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Recibidor con consola de mobles Llombart y silla de ratán de La Bòbila. Alfombra, en Sacum.
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Un recibidor rústico luminoso y con piezas recuperadas
En esta casa en el Ampurdán el recibidor es un buen ejemplo de su decoración: tiene elementos tradicionales, como vigas y suelo rústico y piezas recuperadas, como la consola. Y también elementos que la actualizan y la llenan de luz, como la pátina blanca de las vigas, las paredes en un cálido tono arena o el muro a media altura que abre el recibidor al resto de la casa.
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Recibidor con consola de madera, espejos y lámpara de El Corte Inglés,
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Súper acogedor con una consola de madera
Para crear un recibidor súper acogedor nada mejor que elegir una pieza de madera, como este aparador. Sólido y robusto y de madera de olmo reciclada, le da un decorativo aire rústico. Además es muy práctico: tiene cuatro cajones con mucha capacidad y una balda inferior y se ha decorado con piezas de cerámica esmaltada en amarillo y verde, un dúo luminoso y natural. Los espejos ponen el toque de elegancia y multiplican la luz.
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Recibidor con mesa redonda de Crisal. Silla de anticuario y alfombra de Pantay.
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Un recibidor ruústico con un portón antiguo
Un gran portón antiguo da la bienvenida en el recibidor de esta casa malagueña. De madera y con remaches de hierro, procede de una finca de caballos andaluza. En el recibidor se han mezclado piezas de anticuario, como la butaca o la alfombra, con otras de aire más actual, como la mesa redonda. Todo sobre un suelo de piedra procedente de la India y bañado por la luz que entra a raudales por la puerta acristalada con cuarterones.
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Estructura de madera con lamas con banco, colgadores y balda diseño de Gabriela Conde.
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Con una estructura a medida con banco, ganchos y estantes
En el recibidor de esta masía, la decoradora Gabriela Conde ha creado una estructura a medida que reúne un cómodo banco, ganchos para colgar los complementos y una balda. Todo de madera lacada en verde, a juego con los ventanales, y con lamas de madera en la trasera. Práctica y decorativa a la vez, apenas mide 200 x 40 x 210 cm.
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Butaca de cuero trenzado de Taller de las Indias. Alfombra de Cul de Sac. Lámpara de La Bòbila.
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Un recibidor nuevo rústico volcado al exterior
En esta masía suelos, muros y arcadas originales conviven con piezas de anticuario y materiales nobles. El recibidor es una gran invitación a la luz, con un gran paño de cristal con puertas abatibles, que funde interior y exterior y tiñe de verde los muros encalados y el suelo de toba original. En su decoración se ha apostado por contrastar con muebles más actuales, como la butaca de cuero, el cuadro de gran formato o los velones XXL.
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Escalera de madera y cristal diseño de Sylvia Preslar y Gabriela Conde. Papel pintado de Flamant.
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Un recibidor rústico con papel pintado y color
Las paredes son las grandes protagonistas en el recibidor de este refugio de montaña. Se han revestido con papel pintado de cuadros, para darles un aspecto más abrigado y personal, y con un arrimadero de lamas de madera en verde, a juego con las carpinterías. Para rebajar el peso visual de la escalera, la arquitecta Sylvia Preslar y la decoradora Gabriela Conde la han planificado de madera, también en verde, y cristal.
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Consola, de PNP Furniture. Taburete, de Little House. Alfombra, de Carolina Blue. Lámpara de techo, de Sophie Bataglia.
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Forrado por la madera
Pocos materiales invitan tanto como la madera que forra las paredes de este recibidor rústico. Y es que hasta el techo cuenta con el mismo acabado. ¡Y hasta el marco del espejo! Para hacerlo aún más acogedor, en el suelo se ha colocado una alfombra de pelo largo para que esa sensación cálida te impregne desde que pongas un pie dentro.
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Mesa, de pino reciclado, en Vical. Lámpara de pie, en Teca de Java. Alfombra, en Dareels. Espejo envejecido, en Taller de las Indias.
