17 /50

1.

¿Pinto toda la casa igual?

No se deberían pintar todas las estancias con el mismo tipo de pintura. Cada habitación tiene unas características y usos distintos. Por ejemplo, no se debe emplear la misma pintura para zonas con vapor y grasas, como baños y cocinas, que para un dormitorio infantil. Así que, primer consejo: elige la pintura según las condiciones ambientales de cada espacio.

2.

A cada estancia, su color

No es lo mismo pintar un estudio que un dormitorio. Para el primer caso, lo mejor es elegir tonos estimulantes (verde intenso o mostaza, por ejemplo) y para el segundo, más relajantes (azul, gris o verde suave). 

3.

Para el interior, pintura plástica

Este tipo de pintura, cuyo disolvente es el agua, es las más utilizada. Su principal ventaja es que son lavables y transpirables, secan con rapidez, huelen poco y la paleta de colores es infinita. Eso sí, si las paredes están pintadas con un color fuerte y se quieren cubrir con otro, lo mejor es optar por productos monocapa ya que evitan dar varias manos.

4.

¿Qué otros tipos de pintura hay?

La plástica al agua es de las más usadas. Si prefieres pintura ecológica, el acabado tiene a menudo un toque chalk paint y puede ser un pelín más cara, pero ganarás en salud y es más respetuosa con el medioambiente. Para ir rápido, elige una pintura monocapa. Y para estancias con humedad (baño, cocinas...), antifungicidas. 

5.

¿Qué acabado es el más adecuado?

El satinado tiene un poquito de brillo. Además, deja las superficies más finas y resiste mejor al paso del tiempo y a la suciedad. El mate aguanta peor el desgaste y los lavados, pero como contrapartida disimula muy bien los desperfectos de la pared y necesita menos manos.

6.

¿Cuánta pintura necesito?

En todos los botes de pintura se indica cuál es la capacidad de cubrición, para calcular si se tendrán que dar más o menos manos, el tiempo de secado, la resistencia a los lavados y el rendimiento por metro cuadrado. Así valoras la cantidad necesaria para pintar cada espacio y no quedarse corto o pasarse.

7.

Para gustos, colores

Dentro de las pinturas plásticas, encontrarás destinadas a cuartos infantiles, también para cocinas y baños, magnéticas (con efecto imán), de pizarra, formuladas para reflejar más luz en habitaciones oscuras, con efectos especiales que imitan diferentes texturas y materiales como mármol, estuco, metalizado, microcemento, etc.

8.

Haz una lista de materiales

Cuando ya tengas claro qué tipo de pintura comprar, hazte con un rodillo, mango para rodillo extensible, brocha, cinta de pintor o de carrocero, cubo de 5 litros, imprimación, cepillo, protección para el suelo, protección para los muebles y escalera. 

9.

Escoge el rodillo adecuado

Dependerá del tipo de pintura y superficie. Para pinturas plásticas al agua, las más comunes o acrílicas, utiliza un rodillo de lana sintética o natural. Para paredes lisas, el pelo del rodillo deberá ser corto. En cambio, para paredes porosas o con gotelé, opta por uno de lana larga.

10.

Protege suelos, muebles, zócalos y molduras

Evita que el suelo se manche utilizando cartón, mejor que plástico. Las tiras de plástico son resbaladizas y no chupan la pintura, como las telas de algodón o el cartón. Cubre zócalos y molduras con cinta de carrocero y los muebles, con sábanas viejas. Protege también los enchufes e interruptores con la cinta de pintor. Si puedes quitarlos, mucho mejor: acabarás antes y los perfiles quedarán impecables. Retírala antes de que se seque la pintura, justo cuando hayas terminado.

11.

Probando, probando

Evita equivocaciones y encarga pequeñas muestras de tus colores favoritos; aplícalos en algunos lugares concretos, para que puedas ver el efecto real con la luz natural: en las esquinas, en la pared donde incide directamente la luz natural y en la pared que queda más en penumbra. Pinta las distintas muestras, una al lado de otra, y compara el acabado cuando la pintura esté totalmente seca.

