Esta cocina tiene todo lo necesario en una pared de solo 3 metros: zona de aguas, horno y microondas, placa de cocción, nevera encastrada y armarios altos. La decoradora Mercedes Postigo, autora de la reforma, ha aprovechado la encimera y el antepecho para tener los utensilios de uso diario a mano, colgados en barras. El resto del menaje se guarda en los armarios superiores, con frentes de cristal coloreado a juego con las paredes.

Es una idea fácil para crear una amplia zona para descalzarse o leer, cuyo interior también puede usarse como almacenaje.