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Un recibidor rústico con un toque vintage
Probablemente, sean las puertas de entrada, de un suave color aguamarina, pero también los suelos de toba y los techos en bovedilla, lo que ayudan a este recibidor rústico a destacar sobre otros. Su mesa redonda, de líneas clásicas, así como el espejo, con efecto envejecido, simplemente, parece que llevan ahí toda la vida y aportan un toque vintage. ¡Vaya bienvenida!
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Casas de lectoras: el vídeo de la casa rústica entre viñedos de Sandra en Galicia
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Casas de lectoras: el vídeo de la casa rústica entre viñedos de Sandra en Galicia
¿Quieres más inspiración rústica? Te invitamos a que entres en la casa de Sandra Molina, una de las ganadoras del concurso de 'Las mejores casas de las lectoras'. Vive en Galicia, cerca de Santiago de Compostela en una bonita casa rústica con toques modernos y entre viñedos. ¡Nos encanta esta mezcla!
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Banco y perchero, diseño de la decoradora Marta Tobella. Alfombra, en Sacum.
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Básico, pero con todo lo que necesita
Un perchero y un banco es todo lo que este recibidor rústico necesita. De fondo, las columnas y vigas de madera crean unidad junto con el suelo. Y, para que haya algo más de espacio, para dejar los zapatos, por ejemplo, se han colocado unas cajas de fibras naturales debajo del banco de madera maciza.
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Es un mueble hecho a medida.
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Un recibidor rústico moderno sacado al pasillo
Cuando un recibidor es pequeño o, como en este caso, inexistente, se puede aprovechar una parte del pasillo para colocar una zona con un perchero y un banco. Aquí, la interiorista Irma Aleu dio un paso más, encastrándolo en la pared, forrándolo con madera y pintándolo de un atractivo verde oliva que lleva el toque natural del exterior al interior, además de un look actual y más moderno. Y lo mejor es que cuenta, además, con una balda superior donde poner unas cajas de almacenaje, al igual que hay debajo del banco.
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Mesa, de Becara. Aparador, de Crisal. Puerta, de La Fábrica de hierro. Lámpara de techo, de La Casa Bella. Alfombra, de Leroy Merlin.
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Un recibidor rústico como salido de una película
Grande, espacioso, sencillo y de lo más rústico. Este recibidor nos tiene enamoradas debido a la enorme lámpara de techo, licencia que se ha permitido la decoradora Dafne Vijande gracias a los altísimos techos. Después, un aparador blanco con aires vintage junto a la pared y una mesa redonda completan la bienvenida.
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Banqueta y perchero, de Marina&Co.
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Un recibidor pequeño, ¡pero tan rústico!
Poco más que un perchero de pared y un pequeño banco de madera son los muebles de este mini recibidor en el que el estilo rústico encuentra su paradigma. Para darle aún más calidez, las paredes se han pintado de un gris suave, que encuentra la calidez en la alfombra de fibras.
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Banco, de Cado. Papel pintado con textura de piel, de Élitis. Perchero, de Luzio.
El Mueble
Detalles que marcan la diferencia
Aunque es innegable que la madera es la protagonista de este recibidor rústico, ese podio lo comparte con el papel pintado con textura de piel, que potencia ese espíritu de campo tan acogedor. El banco, con tapizado de cuadros fortalece su aspecto rústico.
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Recibidor rústico vintage con mueble de madera.
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Cuando el entorno manda
Aunque nos encanta la cómoda recuperada que decora este recibidor, lo cierto es que poco necesitaba para dotarle de cierta rusticidad. Los suelos de toba, el techo en bovedilla y los restos de la fachada de piedra que se han dejado a la vista hacen todo el trabajo. Para hacerlo más moderno, se ha eliminado la barandilla.
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Recibidor rústico moderno con consola de madera y espejo negro.
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Un recibidor rústico moderna
Sencillo y con una contundente consola de madera, este recibidor, aunque rústico, hace un guiño a las tendencias más modernas. Y es que se ha completado el conjunto con la mítica lámpara cesta, diseño de Miguel Milá, y un espejo rectangular con un fino marco metálico de color negro.
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Un recibidor amplio con un banco de madera, un espejo de cuarterones y una gran alfombra de fibras.
