6 beneficios (inesperados) de vivir en una planta baja

Quizá pienses que nos hemos vuelto locos. ''¿Cómo que vivir en una planta baja tiene sus ventajas?'', te estarás preguntando. ''Con lo que me ha costado encontrar este pisazo en un tercero, ¡como para que ahora me digan que podría estar mejor en un bajo!''. Y es que la creencia popular siempre ha sido la misma: los bajos son la peor opción para vivir. Pero, ¿y si esto no fuese del todo cierto?, ¿y si vivir en una planta baja tuviese ciertas ventajas (inesperadas) que lo convirtiesen en una opción atractiva? Para cambiar tu perspectiva sobre los bajos, hemos reunido en este artículo todos los beneficios de los que podrías disfrutar si te decidieses por la compra de una vivienda en una planta baja. ¡Toma nota!

1. Una planta baja siempre es más barata

El primer beneficio –quizá no tan inesperado– de vivir en una planta baja es que el precio del inmueble es mucho más barato que si pretendes comprar una planta intermedia. Obviamente, todo dependerá de la zona que elijas y de si la vivienda necesita o no una reforma integral, pero por lo general, un bajo siempre es más económico.

Salón comedor con terraza en una planta baja.

2. Es una buena opción para personas mayores o con dificultades de movilidad

Obviamente, al no tener que subir escaleras, vivir en una planta baja siempre es más cómodo, especialmente para personas mayores o con dificultades de movilidad. Piensa que muchos edificios no cuentan con ascensor y, con el paso de los años, esto puede convertirse en una auténtica tortura para el cuerpo. ¿Y qué nos dices de hacer una mudanza, eh? En un bajo todo es coser y cantar, pero si hay que echar mano de las escaleras o de andar metiendo los bártulos en el ascensor, el asunto cambia.

3. Muchos bajos tienen terraza o patio propios

Cuando la pandemia llegó a nuestras vidas, fuimos más conscientes que nunca de lo importante que resulta contar con espacios al aire libre. La buena noticia es que muchos bajos suelen disponer de terraza o patio propios y, aunque no tengan excesivos metros cuadrados, siempre hay hueco para instalar una mesa y un par de sillas plegables (como mínimo), además de unas plantas de exterior que le den un toque de frescor.

Patio con banco en L en una planta baja.

4. Si tienes perro, ¡todo es mejor en una planta baja!

Si convives con un perro, te aseguramos que una planta baja te ofrecería muchísima comodidad en el día a día. Y es que los canes necesitan salir varias veces al día, tanto a pasear como a hacer sus necesidades, por lo que vivir en un bajo te ahorraría algo de tiempo en los trayectos. De hecho, si el edificio se encontrase en una calle peatonal poco transitada, podrías vigilar al perro directamente desde la ventana. ¡Qué pasada!

5. Puedes sentir mayor conexión con el barrio en el que vives

Otro beneficio de vivir en una planta baja es que, al estar a pie de calle, hace que te sientas más conectada a tu barrio. Este punto es muy personal, claro está, ya que muchas personas prefieren sentir una total intimidad y aislamiento en sus hogares. No obstante, en los pueblos y en los barrios con encanto, es habitual que la gente adore interaccionar con los vecinos de la zona. Al fin y al cabo, ¡tenemos espíritu mediterráneo!

6. Las vistas pueden ser fantásticas

Puede que te cueste creerlo, pero dependiendo de la zona, un bajo puede tener mejores vistas que un segundo o un tercero. Imagina que vives en una preciosa plaza con un sinfín de árboles y una fuente en el medio, ¿verdad que las vistas desde una planta baja pueden ser alucinantes? Y es que, quizá desde el segundo o el tercero, las copas de los árboles no te dejen apreciar la plaza (ni a los paseantes) con la misma facilidad.

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