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1.

Cuando limpiar es suficiente

Evalúa los daños. Si simplemente son manchas en la pared y la pintura es acrílica, pásale un paño con agua y jabón, pero, eso sí, hazlo de lado a lado para que no queden cercos. También sirve frotar las marcas con una patata cortada.

2.

La solución es pintar las paredes

Necesitarás cinta de pintor, plástico protector, masilla, lija, espátula, rodillo grande y pequeño, cubeta y pintura. Cubre rodapiés, muebles y el suelo y comienza por tapar con la masilla los pequeños desperfectos de la pared. Cuando hayan secado aplica una primera mano y a las seis horas otra. 

3.

Disimula las imperfecciones

¿Has escogido un color oscuro y no eres capaz de que las paredes queden homogéneas? No desesperes, existen rodillos con relieves con los que podrás hacer dibujos y texturas que taparán las diferencias de color y poder arreglar así la pared.

4.

Pintura con textura

O si te quieres ahorrar un paso, hay pinturas de pared de aspecto arenoso cuyo efecto sobre ellas hace que no se noten los fallos.

En este dormitorio el cabecero es de Antic Davie, el sofá de India & Pacific, la alfombra de Gra y la pintura de las paredes de Kati Alos.

5.

Forrar para mejorar

Cuando consideres que las paredes están tan manchadas, desconchadas o agrietadas que ya no tienen solución, arréglalas revistiéndolas de tablones de madera o de vinilo. En este recibidor las molduras a modo de arrimadero se han colocado sólo hasta la mitad de la pared, que suele ser la zona más perjudicada.

6.

No te rindas, oscurece la pared

En el caso de que ya hubieses recurrido a esa solución y, de nuevo, la pared luzca estropeada, pinta la madera de un color más oscuro que llame la atención y disimule las imperfecciones. Una manera muy práctica de arreglar la pared.

7.

Empapela la pared para arreglarla

La parte de abajo de la pared la tienes solucionada con la madera, pero la de arriba no hay masilla ni pintura que la arregle: es fácil, pega papel pintado. Necesitarás tijeras, un cúter, una brocha, una esponja, un rodillo y la cola de empapelar. 

Este arrimadero diseñado por El Mueble ha sido realizado por reformas Garre con madera de Leroy Merlín y revestido con papel pintado de Coordoneé. 

8.

Apuesta por el microcemento

Los revestimientos del baño también pueden envejecer muy rápido la pared y, si no quieres meterte en una laboriosa obra que incluya un cambio de baldosas, lo más sencillo es cubrirlo todo con microcemento de un color claro para no cansarte pronto de su aspecto.

9.

Trabajo creativo

Lo mismo podrías hacer en las paredes de la cocina. Aunque también es sencillo cambiar su aspecto con pintura esmaltada para azulejos y un poco de paciencia: pinta uno a uno hasta la mitad como en la foto (si no tienes tiempo ni maña, pasa sin miramientos un rodillo por encima). Termina el trabajo blanqueando las juntas. 

El mobiliario es diseño de Eduardo Dorissa y los azulejos son de Triana. 

10.

Palabras mayores

Para restaurar una pared de piedra, como la de esta antigua rectoría reconvertida en vivienda, necesitarás una maquina de arena o de agua a presión.

La bañera exenta modelo Fusion es de Devon & Devon, las escaleras toallero de Jardin d'Ulysse, en el estudio de Mónica Garrido, la banqueta es de Zara Home y la alfombra de Ikea. El revestimiento de piedra en Blanco Quintas y el pavimento de micorcemento, de Micorfloor, en en el estudio de Mónica Garrido.

11.

Esconde los cables

Ocúltalos en la pared con una canaleta y para disimularla continúa el dibujo con una linea blanca sobre una pintura de otro color, en este caso verde oliva.

La mesa con banco en Cado, sillas de fibra vegetal, cuadros y cojines en Becara, mesita auxiliar diseño de Gaby Conde y realizada por Antonio Sánchez, y persianas de Gradakux.

¿Están deslucidas, feas, desconchadas o simplemente manchadas por el roce? Lo primordial a la hora de ponerte a arreglar una pared es evaluar los daños, porque tampoco hace falta meterse en jardines decorativos innecesarios. En ocasiones con un simple paño húmedo es suficiente.

Limpiar

Si la pintura de la pared es de temple olvídate de limpiarla, eso sólo lo podrás hacer si es acrílica. Mezcla en un recipiente agua y jabón neutro (hay quien utiliza productos para fregar los platos), humedece en él una bayeta y frota toda la superficie de pared a pared, no incidas únicamente sobre las zonas más sucias, ya que al terminar se notarán los surcos. Limpia y escurre cada poco la bayeta para no trasladar la suciedad a las zonas limpias.

Pintar

Es la solución más obvia, pero no por ello la más sencilla. Si la superficie de la pared está lisa no encontrarás complicaciones, en cambio, si está desconchada o con grietas, primero deberás repararla con masilla. Arrastra antes con una espátula los restos de pintura sueltos. En el caso de las grietas, por más que te parezca una locura, deberás clavar en ellas la espátula para hacer el surco más grande con el fin de eliminar los restos de revoque y que así la masilla amarre y seque mejor.

Tapar

Ya sea con listones de madera, con vinilo o con papel pintado, se trata de un modo rápido y efectivo con el que reparar tus paredes. Y desde que se inventó el microcemento esto mismo sirve para los azulejos del baño o la cocina. ¿Por qué cambiar cuando puedes ocultar con estilo y funcionalidad?