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Los espejos tipo ventana encajan en los recibidores rústicos
Los habrás visto en muchos de los salones y recibidores de El Mueble. Los espejos tipo ventana son tendencia. ¡Y también en espacios rústicos! La clave está en elegir uno de madera, que deje ver las vetas y su aspecto natural. Si procede de una ventana recuperada, el efecto será de diez.
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Banco, de obra, realizado a medida. Alfombra, de Nkuku.
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Aprovechando los espacios
En este recibidor grande no se ha querido colocar ningún otro mueble más que un banco que aprovecha el hueco de la escalera. Y, además, es de obra, de manera que está completamente integrado con el resto del entorno. Para darle más unidad, de hecho, se ha elegido el mismo color de la carpintería para la tapicería del colchón del banco. Ideal, ¿verdad?
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Consola, de La Europea. Alfombra, de Rica Basagotti.
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Rodeado por la piedra
Todo en este recibidor rodeado por piedra dice 'pasa, pasa' y es que está completamente abierto hacia el salón. Para suavizar el efecto de la piedra y dar un poco de color, se ha colocado una consola de color verde, así como una alfombra con colores deslavados, que ilumina y alegra este recibidor rústico.
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Un recibidor amplio con techo abuhardillado.
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Con un banco recuperado
Un recibidor rústico siempre gana cuando se coloca un banco de madera en él, ¡y más si está recuperado! Para hacerlo más cómodo, se han colocado dos cojines de asiento y otros tantos a modo de respaldo. El conjunto se completa con un espejo con marco también de madera y unos apliques hechos a partir de unas tejas viejas.
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Un recibidor con alfombra, mueble de madera y espejo de estética antigua.
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Rústico y con ciertos toques clásicos
No todo tiene por qué ser madera o piedra en los recibidores de campo. También puede haberlos con ciertos tintes clásicos que sumen estilo al espacio, como este. La elegante consola de madera es perfecta para colocar un espejo o un jarrón de flores, pero lo que realmente llama la atención es el techo de bovedillas que aporta ese aire como 'de toda la vida'. La alfombra tipo kilim sirve para dar un poco de color.
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Consola, de Asitrade. Bandeja y cestos, de Es Cucons.
El Mueble
Un recibidor rústico muy veraniego
Porque lo rústico también nos lleva a los veranos interminables, a las siestas bajo la sombra de una parra y el frescor de los campos de lavanda. Y este recibidor es transmite todas esas sensaciones, y alguna más. La consola de madera al natural es la base perfecta para que tanto las cestas como la alfombra de fibras se luzcan.
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Consola de anticuario, cestos de mimbre de Fronda, alfombra de Tailak y puerta de entrada de antigüedades Ana y Belén.
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Un recibidor rústico de libro
Porque cuenta con madera, barro en el suelo y damajuanas sobre la consola que decora el recibidor. Un estilo sencillo, nada recargado y con todo el encanto de una casa de campo.
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Cómoda pintada y alfombra de lana en Fernando Moreno.
El Mueble
Una entrada de casa de campo con color
Dentro de los recibidores de estilo rústico los hay puros (los más rurales), con mucha madera y tonalidades tierra, y otros que incorporan color, como aquí la cómoda decapada.
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Consola de hierro de Home Deco y alfombra de yute natural en Gra.
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El barro, muy presente en el estilo rústico
Aquí el barro del suelo y la madera del techo crean el lienzo perfecto para una entrada rústica. No faltan en este estilo las fibras vegetales. Añádelas en una alfombra o en cestos en los que organizar pañuelos y bufandas o lucir flores, como si las acabaras de recoger del campo.
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Mesa de Thales de Mileto, lámparas de techo de Loli Lavín, banco en Il Coc, alfombra de Zara Home y suelo de mosaico hidráulico de Álvaro Guadaño.
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Una entrada de generosas dimensiones
A pesar de que este recibidor es amplio, no se ha recargado. También es cierto que no contaba con demasiadas paredes de apoyo. Su decoración se ha salvado con un mueble de pequeño tamaño debajo de la escalera y un perchero de pared y un banco junto a la puerta principal.
