Escritorios

En este despacho o zona de estudio, de reducidas dimensiones, el papel pintado de la pared no satura porque su motivo es delicado, difuminado y en tono suave. Pero sí aporta textura. Se completa con un reloj circular de pared.

Una de las claves para convertir un dormitorio infantil en un espacio más diurno es camuflar la cama o las camas a modo de sofá. ¿Cómo? Colocándola a lo largo de la pared (no solo apoyando el cabecero en una de ellas) y llenándola de cojines y plaids como han hecho en esta habitación. 

La mejor manera de darle un toque vintage a tu espacio de trabajo, ya sea en el dormitorio o en el salón, es acomodar un escritorio recuperado. ¡Sería bueno hacerse con un pupitre individual de madera con cajón y asiento abatible! ¡O algún secreter de aquellos que se abrían y cerraban con una puerta de persianilla! Este de la imagen se ha creado con una mesa tocinera y dos mesitas de noche antiguas. ¡No puede ser más original! 

Mantener un espacio despejado da la sensación visual de ser más amplio y luminoso. Aplícalo en tu mini despacho o zona de trabajo, o incluso, en el cuarto de tus hijos. Una mesa dispuesta cerca de la ventana, una silla y unas estanterías en la pared en blanco y madera, como las de la imagen, serán perfectas para crear el entono ideal. ¡Y además te ayudarán a ser más productiva!

La decoradora Sandra Vergara en el despacho del piso, que se ha integrado finalmente en la zona de día. "Donde lo ves, debía ir cerrado con un acristalamiento, pero al final lo dejamos abierto. Y precisamente para separarlo del salón comedor, lo enmarqué con esa pared verde. Así, logras un doble efecto: amplias más el espacio y le das entidad propia al despacho, que queda separado visualmente del resto", explica.

Si los materiales naturales eran importantes para Anna a la hora de planificar su casa, también lo eran los colores. "Optó por una paleta muy mediterránea, con arenas, tierras, azules, verdes...", recuerda Marta. Sin olvidarnos del personalísimo gris marengo del dormitorio. En los armarios contribuye a dar más profundidad al espacio, mientras que en la pared del cabecero, enmarca la cama y la hace más acogedora.

¿Quieres crear una zona de trabajo en tu dormitorio? ¡Mira qué fácil! Coloca un mini escritorio pegado a la pared y añade en esta unos estantes para tener las carpetas a mano. Este de la imagen es súper original: el escritorio y los estantes forman parte de una misma estructura que va fijada a la pared, a modo de escalera. Ya solo tienes que acompañarlo con una silla o taburete.

Con los niños ya mayores, los deberes se multiplican. Reserva en su dormitorio una zona para estudiar. ¿Y qué tal similar a tu despacho? Sí, la fórmula que has aplicado en tu dormitorio resulta igual de válida en la habitación de tus hijos: con baldas en la pared para tener a mano sus libros de texto y lectura y el último estante convertido en escritorio. Además de libros, intercala algún objeto decorativo divertido para recrearles la vista: una foto con sus amigos, un letrero de madera, un mensaje positivo... 

Ya lo has visto en el salón, pero también en tu dormitorio puedes crear una zona específica de trabajo, si aún no la tienes. Nada más fácil que recurrir a unos estantes flotantes y fijarlos a la pared con tacos para que aguanten el peso de archivadores y carpetas. Elígelos de colores vistosos —que no estás en la oficina— y utiliza el último estante como mesa de escritorio. Solo te queda poner un mueble con cajones a un lado y una silla lo más cómoda posible. Este rincón de despacho improvisado de la imagen se ha ganado a una galería.

Este espectacular escritorio del siglo XIX se reinventó gracias a unas capas de chalk paint en color amarillo, dejando los tres cajones superiores con la madera al natural y un ligero decapado en algunas zonas para homenajear sus orígenes. ¡Pura alegría!

Estudiar, leer, ver pelis en su portátil, dibujar, tocar la guitarra, practicar yoga o aeróbic... En una habitación tan espaciosa como esta, ¡podrá hacer de todo! Y no hay cosa que más le guste a una adolescente que sentir libertad de movimiento. Para que el dormitorio sea lo más cómodo posible, elige puffs, alfombras y colchones con cojines a modo de rincón de lectura. También es importante que la iluminación sea adecuada en cada zona de la habitación: los apliques de pared y los flexos siempre son una buena opción.

Tu escritorio debe quedar al final de la jornada listo para afrontar un nuevo día desde cero. Y para ello debes colocar la mesa: fuera notas que hayas tomado y que ya estén resueltas, lápices a su bote, papeles pendientes apilados… un fallo que hará que tu casa no se vea ordenada es descuidar el lugar en el que trabajas. ¡Remédialo cada día! Solo te llevará un par de minutos.

