Si el sofá es la estrella del salón, la mesa lo es del comedor. Comemos, hacemos tertulia, arreglamos el mundo durante interminables sobremesas con amigos o familiares e incluso trabajamos o los peques garabatean sus primeras obras de arte. Lo mires por donde lo mires, la mesa del comedor es una pieza básica en la vida familiar. Y también de la social. Pero su función práctica no debe eclipsar su valor decorativo. Si va a ser la estrella del comedor, ¡debe brillar con luz propia!
Dime cómo es tu comedor...
Y te diré cómo debería la mesa. Y es que lo más importante para lograr un comedor armónico y con un paso cómodo es que la forma de la mesa reproduzca la del espacio que ocupa. Es decir, si la planta del comedor es cuadrada lo ideal es elegir una mesa con esta forma o redonda. Por el contrario, si es rectangular, la mesa se recomienda que sea sea alargada, ya sea con las esquinas en ángulos rectos u ovalada.
Pero, además de la forma del comedor, es importante valorar el espacio en sí, es decir, los metros.
- Para espacios mini. Las mesas cuadradas o rectangulares son la mejor opción en comedores pequeños, ya que puedes arrimar la mesa a la pared y ganar un espacio más despejado. Son muy útiles también las extensibles, ya que permiten ganar asientos extras cuando se necesita. Aunque son más caras, merece la pena invertir si sueles recibir en casa, porque flexibilizan el espacio.
- En comedores amplios. Si los metros no son un problema, todo vale. Desde grandes diseños cuadrados hasta mesas redondas, rectangulares u ovaladas. Aunque lo más habitual es apostar por una pieza rectangular, las redondas han recuperado el terreno perdido y vuelven a estar de moda. Sus líneas sin aristas –característica que comparten con las ovaladas– las hacen más ligeras visualmente. Y las que cuentan con un solo pie central son, además, mucho más cómodas para los comensales, que no deben ir evitando las patas al sentarse a la mesa. Otra ventaja es que al estar sentados más cerca unos de otros, permiten acoger a más comensales y favorecen las relaciones.
Cuestión de centímetros
Para que el comedor sea cómodo, la clave es respetar las medidas. Tanto las de la mesa en relación a su entorno como la de los comensales en la mesa. Tenlas en mente antes de elegir un diseño u otro de mesa.
- Un paso fluido. Lo ideal es que entre la mesa y la pared o el mueble más cercano haya un espacio de al menos 90 cm libres para poder moverse sin sentirse encorsetado.
- Sentados a la mesa. En general, cada comensal suele necesitar unos 60 cm de ancho –unos 10 cm más si las sillas tienen brazos– y unos 40 de fondo para estar cómodo. Con estas medidas claras, es fácil calcular cuánto debería medir la mesa de tu comedor, en función de los que seáis a diario y del espacio del que dispones. Basta con multiplicar estas medidas (60 y 40 cm, respectivamente) por el número de personas que quieras sentar a tu mesa.
Cada comensal necesita 60 cm de ancho y 40 de fondo para estar cómodo
Para poner un ejemplo, el tamaño ideal de una mesa rectangular para cuatro personas sería de 120 x 80 cm. En las mesas redondas las distancias se reducen un poco: una de 120 cm de diámetro puede albergar entre 4 o 6 personas y entre 6 y 8 si mide 150 cm.
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