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Perchero y lámpara de techo en Maisons du Monde.
El Mueble
Detalles en metal también en una entrada rústica
Es frecuente ver en las casas de campo entradas decoradas con detalles en metal. Y es que el estilo rústico también incorpora este material, generalmente en color negro, y consigue actualizarse sin perder su esencia. En este recibidor se ha usado en la barandilla de la escalera y en la lámpara de techo.
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Un recibidor con poco espacio pero muy bien aprovechado.
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Un recibidor rústico y mini
Por pequeña que sea la entrada de tu casa no renuncies a la funcionalidad. Fíjate en este recibidor. Se ha solucionado en poco espacio, con un mueble a medida y son los materiales los que confieren la esencia cálida y hogareña de una casa de campo: madera y piedra.
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Casa y taller de Neus Iserte, de Crea Decora y Recicla. La mesa es de Merc&Cia, cesto en Catalina House y alfombra en Gra.
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Plantas y flores como recién traídas del campo
Son un truco infalible para hacer que en cualquier recibidor se respire el aire rural. Coloca flores y plantas en jarrones, en cestas, en ramilletes colgados de un perchero… En este recibidor son protagonistas en un maxi jarrón que decora la mesa redonda ubicada en el centro del espacio.
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Banqueta y cestos de Sacum, alfombra de La Maison y farol de Catalina House.
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En el recibidor basta con un perchero y un banco
No necesitas más para decorar un recibidor, pero ¿cómo conseguir que sea rústico con solo dos muebles? Está claro que el espacio influye (si hay puertas y contraventanas de madera tosca, suelos de barro, vigas vistas…), pero sino, pon una alfombra de yute, cuelga varios sombreros de paja del perchero y coloca unas damajuanas o un par de farolillos en una esquina. ¡Suficiente! Tendrás el rústico más desenfadado.
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Lámparas colgantes de Alsina Sech.
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Puertas y ventanas protagonistas
Las de madera maciza siempre lo son. Pero si quieres conseguir un recibidor de estilo rústico más desenfadado o divertido, píntalas de un color llamativo y lograrás un ambiente muy personal.
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Consola y espejo de un anticuario francés. Las losetas del suelo de barro están hechas a mano y la lámpara y la alfombra son de Coco-Mat.
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El rústico más tradicional
Las paredes de piedra enmarcan un recibidor decorado con una consola de generosas dimensiones y un banco repleto de cojines, que invita a sentarse. Los cojines en terciopelo añaden sofisticación al rústico predominante.
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Perchero de Ikea y alfombra de Deko Palace.
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Un recibidor con madera decapada
En la entrada a esta casa se ha recurrido a la madera decapada en blanco en el techo y las puertas para aportar algo de luminosidad y aclarar así el color de las paredes. ¡Y funciona!
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Silla tapizada de Hanbel, lámpara de techo en Meridiana y pavimento de piedra natural de Alacañiz.
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Un recibidor muy espacioso
Lo mejor de los recibidores de grandes dimensiones es que te permiten usar muebles de gran tamaño para decorar como una butaca, un escritorio antiguo o una vieja alacena. Además, hay espacio para un gran armario en el que guardar abrigos o la ropa de casa.
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Mueble bajo recuperado, espejo en Mercader de Venecia, alfombra en Carolina Blue y lámparas en Cado.
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Un recibidor práctico
Ante todo, la entrada de la casa ha de ser cómoda, además de bonita. Por eso no hay que descuidar las soluciones de almacén. Aunque solo tengas una consola, como en este caso, coloca cestas y cajas y podrás guardar pequeños objetos.
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Cómoda en Roche Bobois, silla vintage adquirida en un anticuario y espejo con marco de madera envejecida en Taller dels Somnis. La alfombra de rayas es de Coco-Mat y el suelo de barro cocido está realizado por Cerámica Ferrés.
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Un recibidor rústico y clásico
La cómoda color turquesa, estilo Luis XVI, hace que este recibidor luzca un estilo clásico. No faltan materiales rústicos en los revestimientos de paredes y suelos. ¿Qué te parece la mezcla?