El confinamiento nos ha hecho plantearnos la necesidad de reservar una zona  para trabajar en la sala de estar. Y para delimitarla del área de descanso, puedes colocar el sofá dandole la espalda o bien optar por un escritorio que aparezca o desaparezca, como mejor te venga. Este antiguo secreter de la imagen sirve de escritorio con la puerta abatible abierta y se convierte en un mueble más, una vez que la cierras.

Cuando el arrimadero tiene tanto protagonismo, como este de madera pintado en verde (Ref. P2.15.51 de Bruguer), el papel debe ser todo lo contrario. Aquí elegimos uno de sutiles rayas, también verde, que además incrementa la sensación de altura. Los muebles son más desenfadados: el escritorio con pies de hierro es de Sacum y el colgador, de Maisons du Monde.

Un hueco difícil en el que crear un escritorio luminoso bien con un tablero rectangular o en esquina. Aquí se adapta al fondo del espacio y se completa con armarios que llegan hasta la encimera. ¡Muy bien aprovechado!

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10 tips para tener tu oficina en casa

ZONA DE ESTUDIO. MESA Y BALDAS A MEDIDA, DE PICCOLO MONDO. SILLA, DE CATALINA HOUSE. LÁMPARAS, DE AVANLUCE. SOFÁ Y MESAS DE CENTRO, EN LA MAISON.

La decoradora aprovechó la zona a pie de cama con una gran librería, que sirve a su vez de apoyo de la zona de estudio. Igual que en la zona de cama, se han revestido las paredes con lamas de madera lacadas en blanco. Los toques de madera rompen con la unidad de blanco y suman calidez a la habitación. 

Si quieres darle color y alegría a tu casa, alíate con las flores y los estampados vegetales, muy de moda. Si los eliges con motivos pequeños, las cortinas se verán más ligeras, por contra, si quieres darle más protagonismo, apuesta por los estampados grandes, como estos.  

¡Así es! Un pequeño distribuidor -con armarios diseñados por Deulonder Arquitectura Doméstica- que queda justo a la entrada del dormitorio sirve aquí para crear una zona de trabajo y el vestidor con dos armarios enfrentados. La manera de ampliar la capacidad de almacén es aprovechar el hueco que queda encima de la puerta con módulos cerrados.

Esta habitación infantil es pequeñita pero no le falta de nada. Para sacarle el máximo partido se planificó una estructura compacta de cama, equipada con otra extra, y una completísima zona de estudio, que integra la mesilla que se prolonga a modo de escritorio. Varias hileras de cajones y baldas ayudan a mantener todo el material de estudio en orden. 

Adapta la estantería Kallax al estilo de tu casa o a la habitación donde te gustaría añadirla. Si tienes un estilo minimalista, entonces tienes tienes que recrear esta customización. Con unas puertas, unos tiradores en negro y unas patas curvas han conseguido crear un mueble bonito, ligero y que parece de diseño. 

Las literas en perpendicular son una opción muy práctica cuando necesitas salvar una ventana, como ocurre aquí, o cuando quieres habilitar la zona inferior de la cama superior para zona de estudio o de juegos. 

Querer es poder. Y el hueco debajo de la escalera es un espacio tan bueno como cualquier otro para habilitar una zona de trabajo. Elige un escritorio de poco fondo –con 45 cm puedes trabajar con comodidad– para que resulte más ligero. Aquí se ha optado por un diseño de madera con sabor rústico. Es similar al modelo Hallen de Miliboo, que cuesta 429,99 €. 

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Este escritorio antiguo tipo notario es muy práctico para montar un rincón de trabajo en casa, porque aún siendo ligero, cuenta con 5 cajones que se convierten en un gran aliado del orden, algo indispensable cuando la zona de trabajo está integrada en otra estancia, como aquí el salón. Se trata de una pieza antigua que se restauró y pintó en blanco, para actualizarla. Es similar al escritorio Confection de Maisons du Monde que vale 299 €.  

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Este escritorio volado está pensado para aprovechar una zona de paso, de ahí que el lateral sea en diagonal, que ocupa menos espacio. Cuenta con dos cajones y una pequeña repisa. 

Este escritorio es perfecto para integrarlo en el salón, porque resulta decorativo por sí solo. De madera, cuenta con dos cajones y un par de huecos para los papeles. Aquí, además, se ha reconvertido un mueble bajo en apoyo extra del despacho, para guardar documentos y tener los archivadores a mano. Similar al Nalu de Kave Home (349 €). 

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Este escritorio es tan minimalista como práctico: al ser volado, ocupa poquísimo y se ve muy ligero. Y, además, se ha equipado con dos cajones para tener los utensilios de oficina en orden y así mantener despejada la mesa cuando no se está trabajando. 