12.

Disimula grietas y fisuras

Limpia la zona de la grieta de restos de pintura anteriores, rellena con masilla o yeso y deja secar. Alisa la superficie con un papel de lija y aplica directamente la nueva pintura. Ten en cuenta que los tonos más claros disimulan correctamente la aplicación de la masilla que cubre la grieta, aunque necesitarás aplicar más capas de pintura para ocultarla.

13.

Por dónde empezar

Empieza pintando los zócalos y espera 24 horas para que la pintura esté seca. Cuando empieces a pintar las paredes, arranca por la parte de arriba y ve bajando hasta llegar al zócalo, al revés la pintura puede gotear. Pinta con las ventanas abiertas, para que las paredes se sequen antes y desaparezca más rápido el olor a pintura.

14.

Pon más de una capa de pintura

Con una tonalidad clara, necesitarás dos manos de pintura. Si tras aplicarlas todavía se notan algunas marcas del rodillo, necesitarás dar otra mano. En tonos oscuros necesitarás tres manos de pintura, como mínimo. Las paredes con textura, rugosas o con gotelé absorben entre un 30-40% más de pintura que las lisas.

15.

Aplica la capa de imprimación

Encontrarás imprimaciones fijadoras al agua o imprimaciones selladoras al disolvente. La primera, te permitirá crear una película protectora con la que conseguirás fijar la pintura vieja y que la nueva se adhiera correctamente. Una imprimación selladora tapará las manchas de humedad para un acabado resistente.

16.

Cuidado con estos errores

Si te animas a hacerlo tú, ahorrarás un 85% del presupuesto total de pintar la casa. Pero ojo con caer en los clásicos errores: aquí tienes todos los tips para pintar bien, sin equivocaciones de amateur. 

17.

En manos de un profesional

Si no te atreves a marcarte un Do it yourself y prefieres encargar la tarea a un profesional, aquí te dejamos un presupuesto orientativo para que pagues el precio justo. 

18.

¡Toca elegir colores!

El color ideal para un espacio depende de factores como el tamaño de la estancia, la luz, el estilo de los muebles, textiles y complementos, el propio acabado de la pintura… Ten en cuenta que la tecnología te puede ayudar a elegir el tono más adecuado. 

19.

¿Conoces la pintura virtual?

La tecnología de realidad aumentada permite "pintar" las paredes y ver el resultado en tiempo real, visualizando los colores en el teléfono móvil o en la tableta, y cambiándolos hasta dar con el que nos gusta. Estas herramientas virtuales son gratuitas (Bruguer Visualizer, Paint My Wall, Color Smart, Alba Visualizer), y te van a permitir compartir capturas de los ambientes, para pedir una segunda opinión. Los colores digitales no siempre se ajustan cien por cien a la realidad: Busca el color elegido en una pantonera. 

20.

De luz y de color

El tono que elijas ha de  adecuarse a la cantidad de luz del espacio. Aunque las habitaciones luminosas puedan permitirse tonos oscuros, los más claros serán los que mejor van a reflejar la luz natural, dando mayor claridad y amplitud. Elige esos colores profundos en espacios menos luminosos y pequeños.

21.

La orientación también influye

La orientación es un factor a tener en cuenta para saber cómo un color va a sentar en tu casa. Una habitación con pocas horas de sol directo resultará fría pintada de blanco, el color aparentemente más luminoso. En este caso, decántate por un tono más cálido, como un crudo o crema.

22.

Ten en cuenta al mobiliario

El color elegido debe entenderse con el resto de muebles, telas y complementos. Es fácil enamorarse de un color de tendencia, pero antes de lanzarse a comprar unos cuantos litros, piensa en conjunto. Si las piezas de mobiliario son coloridas y en tonos oscuros, opta por colores suaves en las paredes, que no compitan. Si se trata de un mobiliario neutro o de estética minimalista, un tono destacado en las paredes dará personalidad.