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Banco importado de Sia, cojines de Coordonné, arreglo floral de Elisabeth Blumen, cortinas de tela de Güell-Lamadrid en Coordoné, como la alfombra de algas.
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Inspiración campestre
En tonos claros, más luminosos, y con estampados florales en los textiles (¡qué bonita la cortina recogida en un lateral!). Para copiar: la combinación en el techo de vigas de madera vistas pintadas en blanco y otras en gris verdoso. En este recibidor la cómoda y la silla son recuperadas.
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Banco y espejos antiguos de Antonio Ortinez.
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Muebles y objetos recuperados
¿Tienes algunos espejos antiguos? Aunque se vean algo deteriorados por el tiempo, encajarán en un ambiente rústico de casa de campo.
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Consola de Brucs, alfombra de Francisco Cumellas y lámpara de sobremesa de India & Pacific.
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Deja un cesto con flores en el recibidor
Un truco de estilista para recibidores rústicos: deja un cesto colgado en un perchero, en la barandilla de la escalera o apoyado en el suelo, que parezca que lo acabas de poner ahí, con flores frescas dentro.
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Secreter sueco pintado a mano del siglo XVII. Las cortinas de terciopelo son de Ikea.
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Un escritorio antiguo en el recibidor
¡Qué bienvenida! Anota este detalle: coloca una cortina tras una puerta con cuarterones de cristal para ganar en intimidad cuando lo necesites.
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Mesa velador de madera envejecida pintada de color blanco en Becara y alfombra Kilim Turquía Kayseri en Gra.
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La entrada de una masía recuperada
Una casa de campo donde los techos abovedades, las paredes y los dinteles de piedra son protagonistas. Para decorar bastan una mesa auxiliar tipo velador y unas plantas.
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Banqueta en Maisons du Monde.
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Leña a la vista
¿Acaso la leña no es típica de las casas de campo? Puedes aprovechar un rincón del recibido para almacenarla y quedará muy estética. De todas formas, si quieres un recibido perfecto, sea cual sea su estilo, mira aquí.
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Un recibidor con una puerta partida, muy rústico.
El Mueble
Deja que la puerta del recibidor se luzca
Si hay una puerta espectacular de madera, incluso de apertura partida como en este caso, e impresionantes vistas al jardín, no necesitarás más para tener un recibidor de revista.
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Silla de cuerda trenzada en Pilma Distribucions, taburete de tronco de árbol realizado por Àrea 8 Projectes de Mòduls Exteriors, igual que los estantes, en los que también participó Serrallería Arteprat.
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Una entrada cálida y sencilla
Este es el recibidor de una antigua masía del siglo XVIII, hoy convertida en hotel. ¿Qué te parece copiar la idea de unas baldas como mueble principal?
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Consola en Mercantic, lámpara de techo en Antic Centre y perchero en Bicoca.
El Mueble
Con objetos decorativos recuperados
Perderte en tiendas de antigüedades y almonedas, darte una vuelta por mercadillos y rescatar muebles y objetos decorativos de casas antiguas de algún familiar, hará que encuentres tesoros con los que decorar el recibidor de tu casa de campo.
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Farol en Indica & Pacific.
El Mueble
Un mueble que llene el espacio
Si tienes un recibidor amplio, opta por muebles más grandes para decorarlo. Y no tienen que ser altos. Las consolas, estanterías, cómodas y aparadores de diseño horizontal lucen más con una o dos lámparas de sobremesa de gran tamaño.
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Papel pintado de Elitis y cestos en Cado Interiors.
El Mueble
Con moqueta de sisal y print animal
¿Quieres una decoración arriesgada? En este recibidor se ha cubierto parte de las paredes con un papel pintado print animal a modo de zócalo alto. En el suelo, moqueta de sisal y como mueble solo un perchero.
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Banco de SCV Estudio y alfombra de Ikea.
El Mueble
Todo en madera tosca
La madera sin tratar, de aspecto áspero, da a este recibidor el aire rústico más tradicional, aunque el color blanco suaviza su rudeza.
