Las cosas claras

6 conversaciones sobre decoración y la casa que deberías tener antes de irte a vivir con tu pareja

Temas de decoración, pero también de orden y limpieza... Es mejor que dejes claros ciertas cuestiones con tu pareja antes de iros a vivir juntos. Más vale prevenir...

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El Mueble

Si te casas o vas a convivir con tu pareja hay ciertos temas del hogar que es mejor dejar claros antes de dar el gran paso. Y no solo de cuestiones de decoración –mujeres y hombre podemos tener gustos muy distintos también de hábitos de orden, limpieza... Seguro que te ahorras más de una discusión después. 

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1. Los colores de las paredes ¡y la decoración!

Tener clara la paleta cromática de tu casa es fundamental antes de elegir los muebles y la pintura. Igual tú te imaginas un hogar con paredes blancas en tonos claros y a tu pareja le van más las paredes de colores distintos o los muebles más oscuros. Habladlo. Nuestro consejo: más vale llegar a un consenso y dejar los colores más fuertes para una sola pared y algún complemento, que no para piezas principales de tu casa.

El espacio os marcará mucho qué colores elegir. Si tenéis metros y luz natural, entonces, os podéis permitir jugar con colores más intensos. Ahora bien, si el piso es mini y no tiene muchas ventanas, te aconsejamos que la decoración sea cuanto más clara, mejor. Aprende a combinar colores como un decorador.

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2. ¿Quién cocina y quién limpia?

En muchas casas es habitual establecer una serie de pautas para ver quién se encarga de cada tarea doméstica. Desde cocinar, planchar, limpiar... Lo ideal es que cada uno exponga sus preferencias y haga lo que más lo guste o se le dé mejor. Si a tu pareja le encanta cocinar y a ti te relaja planchar, ya tenéis mucho ganado. En el caso de no llegar a consenso, es tan sencillo como repartir una serie de tareas e irlas haciendo alternativamente cada semana.

Por ejemplo, con el tema de la limpieza, que es uno de los que suele dar más quebraderos de cabeza. También os podéis plantear tener ayuda unas horas a la semana.

3. ¿Quién se queda la habitación que sobra?

En función de las habitaciones que tenga vuestro futuro piso, tendréis que poneros de acuerdo sobre para qué las vais a usar. Quizás tú sueñas con un cuarto de manualidades scrapbook o un vestidor y tu pareja tiene en mente una zona de gammers o un lugar para guardar sus instrumentos (o cualquier otra colección). Esto también hay que tratarlo.

Si el espacio lo permite, otra solución es crear una habitación polivalente que tenga varios usos y que ambos podáis usar (aunque no a la vez). En tal caso, es importante que no se convierta en cuarto dónde va a parar todo lo que no tiene cabida en otra parte de la casa.

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4. Hablemos del orden

Es habitual que el 'nivel de orden' de cada miembro de la pareja no coincida y mientras uno es muy ordenado, al nivel Marie Kondo, el otro acostumbra a ser más relajado en temas de orden. Para evitar futuros desacuerdos lo mejor es tener claro dónde va cada cosa, intentar no acumular de más y establecer un día a la semana para vaciar ciertas zonas imán, como puede ser la consola del recibidor, la mesa de centro o la silla del dormitorio.

Y ojo con los espacios comunes. Una cosa es que la persona menos ordenada tenga su parte del armario algo más caótica y la otra que extienda su desorden en muebles compartidos de la casa, como la despensa, el bajolavabo... Con estos trucos de orden infalibles, se puede evitar.

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5. El armario más grande es para...

En general las mujeres tenemos más ropa y complementos que los hombres, por eso, por lógica deberías contar con más zonas de armarios que ellos. Quizás es interesante destinar esa habitación que sobra a un vestidor, intentar ganar espacio para guardar con una cama con canapé o una zona de altillo.

Pero es fundamental hablarlo para que quede claro de cuánto espacio dispone cada uno para su ropa y, si es necesario más, cómo se puede conseguir.

00534555 Zona de trabajo con pared rastrelada

6. Cuidado con el teletrabajo

Lo de irse a vivir juntos es muy emocionante y romántico, pero estar todo el día juntos puede no serlo, sobre todo, ahora que se ha extendido más el teletrabajo. Por eso, si los dos coincidís algún día trabajando en casa es importante que contéis con un espacio propio, a poder ser, en habitaciones o zonas de la casa distintas.

Así evitaréis enteraos de cada unas de sus reuniones telemáticas y llamadas y no tendréis la sensación de estar todo el día uno pegado al otro.

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