Puede que no lo veamos, pero cada vez que tiramos de la cadena del inodoro, millones de bacterias, gérmenes y micropartículas se esparcen por el baño si no bajamos la tapa. Un simple gesto que, desde el punto de vista de la higiene, marca una gran diferencia a la hora de evitar contagios y mantener el espacio limpio y seguro. Y, sin embargo, es uno de los hábitos más descuidados.
Curiosamente, el Feng Shui —esa filosofía china milenaria que busca el equilibrio de las energías en el hogar— también le da mucha importancia al cuarto de baño. Según esta corriente, el inodoro es la principal vía por la que se escapan las buenas energías, intercambiándose por otras negativas que ascienden desde las cañerías. La solución, desde su perspectiva, también pasa por algo tan simple como bajar la tapa antes de tirar de la cadena.
Entonces, ¿qué hacemos con la tapa del váter? ¿La bajamos por higiene o por energía? La científica Arianna Castro, científica de Procter and Gamble, lo tiene claro: la ciencia y el Feng Shui coinciden esta vez. Hay una única respuesta correcta. Sigue leyendo, porque te contamos cuál es.
¿qué ocurre cuando tiramos de la cadena?
Cuando tiramos de la cadena lo hacemos para limpiar nuestro inodoro y que toda la suciedad, los residuos y el agua retenida que hay en él, fluyan hacia el desagüe. Sin embargo, los expertos aseguran que, con cada descarga, inundamos el ambiente de nuestro cuarto de baño de infinidad de partículas volátiles que viven en las tuberías y, con la presión del agua, chocan con las paredes de nuestro inodoro y salen a la superficie.

Cada vez que tiramos de la cisterna, infinidad de patógenos volátiles impregnan de virus el cuarto de baño.
El Mueble
La directora ejecutiva y copropietaria de la empresa líder en limpieza comercial, AK Building Services, Shari Cedar, explica que cada descarga de la cisterna crea una columna de aerosol (una niebla muy fina de partículas suspendidas en el aire) que puede propagar bacterias y virus al aire y a las superficies del baño. Además, a pesar de que son prácticamente invisibles, estas partículas pueden propagarse por los textiles, los cepillos de dientes... llenando cualquier superficie de virus. Así lo demostró un Estudio de la Universidad de Colorado que, tras trabajar con láseres microscópicos, descubrió que estas bacterias se propagan con mucha rapidez.
Además, la gerente de comunicaciones científicas de P&G, Arianna Castro, matiza que, en un estudio de 'The American Journal of Infection Control', se halló que cerrar la tapa antes de descargar la cisterna, apenas reduce esta propagación de partículas virales porque, aunque puede frenar el alcance de la columna, no eliminará por completo la propagación de los patógenos. El flujo de aire, explica la experta, continuará transportando bacterias y esos gérmenes pueden permanecer en el agua durante varias descargas. ''Al cerrar la tapa, el radio de la columna de aerosol se reduce considerablemente, lo que disminuye la probabilidad de que las partículas lleguen a nuestras vías respiratorias'', explica.
Castro sostiene que esta práctica "debe ir acompañada de una limpieza constante del inodoro y de las zonas próximas, ya que los gérmenes pueden permanecer tanto en el agua como en los bordes del inodoro incluso después de varias descargas."
¿Y QUÉ PODEMOS HACER PARA SOLUCIONARLO?
Aunque tener la tapa del inodoro subida o bajada no va a evitar esa transmisión de patógenos, las expertas coinciden en que no es del todo negativo tenerla bajada mientras descargamos la cisterna. De esta forma conseguiremos que, al menos, esas partículas patógenas no se extiendan a demasiadas superficies del cuarto de baño.

Si bajamos la tapa del inodoro al descargar la cisterna, reduciremos la cantidad de bacterias que se cuelan en el cuarto de baño.
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La solución más acertada, sin embargo, para minimizar la contaminación y prevenir la transmisión de virus, radica en la forma en la que limpiamos el inodoro. Es vital hacerlo con bastante frecuencia y desinfectarlo de forma regular, prestando especial atención a las zonas con más tendencia a esta acumulación de virus, como son el agua del inodoro, que no debe quedar estancada por demasiado tiempo, la tapa (que debemos recordar bajar antes de tirar de la cadena, para minimizar estos riesgos de contaminación) y el inodoro en general, que debemos desinfectar de forma regular para evitar que se convierta en un caldo de cultivo de los virus que ataque nuestro cuarto de baño.
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