¿No tienes una mesa donde teletrabajar? Transforma un mueble que tengas por casa en un escritorio improvisado. Una consola, por ejemplo, puede valerte. Y, si te queda demasiado alta, siempre puedes completar la silla con unos cojines. Además, si tiene cajones, como esta, podrás guardar el material de oficina tras la jornada laboral. 

El equipo de Dröm Living aprovechó la galería del dormitorio, que disfruta de mucha luz natural y tranquilidad, para habilitar una zona de despacho pequeña pero muy completa. Con un escritorio con poco fondo y en blanco, que apenas ocupa espacio, una cajonera y una zona de baldas. 

Aprovechar un espacio muerto del salón con un escritorio pequeño es una solución perfecta para habilitar una zona de despacho en casa. Lo ideal es que esté en una zona alejada del tránsito y, a poder ser, lejos de la tele, para tener menos distracciones. Aquí, el escritorio se ha completado con unas baldas a medida que salvan la columna. 

A falta de metros, ¡un exceso de ingenio! En esta habitación infantil se ha ganado una mini zona de escritorio sin renunciar a dos camas. La clave ha sido planificar una cama alta y se ha aprovechado el espacio debajo con otra en perpendicular, lo que ha liberado un espacio para una mesa de escritorio pequeña. 

Para dibujar, hacer manualidades y escribir sus primeras palabras, este pequeño escritorio es ideal. Y es que, para sus primeros años de cole, no es necesario contar con un gran escritorio. Aquí, la decoradora Begoña Susaeta ha aprovechado el espacio junto a la ventana, con un sobre azul que integra un par de cajones para tener en orden sus utensilios de escritorio. 

¿Su habitación es pequeña? Alíate con los muebles a medida y convierte cada cm en espacio útil. Aquí, la decoradora Cristina Pérez ha planificado una cama a medida, lo que le ha permitido integrar en el mismo espacio una cama extra y cajones, y ha prolongado el cabecero a modo de cómodo escritorio, completado con una cajonera y baldas. ¡Todo, en el mínimo espacio! 

Sí, tu despacho o la zona donde trabajes desde casa también debería contar con varias plantas. Y es que nuestras verdes amigas no solo conciben ambientes relajantes, ¡también fomentan la productividad y la creatividad!

Con una pieza recuperada o una inspirada en los escritorios de siempre puedes crear una cómoda zona de estudio. Una mesa de madera siempre es una buena elección: cálida y robusta. Lo ideal es que incorporen las cajoneras en la propia estructura. Les da solidez y así todo está mano. 

Este dormitorio infantil tenia un techo tan alto que el equipo de Alto Interiorismo planificó un altillo que encanta a las tres peques que duermen en él. Y su misma estructura les sirvió para planificar una zona de estudio para tres, a un lado, y un armario al otro. El estudio se compone de una balda y un tablero de pared a pared. 

A menos metros, más ingenio para crear un escritorio infantil. Este es una balda de madera que va de la pared hasta el armario y resta apenas 40 cm de fondo. La balda aprovecha el espacio bajo la ventana y es de la misma madera de pino que la cama y el armario. Y para sentarse un cómodo taburete que cuando no se usa se guarda bajo la mesa. 

A la hora de planificar un escritorio infantil, si es a medida, piensa en el futuro para que así te dure muchos más años. Esta zona de estudio, por ejemplo, se ha creado entre dos armarios, así que tiene su fondo, unos 60 cm, y un ancho de 120 cm. Un espacio más que razonable para estudiar cómodamente. Tanto armario como baldas son del mismo tono que la pared lo que los integra totalmente a la decoración. 

Recurrir a un escritorio para niños de medida especial es una buena solución cuando tienes pocos metros pero no te puedes permitir algo a medida. Este escritorio aprovecha, además, el espacio bajo la ventana (uno de los más usuales como hemos visto para las zonas de estudio). En estos casos los estores son la mejor alternativa para tamizar la luz sin interferir a la mesa

Ligero y de cierto aire nórdico este escritorio tiene un diseño que no pasa de moda. La combinación de metal blanco y madera tiene la proporción exacta de luz y calidez. Mide unos 120 x 50 cm lo que lo haría cómodo incluso para dos personas. Completa la zona de estudio una silla ergonómica blanca y con ruedas. 

El color está más que permitido en la habitación de los niños y este escritorio es buena prueba de ello. Aprovecha el espacio entre la ventana y la cama y pone un toque de color. Tiene una pequeña cajonera y, en otro nivel, la mesa de estudio de unos 80 x 30 cm. Y, en la parte superior de la pared, unas decorativas baldas para dejar libros y algún juguete.

Si el espacio lo permite siempre es mejor contar con un escritorio exento con sitio para todo. Ese es un modelo de Ikea de unos 90 de ancho x 45 cm de fondo que se ha ubicado en la zona más luminosa del dormitorio, junto al ventanal. Incorpora cajones lo que es muy práctico para tener todo a mano y recoger la mesa cuando llega la hora de dormir.