23.

Me va, me va...

Antes de elegir un color, define qué va (y qué no va) contigo. En muchas ocasiones nos decantamos por el blanco para evitar errores, pero ignoramos qué le quedaría bien a nuestra casa. Déjate inspirar, investiga y, cuando tengas una selección de colores y posibles ideas de aplicación, imagina cómo quedarían. Porque los colores hablan de ti...

24.

¿Cuál es tu estilo decorativo?

Si tu estilo es nórdico o contemporáneo, te irán más los tonos fríos y neutros (azules o grises, por ejemplo). Si eres más clásico, los neutros tirando a cálidos (los arena son una opción). Si eres vintage, intensos (verdes menta, rosas, ocres...). Si no tienes claro cuál es tu estilo, te invitamos a hacer este test

25.

Evita los colores "feos"

Porque aunque ya hemos dicho que para gustos, los colores, existe un ranking de colores denominados feos o difíciles de combinar en decoración. En este artículo te los mostramos. 

26.

Colores de tendencia

Si quieres poner tu casa a la moda, opta por los tonos que más se han llevado este último año: verde bosque, gris intenso, rosa palo, azul índigo, camel... Y, como no, el protagonista del 2019: el Living Coral de Pantone. Eso sí, es tan vibrante, que te recomendamos usarlo en pequeñas dosis. 

27.

Los tonos tierra no son aburridos

¿Eres de los que piensas que los tonos tierra son solo beige? Pues va a ser que no... Los colores tierra se mueven en una amplísima gama de tonalidades que van desde los más suaves hasta los intensos. Todos consiguen ambientes sosegados. Son una apuesta segura, pero si aún piensas que son aburridos es que necesitas este decálogo.

28.

¿Y si tengo gotelé?

Pues ya estás tardando en quitarlo. Fue una técnica muy de moda allá por el siglo pasado para pintar la casa, pero esta especie de gotitas rugosas pasaron a mejor vida. Si deseas actualizar tus paredes, te recomendamos que leas este artículo sobre cómo quitarlo, tú mismo o con ayuda de un profesional. 

29.

Combinaciones ganadoras

Si optas por una mezcla monocromática, toma un color como base y aplícalo en paredes, tapicerías y telas, variando solo su tonalidad. Así de sencillo. Es una combinación segura, que resulta cómoda y agradable a la vista ya que permite utilizar, incluso, colores muy intensos o atrevidos y conseguir resultados armónicos y mesurados.

30.

Ten en cuenta la luz artificial

Hablamos siempre de luz natural pero la artificial es clave, sobre todo en invierno. Ten presente que los LED fríos reducen la viveza de los colores; los LED cálidos acentúan esa calidez y los halógenos aportan una luz blanca que realza los colores.

31.

¿Y si pintas los azulejos?

Cambiar el aspecto anticuado del cuarto de baño o modernizar una cocina con azulejos de los sesenta, es más sencillo de lo que piensas y no hace falta gastarse un dineral. Con tan solo pintar los azulejos de las paredes, te parecerá que has hecho una renovación total.

32.

Cómo se hace...

Límpialos bien utilizando disolvente. Para mejorar la adherencia, las juntas se deben frotar con un cepillo y, si hay silicona, eliminarla las para volver a sellar una vez aplicado el esmalte. Luego, hay que aplicar dos capas de esmalte para azulejos y esperar cinco días para utilizar las zonas en contacto con el agua.

33.

Pásate al half painted

Significa, literalmente, pintado a medias y es una tendencia que, de un tiempo a esta parte, está por todos lados. Consiste, básicamente, en pintar la parte inferior de una pared o un mueble de un color más oscuro y la parte de arriba de un tono más claro o bien dejarla tal cual. Si quieres saber más sobre esta técnica, aquí

34.