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Silla de fibra de mimbre natural y alfombra de pura lana virgen, modelo Oyster, todo en Estudio Apunto. Mesa de madera en Antic Centre.
El Mueble
Una larga entrada
Se trata de una antigua masía del siglo XV, reconvertida en vivienda. Los dinteles, paredes y pavimento son de piedra del siglo XV, originales de la casa.
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Consola, lámpara de techo y espejo de Pomax.
El Mueble
El recibidor de una antigua estación de tren
Este recibidor pertenece a una antigua estación de tren reconvertida en casa rural turística. Como muebles básicos, una consola y un banco. Los complementos completan la decoración, en la que destaca la contraventana de madera azul.
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Consola de Il Coc Interiors.
El Mueble
¡Tan natural! El efecto de la fibra
¿Por qué funcionan tan bien los cestos de fibra en los recibidores de estilo rústico? ¡Porque ponen la nota natural! Así que apunta este truco y que no falten en la entrada de tu casa de campo.
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Banco de Mercader de Venecia y escalera en Decorsingular.
El Mueble
Un recibidor rústico pero actual
Puede que quieras que la entrada a tu casa se inspire en el estilo rural pero sin perder modernidad. Es entonces cuando debes mezclar algunos de los elementos que hemos mencionado y que has visto en la galería con otros de diseño más actual, como aquí la balda de la pared. Siempre hay un recibidor para cada tipo de familia.
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Mueble y espejo, en Ladies and Gentleman. Alfombra, en Sacum
El Mueble
Mueble decapado
Espejo, consola en madera decapada, jarrón con flores y alfombra de fibras naturales. Este sencillo conjunto contrasta con la arquitectura actual de este recibidor. La sencillez de la impoluta escalera y el (imperceptible) armario empotrado cede todo el protagonismo a la naturalidad y rusticidad del resto de accesorios.
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Alfombra de yute, de Papiol. Cestos, de Coron et Bois y Sacum.
El Mueble
Banco, cestas y muchos cojines
¡Este recibidor rústico te recibe con los brazos abiertos! ¿A que sí? Su calidez es palpable: la madera, las fibras naturales… Y el montón de cojines no hace más que acentuar el efecto.
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Consola y lámpara, en La Maison. Alfombra, en Carolina Blue.
El Mueble
Un recibidor 100% natural
¿Hay algo más rústico que una consola hecha con troncos de verdad? Y para contrarrestar su gran peso visual, una lámpara ligera, unos adornos en cristal y fibras naturales y plantas. ¡Qué frescura de recibidor rústico!
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Banco antiguo, de Antique&Teak, en Becara.
El Mueble
Gran ventanal en conexión con la naturaleza
No hace falta mucho para darle el toque rústico a este recibidor con enorme ventanal. El banco antiguo, el perchero y las cestas de mimbre le añaden ese punto campestre, fusionándose con lo que se ve a través del cristal.
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Banqueta, de Let's Pause.
El Mueble
Un recibidor solo fibras naturales
Con una puerta así, tan hermosa –y de madera–, poco más se necesita. Este recibidor rústico es sencillo y cálido. ¿Y el punto extra decorativo? Pues lo aportan los cojines en tonos tierra.
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Aparador y alfombra, en Meritxell Ribé-The Room Studio, de Sol Fàbrega.
El Mueble
¿Recibidor rústico y moderno?, ¡por supuesto!
En este recibidor con elementos arquitectónicos superactuales, la consola de madera maciza, la alfombra de yute y los adornos en fibras naturales–mira la lámpara bajo la escalera– contribuyen a esa sensación rústica. Un éxito garantizado.
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Banco, de Il Coco. Manta, de Fronda. Perchero, en Maisons du Monde. Lámpara de techo, Loli Lavín. Alfombra, de Zara Home.
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Un recibidor rústico de manual
Este recibidor, situado en una casita en los Picos de Europa, lo tiene todo lo que necesita para ser rústico: piedra y vigas originales, perchero de madera y forja, el banco y ¿la puerta? El color pastel le aporta el tono divertido y más actual.
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Cesto, de Cottage Little.
