Cómo decorar un recibidor sin personalidad: 10 ideas para sumar estilo y encanto

No es necesario llenar el recibidor de cosas. Basta con escoger una pieza especial, como en este recibidor moderno decorado por el Estudio Hoc Volo, en el que se ha optado por un aparador muy original que, por sí solo, sube el nivel del recibidor y lo convierte en imán de todas las miradas. Un espejo redondo y un mural exótico en blanco y negro completan este estiloso recibidor. 

Los arrimaderos son un recurso del que El Mueble nos declaramos fans. Y es que todo son ventajas: protegen las paredes más expuestas a roces, como la del recibidor y pasillo; suman estilazo al espacio; pintados en blanco iluminan el recibidor; y en espacios pequeños, decoran sin restar ni un cm útil. Por eso son una solución ideal para decorar un recibidor sin personalidad. Si los combinas con papel pintado, como ha hecho aquí la decoradora Natalia Zubizarreta, el efecto envolvente y decorativo es completo. 

El color tiene un poder increíble para transformar un espacio. Y este recibidor así lo demuestra. Se ha pintado por completo, puertas incluidas, de un personalísimo gris marengo, creando una cajita muy elegante y de gran personalidad. Los techos altos en blanco y el gran cerramiento acristalado que lleva luz desde el salón lo iluminan. 

El papel pintado es una solución infalible para decorar y sumar carácter y mucho estilo a cualquier espacio. Además, es muy fácil de colocar –si tienes maña puedes hacerlo tú misma con este paso a paso sobre cómo colocar el papel pintado–, es económico y puedes renovarlo de manera fácil y rápida. Si optas por un diseño de tonos o estampados intensos, como el de este recibidor, causará un mayor impacto visual, creará una atmósfera elegante y dará carácter al recibidor. Esta propuesta es un diseño de Ana Berganza y Paula Heredero.

Un espejo no puede faltar en un recibidor. Y si es muy grande, como en este recibidor decorado por Isabel Flores y Nuria Almansa, mejor. Los espejos XXL encajan en cualquier espacio, ya sea grande o pequeño. Y, además, multiplican la luz y crean amplitud visual. Ahora se llevan las formas redondeadas, más dinámicas que las líneas rectas, y los espejos ventana o con cuarterones. Un truco: coloca siempre el espejo en una de las paredes más largas. Si se coloca en los frentes pequeños, potencia el efecto de túnel.

El mejor antídoto de un recibidor sin personalidad es el calor humano. Haz una composición con fotos que te gusten o recuerdos familiares especiales y verás cómo el espacio se transforma. Si quieres que tu composición de fotos tenga un aire más relajado no la hagas simétrica. Puedes combinar fotos de diferentes tamaños, como en este recibidor obra de la arquitecta Sandra Dachs, siempre que compartan algún elemento, en este caso todas son de color y con el mismo marco de madera.  

Este recibidor es pequeño. Pero la decoradora Natalia Zubizarreta ha demostrado que se puede ser un mini y muy estiloso. ¿La clave? El revestimiento mural 3D acanalado y con relieve con el que ha vestido este espacio. No solo convierte a la pared del recibidor en un elemento de gran valor decorativo, sino que ayuda a enmarcar el hall.  

Muchas veces nos preocupamos de vestir las paredes, con muebles, molduras o papel, y no le prestamos la atención que se merece al suelo. Y el pavimento puede decorar, ¡y mucho!, el recibidor. La decoradora Bàrbara Serra lo tuvo claro a la hora de proyectar este espectacular y elegante recibidor. Enmarcó el espacio con un juego de piezas de mármol tricolor formando un damero y creando un efecto de alfombra pétrea. ¡Qué maravilla! 

Un mismo recibidor con o sin alfombra es como la noche y el día. Y es que una alfombra ayuda a vestir el espacio y le da un aspecto más acabado y cuidado, y con ello, más personal. Además, es un complemento que funciona bien en recibidores amplios o pequeños. A la hora de elegirla, apuesta por tejidos naturales y sufridos. Una buena opción son los modelos elaborados con fibras vegetales. Las de lana de pelo corto también son ideales. En cuanto al tamaño, ¡cuanto más grande mejor! Pero ojo, ten en cuenta que no obstaculice el recorrido de la puerta de entrada.

Es un infalible para sumar encanto a un recibidor impersonal. Ponle verde a tu recibidor y verás como cambia. Un ramo de flores frescas o una planta de porte alto en un rincón transformarán el espacio y lo llenarán de vida. Si cuentas con poco espacio, elige una planta que crezca hacia arriba, mejor que a lo ancho. Una kentia dará un toque victoriano muy elegante, un ficus queda artístico y un olivo, más rústico.