No son cursis, los dormitorios románticos vuelven: 15 ideas estilosas y acogedoras para copiar

El rosa palo o rosa empolvado es un must de los dormitorios románticos. Y además es tendencia. Coloca un cabecero tapizado en capitoné de este color con banco a juego ¡y ya lo tienes! Elige la ropa de cama en colores suaves. Fue lo que hizo aquí Marta Prats. La interiorista optó por empapelar la pared del cabecero con un modelo bucólico, que también ayuda.

¿Hay algo más romántico que dormirse escuchando el vaivén de las olas? El mirador con vistas al mar de este dormitorio no sólo lo hace posible sino que es lo primero que ves al abrir los ojos cada mañana ¡todo un lujo! Enmarcado con un arco con molduras, la interiorista Sandra Mora ha dispuesto unas cómodas butacas para dedicarse a la vida contemplativa. Las molduras se han pintado en un color gris verdoso como las vigas de madera.

Una de las claves infalibles para lograr un dormitorio romántico es añadir a la cama una estructura con dosel. La propietaria de este dormitorio, una joven adolescente, soñaba con tener una cama así y puertas de granero. Chone de la Sotilla y Patricia Palacios lo hicieron posible. En el dosel colocaron unas caídas de tul con mariposas bordadas que son una maravilla. Y en el vestidor, crearon un coqueto tocador con una banqueta con capacidad interior, tapizada con una tela toile de jouy muy dulce.

Hay piezas que con su sola presencia le dan al dormitorio un aire romántico. ¿Quieres saber cuáles? Toma nota. Una lámpara de lágrimas, un mueble antiguo, un espejo redondo con marco dorado envejecido, una alfombra de efecto desgastado... Todos están presentes en esta habitación con cabecero tapizado y una pared con mural cuyo paisaje lo envuelve todo.

Uno de los detalles que no puede faltar en un dormitorio romántico son las flores. En pequeños buqués en jarrones de cristal, en cuadros o en tapizados.  Grandes o pequeñas, tienen el don de trasladarnos a escenarios ideales. Sofía Calleja ha elegido para este dormitorio un cabecero floral, a juego con las cortinas. Parece que estuviera en mitad del campo.

Los dormitorios tipo cabaña donde la madera es protagonista resultan acogedores y románticos. Con estas vistas de un lago coronado por montañas nevadas el disfrute es doble. Y si encima estás en excelente compañía, de aquí no hay quien te saque. 

Otro tipo de dormitorios que son muy románticos son aquellos que cuentan con cabeceros de hierro. Píntalos de blanco o de un color pastel para actualizarlos. Acompáñalo con unos cojines de flores con volantes, un par de mesitas de jardín, a modo de mesillas de noche, unos apliques de tela o lámparas suspendidas de cerámica, unos armarios con puertas de persiana... Y el resultado será perfecto. Como ha hecho en este Gabriela Conde.

Lo natural, lo rugoso, lo imperfecto tiene mucho de romántico. En este dormitorio, la pared de piedra bruta se ha combinado con un delicado papel pintado vegetal que compensa su tosquedad. Como cabecero se ha elegido uno ligero de rejilla que le da ese carácter artesanal y en la ropa de cama, tonos suaves sin estridencias.

Los dormitorios en suite (con baño integrado), además de prácticos pueden ser románticos. Para ello, nada más tienes que incluir una bañera exenta, si es de estilo victoriano mejor que mejor. La interiorista Asun Antó decoró este dormitorio con molduras, un sofá de capitoné y una bañera XL. El sueño de toda persona romántica. 

Además del tul, el lino o la seda, hay otros tejidos con el sello de románticos. Por ejemplo, el terciopelo por su suavidad y elegancia. La interiorista Miriam Barrio lo eligió para este cabecero XL en un suave tono gris. Lo ha acompañado de molduras en la pared, ropa de cama en color rosa empolvado que adquiere un tono más intenso en las paredes y detalles dorados. Un dormitorio romántico del siglo XXI.