Las casas de Antonio Banderas

Antonio Banderas cae bien. Es un tío currante que salió de su Málaga natal para convertirse en actor en Madrid y, después, cruzó el charco para triunfar en Hollywood. Pero a nivel nacional, es también uno de nuestros preferidos. Por eso fue el encargado de presentar la última edición de los premios Goya, junto a la periodista María Casado. Fue el Teatro del Soho Caixabank, propiedad de Banderas, el marco elegido para celebrar esta atípica 35ª edición de los premios más importantes del cine español.

Y hemos visto al actor y director de cine en su mejor momento. Porque parece que el tiempo no le pasa factura y está tan impresionante como siempre. Y más después del susto que tuvo en 2017, cuando sufrió un infarto. Es de esas personas a las que no les gusta estar quietas y logran casi todo lo que se proponen: ha hecho doblaje, dirigido películas, tiene fragancia propia, una colección de moda, un teatro... Y ahora ha sido el encargado de entregar las deseadas figurillas de Francisco de Goya, además, en su propio teatro en su Málaga natal. Así que hemos aprovechado para echar un vistazo a la casa en la que vive en la ciudad andaluza, pero también en otras en las que ha vivido: de Londres a Nueva York pasando por Aspen y que son un poco como él y muy distintas entre ellas. ¿Las vemos?

Tiene el espacio y la luz suficientes como para apostar por decorar con elementos en negro en su interior. Una gran alfombra de damero negra enmarca la zona de estar que combina sofás tapizados y de piel. También veo elementos en gris, para rebajar, y toques en terciopelo rojo. Seguro que estas butacas son una elección de Melanie. 

Aunque no es todo lo grande que cabría esperar (¿verdad?) me parece práctica y acorde con el estilo del resto de la casa. Blanco, negro toques de rojo vuelven a ser el trío de colores protagonistas. Me encantan sus vitrinas acristaladas y lo acogedora que se ve la zona del office del fondo. 

Al menos para mi gusto. Aunque es espacioso y tiene mucha luz, yo rebajaría el conjunto pintando las paredes en blanco. Dejaría el detalle de las vigas en negro, para darle más importancia al techo y un toque sofisticado. Eso sí, me encanta la ventana tipo bow window y las sillas de medallón. Ahh y echo en falta alguna alfombra, aunque el suelo de madera me encanta, que conste. 

Esta espectacular mansión está en el condado de Surrey, a unos 30 kilómetros de Londres. Y es el hogar elegido por Antonio Banderas y su actual pareja, Nicole Kimpel, mientras él estudia diseño en el prestigioso Saint Martins Collegue. La casa, valorada en unos 3 millones de euros, cuenta con media hectárea de jardín y está en una zona donde viven muchos banqueros de la City. 

Esta casa no tiene mucho que ver con el piso de Manhattan. En su construcción manda el cristal de modo que el paisaje se cuela dentro de casa. Los muebles son muchos más minimalistas y neutros. ¿Quizás demasiado? Aunque el sofá en 'L' inmenso tiene pinta de ser comodísimo. 

Tan abierta al comedor y con una barra entre ambos ambientes, esta cocina es perfecta para organizar cenas con amigos y estar pendiente de todo y de todos mientras controlas el solomillo Wellington que está en el horno. La gran isla de la cocina me chifla, me encantaría tener una igual aunque fuera en tamaño más mini. Tiene zona de aguas, placa de cocción, barra de desayunos... 

Leo que además de sauna, la casa de Antonio Banderas en Londres tiene gimnasio y sala de cine. En este baño decorado en gris yo primero me daría una ducha de hidromasaje y, luego, me estaría en la sauna un buen rato que dicen que para la piel y eliminar toxinas va genial. ¿Podría yo tener una sauna en casa? 

Aunque la casa es muy moderna y minimalista la elección de la chimenea demuestra que como una chimenea con llama (real) no hay nada. Sentada en esas butacas yo me pasaría horas mirando el fuego y con una taza de té y Antonio Banderas en la butaca de al lado. Porque digo yo que en el condado de Surrey tiene pinta de hacer frío. 

Me encanta que en el vestidor de Antonio Banderas tenga una foto tipo lienzo de él, en blanco y negro acorde con el estilo del ambiente. En este rincón del vestidor todo está dentro de los cajones (¿no sabemos si Antonio será fan de Marie Kondo?) menos la colección de gorras del actor, encima de la cajonera. 

El paisaje que rodea la casa (sin vecinos a muchos kilómetros vista) fue lo que enamoró a Melanie Griffit nada más ver esta casa cerca de Aspen. Ella y Antonio Banderas la compraron y la disfrutaron durante los 18 años que duró su matrimonio. Tras el divorcio la vendieron por 8 millones de euros. Por fuera, la casa revestida de madera en medio del bosque parece casi salida de un cuento.  

Melanie fue la encargada de decorar su casa en Colorado. De la cocina destacaba su distribución abierta y sus azulejos, aunque a mí no me acaban de convencer. A mí me gusta que es amplia, tiene unas vistas increíbles (como el resto de la casa) y queda totalmente abierta a office y salón. 

Según ha contado Melanie Griffith en alguna entrevista, en esta casa venían en invierno para esquiar y en verano para hacer montañismo, pescar y estar todo el día en contacto con la naturaleza. Viendo la postal que se ve desde el porche, hacer todo eso era tan sencillo como salir por la puerta de casa. ¡Menudo entorno! Las casas de montaña tienen un encanto especial. 

Es otra de las piezas protagonistas de la casa, lo mismo que los techos altos de madera y los grandes ventanales que abren la casa al paisaje. En el estar el rojo vuelve a tener una presencia de la mano de la mesa de centro, se nota que a Melanie le gusta ese color. 

Cuenta Melanie de la mayoría de muebles de su casa de Aspen tienen historias que contar. La mesa de comedor, por ejemplo, está hecha con una puerta española (eso en Aspen queda muy exótico, aquí no tanto). Aunque de toda la casa la pieza favorita de Melanie es la lámpara del cristales del comedor, la considera casi mágica. 

Aunque puede ser que sea alguno de invitados, porque la casa cuenta con 7 dormitorios y 7 baños, además de una cabaña independiente, amplios patios y una zona para hacer fogatas. En este dormitorio, como en toda la casa, la madera es protagonista. Despertarse aquí debe ser casi como hacerlo en el medio del bosque. Solo le veo un pero, con la tele colocada tan arriba a mi me daría torticolis.