Confirmado: el estilo clásico-moderno sube como la espuma (y te contamos cómo conseguirlo en casa)

Como te decíamos, las molduras decorativas son elementos habituales en la decoración de estilo clásico. De hecho, son el alma mater de los pisos de carácter señorial. Una forma estupenda de darles un toque moderno y relajado, es combinándolas con muebles de materiales naturales (especialmente la madera y fibras como el ratán o el bambú) y colores vivos como el verde o el azul.

Las curvas se llevan (y mucho) en la decoración actual, así que no te olvides de incorporarlas cuando vayas a recrear el estilo clásico-moderno. Puedes escogerlas en mesas, lámparas, cuadros o ilustraciones, sofás, butacas... ¡geometría al poder!

Las chimeneas con marcos elegantes y los espejos de aires barrocos son elementos típicos de la decoración clásica. Combínalos con muebles de diseño moderno –como la mesa de centro industrial de este salón–, y el contraste estará servido.

En este dormitorio, el estilo clásico-moderno es el protagonista. Y es que pintar de color arena rojiza una pared con molduras clásicas, es algo completamente transgresor (y muy chic, por cierto). Qué nos dices, ¿te atreverías? Puedes hacer lo mismo con elementos como los arrimaderos o los rosetones del techo.

Los cuadros tienen un poder inestimable en la decoración. Para recrear el estilo clásico-moderno en tu casa, puedes elegir una pintura o una ilustración de arte abstracto o moderno, y situarla en una pared con molduras. Con este sencillo gesto, abrazarás ambos estilos con la máxima elegancia y naturalidad.

La incorporación de muebles antiguos o recuperados es otra clave para jugar entre lo clásico y lo moderno. En este dormitorio, el galán de noche y el espejo de pie, junto a las molduras del techo, enfatizan el carácter clásico de la estancia. Sin embargo, el cabecero capitoné, los textiles en colores y tejidos frescos, y otras piezas como el banco rústico o el cesto de fibras, actualizan el espacio. Mix and match!

Otra clave para conseguir una decoración de estilo clásico-moderno es apostar por una de esas lámparas de techo antiguas –procedentes de una herencia o anticuario–, que pivote sobre un conjunto de muebles de líneas contemporáneas.

La lámpara Cesta, de Miguel Milá, se integra a la perfección en este salón con un sutil equilibrio entre lo clásico y lo moderno. Nuestro consejo es que no añadas más de dos piezas icónicas del diseño para no saturar el espacio y que no parezca forzado.

Decorar con bloques de color –conocido como color-block– es una tendencia que arrasa en la moda, pero también en los interiores, y es ideal para recrear una decoración clásica-moderna en casa. El mejor ejemplo es este salón, donde la pared que incorpora la librería y la chimenea clásica se pintó de un verde intenso.

Para recrear un estilo clásico-moderno también es necesario atreverse a improvisar y a darle un puntito de originalidad a la decoración. En este salón, por ejemplo, se decoró el interior de la chimenea clásica con un cesto de fibras moderno, algo totalmente inesperado que consigue llevar la atención hasta este rincón.

En la cama, en el sofá... También es posible jugar con un estilo-clásico moderno mediante los textiles. Es tan sencillo como combinar tejidos frescos como el lino con otros más clásicos como el terciopelo, y acudir a los estampados –mezclando líneas clásicas y motivos modernos– para darle al conjunto el eclecticismo deseado.

También te puedes servir de los colores para potenciar el contraste entre lo clásico y lo moderno. En este salón señorial marcado por las molduras del techo y el arrimadero, el color verde de las paredes 'rompe' con el clasicismo para aportar frescura y naturalidad. Un ambiente que se completa con muebles como el sofá con chaise longue o la mesa de centro de madera, de líneas modernas. ¡Sobresaliente!