En abril, aguas mil: salones y dormitorios perfectos para un día de lluvia

No hay nada más agradable que una tarde de tormenta al cobijo de tu casa, en un entorno cálido y acogedor que te abrigue. Para ello, las tonalidades cálidas, como anaranjados, terracotas, arenas o caldero, son un gran aliado para lograr esa agradable calidez que da el color. Pero huye de los tonos muy saturados y elígelos más bien empolvados, como los cojines y accesorios con los que la interiorista y estilista de El Mueble, Sol Van Dorssen, ha decorado este salón. 

Otro salón perfecto para pasar un día de lluvia es este, decorado por la interiorista Marta Tobella y que se caracteriza por un acertadísimo uso del color en combinación con la cantidad correcta de fibras naturales. Estas están presentes en el suelo, a través de la alfombra, en las ventanas, mediante los estores. Y se completan con los muebles de madera clara, que en vez de robar luminosidad, la multiplican.  

Los días de lluvia se convierten, muchas veces, en jornadas maratonianas de películas y series en familia. Por eso, es necesario un enorme sofá rinconero con espacio para toda la familia, como el que colocó la interiorista Jeanette Trensig, de Cado Interiors, en este gran salón. Además, si vuestro salón tiene chimenea, este es el día perfecto para encenderla para que no solo caliente la estancia, sino que también haga el salón más acogedor. 

Un día lluvioso, sin mucho que se pueda hacer en la calle, es el día ideal para retomar ese libro que dejaste abandonado hace tiempo. Por eso, nada como una enorme librería que te invite a la lectura y que, además decore el salón. Se trata de un diseño de Sergi Pons, fabricado con roble y el fondo en color antracita, un color gris con matices cálidos que bebe de la madera para crear un ambiente nada frío. 

¿Que en la calle llueve a raudales? Prepara un chocolate caliente, saca los juegos de mesa y reuniros todos alrededor de la mesa de centro para pasar una entretenida tarde mientras en el exterior hace frío. Coloca los puffs que tienes para las visitas extra al otro lado de la mesa de centro, como ha hecho la interiorista Asun Antó, y juntaros todos a disfrutar de magnífica velada tirando los dados. 

Pocas cosas hay más hipnotizantes que ver llover (tal vez las llamas del fuego están al mismo nivel). Por eso, aprovecha un día de lluvia para la 'vida contemplativa' y si tienes una gran ventana, como la de este salón decorado por la interiorista Natalia Zubizarreta, no la tapes. ¡Todo lo contrario! Abre las cortinas y disfruta del hechizo del agua al caer. ¡Qué relax!

Es lo que tienen los días de lluvia: muchos en casa compartiendo un mismo espacio. Por eso, en salones grandes, en los que los usos están muy diferenciados, será ideal para que todos los miembros de la familia se sientan cómodos. Así, mientras unos ven una película en el salón, otros podrán hacer un puzzle en la mesa del comedor o leer un libro en la butaca con reposapiés. 

Abres los ojos y escuchas el relajante sonido de la lluvia contra el suelo y las ventanas. Pocas cosas nos inducen en un estado de relax como el agradable sonido del agua al caer. Pero para no sentir que el frío nos invade, viste tu dormitorio con textiles con textura y colores agradables y cálidos, poco intensos. Si, además, el cabecero es de madera, como este de pared a pared que decora el dormitorio, el ambiente cálido está asegurado.  

Este dormitorio de primavera es todo un refugio para los días de lluvia. Las vigas de madera, las fibras naturales y, por supuesto, el cálido y extra cómodo cabecero tapizado en color burdeos y que lleva el punto de color. Pero es que, además, será el respaldo perfecto para disfrutar de ver cómo cae la lluvia o leer mientras escuchas las gotas de agua chocando contra los cristales. 

Tal vez, aunque no tengas nada mejor que hacer, no te gusta leer en la cama. Disfruta de un día lluvioso leyendo cómodamente en una cómoda butaca con reposapiés y disfruta de tus autores favoritos. Es lo que hizo en este dormitorio la interiorista Sol Van Dorssen, que también añadió una zona de escritorio mirando a la ventana. De manera que, si te inspira el tintineo de las gotas al caer, aprovéchalo y escribe un rato. 

Incluso en verano, cuando llueve, agradecemos echarnos encima una colcha o sábana que nos dé calidez. Por eso, es importante que vistas tu cama con los accesorios necesarios para contar con esa calidez si empieza a llover y no quedarnos fríos. En este dormitorio, la interiorista Natalia Zubizarreta incluyó una mantita de lino y un topper que da calidez en los pies. 

El color es un elemento básico para conseguir que el dormitorio sea acogedor y desprenda calidez. Y este, decorado en beige, es ideal para despertarse una mañana lluviosa y sentir su calor. También los textiles de lino ayudan, porque, aunque es un tejido que relacionamos más con el verano, en un día lluvioso, también proporcionará esa tibieza que necesita una fría mañana. 

Si te encanta ver llover, este es el dormitorio perfecto para ti, ya que se puede disfrutar de las vistas mientras se está tumbado en la cama. Y es que las vistas son tan impresionantes que impiden salir de la cama. Y calidez no le falta al dormitorio. Fíjate en el techo de la habitación, es una continuación del cabecero de madera. Una idea de la interiorista Patricia Báez.

Para dotar a un dormitorio de calidez hay muchos recursos que se pueden utilizar. Una de las últimas tendencias entre los interioristas es revestir esa pared con un papel pintado con textura textil, que suma estilo y calidez a partes iguales. Y es lo que hizo aquí la interiorista Synne Marie Brendmoe, de Antima Homes, que añadió un cabecero tapizado para darle aún más calidez a la estancia.