Formas geométricas

Crear formas geométricas con pintura dará a una estancia una nueva dimensión visual, además de personalidad y ritmo. Juega con la geometría y colores de moda, aunque atemporales, y el cambio será positivo.  

35.

Encantadores Stencils

Son ideales para las habitaciones infantiles y nunca pasan de moda. Lo que cambia es el estilo del dibujo. En versión XL puedes darle a su cuarto la profundidad que quizás no tenga. Apuesta por colores claros y no abigarrarán el espacio. Habitación decorada por Canexel Construcciones. 

36.

¡Eres un artista!

Si te encanta pintar, atrévete con una ilustración para animar la pared de acento de un  espacio. Eso sí, si lo de pintar no es lo tuyo, mejor opta por vinilos o encargar la obra a un profesional. 

37.

Pintura arquitectónica

¿Tienes la suerte de vivir en un piso clásico? ¿con molduras? Apuesta por esta opción: es una forma ultradecorativa de resaltar los dibujos de las paredes. El ambiente se volverá dinámico gracias a su riqueza de matices. 

38.

Efecto camuflaje

Por el contrario, si lo que quieres no es destacar sino disimular, la pintura también te lo ofrece. Un mueble demasiado pesado puede aligerarse y fusionarse con la pared si lo pintas del mismo color. Las instalaciones vistas pasarán inadvertidas con el mismo método. 

39.

Renueva los muebles de la cocina con Chalk Paint

Si los muebles de tu cocina están pasado de moda y quieres cambiarlos, pero sin hacer obras ni gastarte un Potosí, apuesta por darles unas manitas de chalk paint. Nuria, de @creadecorarecicla nos ha contado cómo hacerlo, en este artículo. 

40.

Puertas como nuevas

Representará una mínima inversión comparado a si las cambias. Y pueden quedar estupendas. Pinta tus puertas del mismo color que las paredes si deseas integrarlas o bien de otro tono si buscas un efecto acentuado. 

41.

Sube o baja techos

La pintura puede lograr este efecto óptico. Con un techo alto, tienes muchas opciones decorativas. Si buscas que el volumen no tenga un límite definido, por ejemplo, pinta el techo y las paredes del mismo color. Si en cambio la habitación también es estrecha, quizás convenga que el techo pase más desapercibido, pintándolo de blanco.

42.

Distingue ambientes en un mismo espacio

No se trata de levantar fronteras que obstaculicen los pasos, sino de poder distinguir ambientes por su funcionalidad a un simple golpe de vista. Si salón y comedor están juntos y buscar un punto de distinción, delimita sus perímetros con un tono de pintura sutilmente diferente.

43.

El gris es el nuevo blanco

Está de moda: el gris es para muchos el nuevo blanco y como tonalidad neutra que es ofrece múltiples combinaciones. Te aconsejamos blanco y pasteles para lograr un ambiente sereno, con aires nórdicos, como este. 

44.

Aunque el blanco, siempre da en el blanco

Una de las grandes ventajas de utilizar el blanco para decorar tu salón es que llega a reflejar hasta el 80% de la luz natural; si tu salón es algo oscuro, este color será tu mejor aliado. Agranda, es atemporal y unifica ambientes. 

45.

Pinta solo la pared del cabecero

Si pintas la pared del cabecero de un color más oscuro, destacará sobre las demás y reforzará el efecto decorativo del cabecero en sí o funcionará como tal cuando no hay ninguno. 

46.

Si buscas contraste...

Un modo efectivo de aportar profundidad es pintando una estancia de un color intenso y su contigua de otro tono igualmente fuerte. Este estudio toma relevancia cuando sus puertas, que comunican con un distribuidor, están abiertas. El contraste ofrece un agradable efecto. 

47.

Destaca objetos

Vía Pinterest

Esa cómoda preciosa del recibidor o el corner del café. Sea lo que sea que desees destacar, ponlo en una pared pintada de algún color estimulante, como este amarillo con toques mostaza.

