¿Estás decorando demasiado tu casa? Las 7 señales de alerta, según el interiorista Alberto Torres

Hay varias señales que puedes percibir para saber si tu casa está 'sobrecargada'. Alberto Torres lo tiene claro: "Es un tema de sensaciones. Si al entrar sientes que no sabes dónde mirar o te invade una especie de ansiedad visual, es una señal clara. También cuando los muebles impiden la circulación natural o los espacios parecen más pequeños de lo que realmente son. El desorden visual genera mucho ruido estético. Todo esto indica que hay que detenerse, repensar y darle una vuelta al espacio". En este salón, se ha dejado una especie de pasillo detrás de facilita la circulación. Y es que a veces 'pegar' todos los muebles a las paredes no es la mejor solución para un entorno equilibrado.

Uno de los errores más habituales que cometemos es llenar los espacios con demasiados muebles u objetos decorativos. "Lo acogedor no tiene que ver con la cantidad, sino con la armonía. Una casa puede ser cálida y acogedora con pocos elementos bien seleccionados. El problema aparece cuando se sobredecora sin una intención clara. Ahí empiezas a perder identidad, el espacio se vuelve genérico o incluso caótico. El exceso satura, cansa, y paradójicamente, puede hacer que el hogar resulte menos habitable", nos explica el interiorista. La solución pasa por repensar los espacios, eliminar lo que no necesitas y dejar solo los elementos que mantienen una misma gama cromática y que sí que usas. 

Aunque te guste que tu casa esté a la última se puede cometer el gran error de que falte "coherencia visual", dice Torres. Para el interiorista, "cada tendencia tiene su lenguaje, su paleta, su estilo de formas y materiales. Si mezclas sin criterio, el resultado puede ser confuso". Y no, no se trata de ignorar qué es lo que se lleva, "sino de elegir con inteligencia cuáles se alinean con tu espacio, tu estilo de vida y tu personalidad. La moda es pasajera, pero tu hogar debe perdurar", añade.

Un gran error al decorar es sentir la necesidad de llenar todas las paredes con muebles por evitar la sensación de vacío. Donde más se nota ese 'decorar por decorar' es en el salón y los dormitorios, nos dice Torres. 

"Muchas veces se colocan muebles o adornos solo por llenar huecos. Lo primero es eliminar lo innecesario. Después, reorganizar lo que ya tienes buscando equilibrio y funcionalidad. A veces cambiar un mueble de sitio, replantear la iluminación o apostar por una paleta de color más neutra puede transformar por completo un espacio sin necesidad de obras", dice el experto.

Por mucho que el espacio sea muy cálido y su decoración esté muy cuidada, si no es funcional sentirás que estás en un museo. Torres lo tiene claro: "Cuando los muebles no se pueden usar cómodamente, los armarios están llenos, pero no son accesibles, o hay que esquivar elementos decorativos para moverse, estamos ante un problema de funcionalidad. Lo estético no debe estar reñido con lo práctico. Una buena decoración es aquella que embellece sin sacrificar el uso".

Huye de los muebles en serie, esos que todo el mundo tiene y que, después, es difícil de combinar con otros elementos, creando un collage en tu casa y donde difícilmente unas piezas encajan con otras. Alberto tiene un consejo clave: "La regla de oro es: menos pero mejor. Invierte en piezas con carácter, que cuenten una historia o que realmente te representen. No llenes por llenar. Cada objeto debe tener un propósito, ya sea funcional, emocional o estético."

Para terminar, Torres nos da un último consejo: "Recuerda que el vacío también es un elemento decorativo; da respiro, destaca lo que vale y mejora la experiencia del espacio. Y lo más importante, deja que la luz transmita armonía". Y es que la luz natural es un elemento decorativo más: para darle la importancia que se merece, evita tapar las ventanas y apuesta por paletas de colores que multipliquen la luminosidad y amplíen el espacio.