Dakota Johnson (35 años), rotunda cuando le preguntan si le gustan los papeles pintados o si los usaría para decorar su casa: "No, jamás"

¡Excelente opción! Ya sea natural o en forma de revestimiento decorativo, la piedra aporta una presencia atemporal y elegante. Desde acabados rústicos y mediterráneos hasta versiones más pulidas y contemporáneas, es ideal para dar carácter a salones, entradas o incluso baños. Además, ayuda a regular la temperatura y aporta textura sin necesidad de añadir nada más.

A falta de papel pintado, buenas son las paredes revestidas con algún material con textura, como el microcemento. Además, es la alternativa perfecta porque por su resistencia y durabilidad,  se ha convertido en un recurrente para integrar en varios espacios de nuestra casa, sobre todo en el cuarto de baño. Tiene una estética muy sofisticada y elegante, que puedes integrar y combinar con diferentes estilos decorativos. Su versatilidad es otra de las claves de su éxito, y lo cierto es que es una forma ideal y estilosa de no caer en los blancos tradicionales.

Los azulejos siempre han estado ahí, y este año han vuelto con fuerza. Su secreto para mantenerse como una opción ideal para decorar y vestir paredes, es que el paso del tiempo no les detiene, ya que se reinventan constantemente. Y es que, como el papel pintado, existen tantos estilos de azulejos (colores, materiales, diseños...) que se puede elegir entre una gran variedad para que, sea cual sea nuestra elección, siente fenomenal a nuestra casa. 

¿No quieres pintar tu pared ni añadir papel pintado? Esta alternativa te va a interesar. Se trata de dar vida y vestir tus paredes con un gran lienzo o una composición de cuadros diferentes entre sí, pero con estilos similares que decoren y den armonía a esas paredes principales que buscas destacar. ¿Lo mejor? Que puedes ir cambiando los lienzos cuando quieras y adaptarlo a los cambios que quieras dar a tu salón. Mucho menos costoso y aparatoso que pintar paredes o cambiar el papel pintado.

Elegir dos tonos que combinen entre sí e inspiren armonía, como el blanco roto y el azul grisáceo de la imagen, puede dividir visualmente las paredes de una estancia, potenciar aquella en la que se haya puesto el color fuerte, generar profundidad, dinamismo... y todo ello sin recurrir a estampados típicos del papel pintado. Esta idea funciona muy bien tanto en dormitorios como en comedores, ya que aporta un punto de sofisticación sencilla que realza ambientes tranquilos como estos.

Una pared revestida con listones verticales de madera, añade textura, calidez y una sensación arquitectónica que recuerda al estilo escandinavo. Perfecto detrás del cabecero de la cama o en un salón para destacar la zona del sofá. ¿Pero sabes dónde mejor sienta? En esos pequeños ambientes que requieren de calidez y poca decoración, como un recibidor pequeño o estrecho.