48.

Para enmarcar las vistas

Si quieres crear marcos para tus vistas, pinta la pared en un tono natural, pero que contraste con la panorámica y remata con un blanco para delimitar la ventana o balcón. 

49.

Llévalo hasta al techo

Si alargas la pintura de tu pared hasta el techo, lograrás un efecto muy acogedor. El espacio se verá más recogido y tendrás la sensación de que te arropa. 

50.

Degradado difuminado

Es una apuesta arriesgada pero ultradecorativa que encaja en todo tipo de ambientes. El resumen de la técnica: prepara tres botes, uno con la pintura intensa, otro con la clara y un tercero con una mezcla. Empiezas pintando con la oscura, sigues con la media y acabas con la clara. Y antes de que se seque, difuminas los tonos con una esponja o con un pincel, dependiendo del efecto que le quieras dar. 

Pintar la casa es la opción más barata y fácil de darle un nuevo look. Los expertos no recomiendan pintar toda la casa de un mismo color, ya que cada estancia tiene su uso y características propias, tales como la orientación y la luz. Por eso, analiza tu casa habitación por habitación. Tampoco se trata de darle un color muy distinto a cada una de ellas, pero sí jugar con las distintas tonalidades que ofrece una misma gama.

Puedes combinar un mismo color con intensidades diferentes, como por ejemplo blancos, cremas, hueso o con un punto de gris. O bien verdes, que en sus tonos más oscuros puede ser muy elegante y en su grado más suave, tipo mint, muy nórdico. Si te gustan los colores fríos para decorar, el azul Niágara o el Cobalto te encantarán. Se trata de un tono azulado que inspira relax y reflexión, es por ello que es uno de los colores para habitaciones más demandados.

El rosa cuarzo fue tendencia hace un par de años. Pero este color vino para quedarse. Capaz de irradiar delicadeza y luminosidad al ambiente, sigue siendo un color primaveral perfecto para combinarlo con muebles oscuros o grises. Si no eres de las personas arriesgadas, este es uno de los colores de pintura que no te arrepentirás de elegir.

La pintura no solo es una cuestión estética, en la que intervienen los gustos personales de cada uno, sino que puede llegar a transformar ambientes con sus efectos. Si tu cocina es muy alargada y quieres equilibrarla, pinta el fondo y una de las paredes en un tono un poco más oscuro que el resto. Más trucos:

  1. Subir o bajar el techo. Si el techo es muy alto, para acercarlo y ganar calidez, hay que pintarlo de un tono más oscuro que el de las paredes. Y al revés, para alejar el techo, apostar por colores claros.
  2. Vigas. Siempre que puedas mantén el color original de las vigas o aplícales un decapado blanco.
  3. Un tándem perfecto. Los tonos pastel reencuadran los muebles blancos y, juntos, regalan un plus de luminosidad a las vigas de madera.
  4. Tonos fríos. Usa una sola pintura para unificar ambientes. Los tonos fríos (verdes, azules...) refuerzan la sensación de alejamiento, sumando metros.
  5. Bicolor. Evita los techos muy oscuros que crean efecto cueva, aquí el techo es de un tono más claro que el de la pared.
  6. Gris marengo. Usa tonos oscuros en las paredes si el espacio está orientado hacia el sur, ya que no necesitarás luz extra.
  7. Iluminación. Refuerza el blanco con luz dirigida al techo.
  8. Amplía. Aleja las paredes pintando las laterales y el techo en un tono luminoso y claro.
  9. Destaca. Pinta una sola pared para enmarcar una zona.
  10. Camufla. Elige ventanas y puertas blancas para que pasen más desapercibidas.
  11. Beige y malvas. Los beiges
 y cremas, combinados con tonos oscuros como el malva, dan dinamismo al espacio.
  12. Crea falsos zócalos. Puedes pintar un zócalo en la pared,para que aparente ser una continuación del suelo.