Anabel Soria, interiorista, sobre cómo decorar paredes tristes: "Si el sofá toca la pared pon papel pintado efecto textil"

La interiorista María del Valle, al frente del estudio homónimo, elige un punto llamativo para darle vida a una pared vacía del salón. "Coloca una pieza de arte grande, cuadros, esculturas o fotografía, que sirvan de punto focal en la pared. Los cuadros de gran tamaño, colorido, esculturas orgánicas o una fotografía moderna pueden transformar el salón y darle un aire sofisticado. El arte es siempre un must", indica. 

• Y como consejo, la interiorista apunta: "Si la pared es amplia, agrupa varias piezas en una disposición equilibrada para crear una galería visual, pero sin que luchen entre sí las obras".

Anabel Soria del estudio Anabel Soria Arquitectura e Interiorismo destaca que "el salón es una de las estancias principales de la casa, por lo que merece especial atención y protagonismo. ¿Cómo lo haría? Sin duda, colocaría un papel pintado. Si la pared está cerca del sofá, optaría por uno con efecto textil para aportar calidez al ambiente". 

• Otra pared en blanco del salón que no sea la del sofá: "Elegiría un diseño con motivos y colores más llamativos, que sumen personalidad al espacio. Además, añadiría un espejo sobre esta pared para multiplicar la luz y dar una mayor sensación de amplitud, especialmente recomendable en salones pequeños", aporta la interiorista.

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Para la estilista Cristina Rodríguez Goitia, una pared en blanco en el salón le inspira a crear una zona de lectura. "Con una butaca amplia, o chaise longue no muy grande, una lámpara de pie de lectura o flexo y mesa auxiliar, ¡tenemos el rincón! Si hay más superficie, podemos pensar en piezas auxiliares, revisteros, un pequeño librero, mesas nido…", apunta.

• Y si no hay espacio en el salón para esto… "Otra opción es introducir arte. Por ejemplo, una escultura con una altura mínima  de 120 cm, vertical o sobre pedestal", remata la estilista.

Para la pared del cabecero, la interiorista María del Valle propone combinar un papel pintado con textura sutil y molduras horizontales que aporten volumen. "Añade apliques de pared con luz indirecta para resaltar las texturas y dar calidez al espacio", nos aconseja.

Fíjate en este proyecto, llevado a cabo por su estudio. Aquí se crea un ambiente acogedor y sofisticado en el dormitorio usando una combinación de texturas y luces suaves.

En el dormitorio, "añadiría una pareja de cuadros hechos a medida que encajen perfectamente con las dimensiones de la pared", invita la interiorista Anabel Soria, como antídoto ante una pared blanca. 

• Consejo: Si el fondo de la pared es blanco, elige cuadros con un toque de color para aportar ese detalle especial que marque la diferencia.

"El dormitorio siempre se ha concebido como una estancia únicamente de descanso, pero la versatilidad de la pieza que elijas para decorar una pared vacía puede ir más allá", señala la estilista Cristina Rodríguez Goitia. 

A ella le vienen a la cabeza un escritorio de herencia, o retro, o una pieza vintage o actualizada, para decorar una pared en blanco en esta estancia. "Además de decorar, se crea un rincón de trabajo, para ordenar papeles o simplemente para leer", puntualiza.

Una zona de paso, muchas veces olvidadas. Para las paredes del pasillo, la interiorista María del Valle apuesta por molduras horizontales que delimiten el espacio de manera sutil, creando una sensación de mayor amplitud. "Complementa con luz indirecta integrada en la pared o en la base de las molduras, lo que aportará una iluminación suave y acogedora sin restar protagonismo al diseño".

"Para darle un toque personal a una o varias paredes en blanco en el pasillo, coloca cuadros o fotos de viajes en una composición ordenada. Esto no solo decora, sino que aporta historias visuales que enriquecen el pasillo", asegura la interiorista. Además, añadir una lámpara escultórica en una esquina o sobre una consola, "realzará el estilo y atraerá la atención sin sobrecargar el ambiente", puntualiza.

Esta es la idea que propone la interiorista Anabel Soria para las paredes más vacías del pasillo. "Me encanta convertir los pasillos en espacios útiles y funcionales, no solo de paso. Por eso, añadiría elementos de almacenaje, como baldas para libros, decoración o, incluso, muebles zapateros de poca profundidad, que sirven tanto para almacenar como para decorar". 

• ¿Pasillo muy pequeño? Una buena opción es incorporar iluminación de pared, como, por ejemplo, apliques decorativos que aporten una luz cálida y agradable a un espacio de paso.

"Si se trata de un pasillo con la anchura estándar de 90 cm, no podemos incorporar piezas voluminosas. Lo mejor sería decorar esas paredes con elementos "colgados" o adheridos a las mismas. Mi opción preferida sería un bodegón de fotos", sugiera la estilista Cristina Rodríguez Goitia. 

En un pasillo no es muy largo, "lo mejor sería uniformar los marcos o la temática, por ejemplo: fotos de arquitectura en blanco y negro con marcos similares. Si somos más atrevidos, podemos pensar en esta combinación con fotos de recuerdos, viajes, retratos familiares… Lo mejor es unificar la temática de las imágenes o en los marcos o formatos", matiza la estilista.