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1.

Un salón comedor con sofás de diseño.

Sofás diseño de María Lladó, igual que la mesa de centro. Cojines, en Brezo.

2.

Pequeñas delicias.

Un aperitivo a base de queso y frutos secos, ideal para reponer fuerzas al llegar a casa.

3.

Salón con piezas de herencia.

La butaca de cuero, de herencia, está muy disputada a la hora de relajarse. Mesita auxiliar antigua, en Carina Casanovas.

4.

Una mesa campestre.

Los servilleteros de madera, de Zara Home, se han personalizado con unas flores del campo. Bajoplato y servilletas, de la misma tienda.

5.

Mezcla de texturas.

Cuero, lino, lana... Son texturas naturales y cálidas, perfectas para que una casa blanca resulte también acogedora.

6.

Hacia la librería.

A medida y de obra, aprovecha al máximo el rincón del comedor. Está pintada en el mismo blanco roto que paredes y techo.

7.

Campestre y cuidado.

La cristalería y la vajilla, aunque sencillas, están muy cuidadas.

8.

Para almacenar.

Armario, de un anticuario de la zona, similar en Taimo. Jarrones, copas y vasos de cristal, a la venta en Brezo.

9.

Detalles florales.

Cualquier rincón es perfecto para decorarlo con una flor. En la foto, margaritas.

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Un mirador al valle.

Comedor, mesa de juegos o de trabajo según convenga. Mesa y bancos diseño de María Lladó, a la venta en Carina Casanovas.

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Un dúo perfecto.

Naranjas y tostados destacan sobre la ropa de cama blanca. Ésta, en Los Encajeros. El cojín de pelo natural, a la venta en Brezo.

12.

Dormitorio principal abuhardillado.

Cabecero de cuero antiguo adquirido en una almoneda de Francia. Manta de mohair, en Brezo.

13.

Entrando al baño.

El revestimiento del baño es de madera pintada en blanco. Toallas de El Corte Inglés y lavamanos de Roca.

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Aromas naturales.

Los botes de gel y de crema, y las pastillas de jabón se adquirieron en Brezo. La encimera del bajolavabo es de madera.

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Pasión por el esquí.

Algunos detalles, como este cuadro antiguo, evidencian la pasión de los propietarios por el esquí. Cajita, a la venta en Abercrombie & Fitch.

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Mucho sol en el baño.

Incluso aquí, el suelo se ha cubierto con moqueta. Toallero, a la venta en Cucamona. Papelera, en Carina Casanovas.

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Dormitorio juvenil.

Literas, diseño de María Lladó, igual que los cajones, perfectos para guardar la ropa de cama. Mantas de Muji.

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Detalles en lugares inesperados.

Decorar es cosa de ingenio. ¡Las figuritas no solo decoran muebles!

19.

Todo a juego.

Hay pequeños gestos, como elegir las toallas en los mismos tonos que la ropa de cama, que suman encanto a una casa. Toallas, en Brezo.

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Indispensable para un buen baño.

Geles, sales, jabones... ¡A mimarse después de un día de esquí!

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Mezcla de estilos.

La mezcla de diseño contemporáneo con muebles antiguos es otro acierto de esta casa. Butaca, similar de Roche Bobois.

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Un dormitorio de invitados con vistas.

Cabeceros de madera antiguos. La ropa de cama y el edredón son de Muji. En la pared, hoja de hierro de Carina Casanovas.

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Bajo el techo.

Mesilla, diseño de María Lladó. La silla es de mimbre y está en Carina Casanovas. Fotografía, obra de la propietaria.

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Flores de campo.

Todos los ramos de la casa se han hecho con flores silvestres, recogidas en un campo cercano. Jarra de Ikea y vasitos, en Brezo.

En sus orígenes era un refugio de montaña clásico, con todos las peores tópicos que muchas veces tal condición ha arrastrado. Es decir, poca luz, techos de madera oscura, suelos de más madera oscura, un sofá incómodo, una librería como un armatoste inútil y una mesa de comedor que llenaba todo el espacio.

Pero sus actuales dueños decidieron darle un cambiazo de abajo a arriba, confiárselo a una decoradora de gusto probado y soluciones siempre acertadas, y convertir la casa en el mejor lugar donde disfrutar de la vida y la montaña. Para eso hubo que olvidarse de las teorías antiguas y tirar por tierra muchos juicios sin fundamento. El primero de todos, que el blanco es un color frío, porque fue el tono elegido por la decoradora María Lladó para definir la casa.

Blanco en las maderas de listones del techo, blanco para la carpintería interior, blanco para las paredes, blanco para la moqueta que cubre todos los suelos, incluido el de los baños, y también blanco para la tapicería de los dos confortables sofás. Eso sí, unos blancos matizados y distintos, que también en eso hay que saber distinguir. Y así se van sucediendo, con astucia y sabiduría, y según los distintos soportes (algodones, madera, lana), el blanco radiante, el más lechoso, el roto tirando a beige… Y se combinaron con el lino crudo de las cortinas, el cuero del butacón, la madera oscura de las vigas, los colores intensos de los cojines. Eso en la planta baja, pero en la alta, destinada a dormitorios y baños, la solución ha sido la misma y el resultado, igualmente lucido.

La elección del blanco para una casa en la montaña había sido todo un hallazgo. Las otras dos palabras mágicas serán combinación y armonía.

Combinación entre tonos, ya lo he señalado, siempre dentro de una gama dominante clara y luminosa, vamos, lo que se dice armónica. Pero también esa inteligente mezcla se ha aplicado al mobiliario, que aprovecha algunos elementos del estilo rústico tradicional para darles un aire nuevo. Como la sencilla mesa de comedor con sobre de zinc y bancos tapizados con franela. O el mueble de obra de pared a pared con librería, chimenea y leñera. O el cabecero de cuero antiguo del dormitorio principal. Y sobre todo la presencia de las vigas del techo que destacan más aún sobre el fondo de los listones blancos. Y se hacen poderosas en los dormitorios y baños de la planta superior, abuhardillados, abiertos a las montañas y a los bosques, invadidos por una luz esplendorosamente limpia.

No quiero olvidarme de contaros una cosa sobre la moqueta. Ya, me imagino que os habéis asustado un poco: ¡toda la casa con moqueta! ¡ a ver cómo se limpian esos suelos! Bueno, pues no es tan difícil. Para empezar, lo mejor (lo más higiénico y también lo más cómodo) es quitarse los zapatos en la entrada. Y para acabar, hoy en día los nuevos materiales de las moquetas y los productos de limpieza permiten mantenerlas relucientes en un dos por tres.

¿Tú también tienes en tu casa moqueta? Cuéntanos en los Comentarios de este artículo cómo la cuidas.