El Mueble
Un recibidor con pequeños grandes detalles
En este recibidor rústico destaca la puerta decapada, cuyo efecto se acentúa con la alfombra vinílica que se ha escogido para la entrada y el paragüero de mimbre.
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Alfombra, de Coco-Mat.
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Un recibidor para que no entre el frío
Esta masía rural del siglo XVI no pierde su esencia rural gracias a la solución con la que se ha aislado el frío que se cuela por la puerta. El espacio acristalado es tan discreto que pasa desapercibido.
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Consola, de Martin Elements Cork. Alfombra de yute, en Filocolore.
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Materiales en bruto en el recibidor
En este recibidor se decidió pintar el techo de ladrillo abovedado en blanco, como las paredes. Y la piedra de las escaleras, la barandilla de metala y el suelo de barro acentúan el contraste.
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Este recibidor es ideal para una casa en la montaña.
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Recibidor de montaña
Este recibidor huele a pino, a roble y a montaña. A rocío recién caído y a paseo por la nieve. Pero también a estufa calentita y chocolate caliente. Además, al estar separado del resto de la casa, se evita entrar con las botas mojadas o sucias.
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Banco antiguo, en Grazalema.
El Mueble
Busca en mercadillos y ferias
Si eres aficionada a las antigüedades y muebles con solera, seguro que conoces algún mercadillo o feria en el que hacerte con una pieza rústica para el recibidor. Y si encuentras un perchero como el de la foto, ¡llévatelo!
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Puerta de entrada, en Antigüedades Juan Dorado.
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Un recibidor con lo más básico
Incluso prescindiendo de grandes y llamativos muebles, con unos pequeños detalles se consigue un recibidor de lo más rústico. Una balda con perchas, una sencilla banqueta y una cesta con olorosas flores. Ni más ni menos.
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Alfombra, en Gra.
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Rústico con un banco corrido
Ese techo y esos acabados, en constante conexión con la naturaleza, no necesitan mucho más que un banco corrido. Debajo el calzado que estéis usando ese día y encima cojines para dar mayor calidez.
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Consola, de Almazen.
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Rústico con un perchero de forja
Añade alguna pieza de forja. Aportan un aire a rusticidad y montaña inconfundible, especialmente en un recibidor como este, en piedra y tan fresco.
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Consola, de Brucs. Butacas, de Becara. Espejo, de Jardín D'Ulysse.
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Rescata un antiguo escritorio para el recibidor
Mira en la casa del pueblo o en el desván de tus abuelos. Fijo que por ahí hay una mesa que merece una nueva vida en tu recibidor. O un escritorio, un tocador, un gran espejo o, incluso, un taquillón.
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Consola de madera de roble y envejecido y alfombra, en La Casa de la Abuela. Espejo antiguo y kilim, de Pantay.
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Recibidor rústico y señorial
Los intensísimos tonos tierra de este recibidor con aires señoriales consiguen una atmósfera envolvente. La enorme lámpara de forja enmarca el conjunto y contrasta con la kilim, muy actual. El resultado: un recibidor señorial y con estilo.
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Consola y lámpara, en Coton et Bois.
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Plantas y flores para un recibidor rústico
El estilo rústico es propio de las casas de campo y de montaña. ¿Y qué no puede faltar en una de estas? ¡Pues flores y plantas! Las tienes al alcance de la mano y qué mejor manera de recibir visitas que con un aroma superfresco y agradable.
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Consola, espejo y alfombra, en Tessa&Co.
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Rústico en blanco
Pureza, limpieza y muchísima belleza. Todo eso se respira en este recibidor decorado con madera maciza y fibras naturales. La cesta, la lámpara y la alfombra son los que, realmente, personalizan este rústico y coqueto recibidor.
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Banco y consola decapada, de Antique&Reak, en Becara. Espejo colonial y florero de cristal, de Becara.
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Madera, la estrella de este recibidor rústico
La madera es la principal protagonista del recibidor de esta casa en ruinas reformada. El suelo de madera de castaño contrasta con el banco y la consola, decapados. ¿Y la parte baja de la escalera? Pues se ha utilizado como estantería decorativa. Ingenioso, ¿verdad?